Editorial Alaire

Un ciempiés recorriendo todas mis cicatrices,
un relámpago sabe a lametones
en tus pómulos,
maquiavélico lapiz
de ojos derramando
lo que la pluma envidia.

Hoy los soles tumbados
en mi tresillo líquido,
donde todas las lágrimas
desprenden ese olor inmaterial
de la comodidad.

Respiro calaveras, donde el humo
pierde su aroma, su tiniebla y el aura
de la pausa y la calma.

Y también aparecen espejismos
donde antes hubo esa forma inasible,
inimitable, que inspiraba infinitos.

Las estrellas transitan en cuclillas
por el pasillo sordo
-escribo para el por, según y dónde-.

Se me acercan con ciencia ficción
-No me refiero a las estrellas.-,
pero ese dvd rebobinado,
tiene algo de especial y de común
-como todos los sentidos-,
y otro poco de pusilánime
-el amor surrealista-.

El gato negro ha cruzado la meta,
antes que nadie, por desconfiado y fúgido
-nadie me escuchará, porque el último injerto de mi piel es la poesía muda.
Mientras más tú te alejas, más se estira mi lengua-.

Ricardo López Castro escribió:

Un ciempiés recorriendo todas mis cicatrices,
un relámpago sabe a lametones
en tus pómulos,
maquiavélico lapiz
de ojos derramando
lo que la pluma envidia.

Hoy los soles tumbados
en mi tresillo líquido,
donde todas las lágrimas
desprenden ese olor inmaterial
de la comodidad.

Respiro calaveras, donde el humo
pierde su aroma, su tiniebla y el aura
de la pausa y la calma.

Y también aparecen espejismos
donde antes hubo esa forma inasible,
inimitable, que inspiraba infinitos.

Las estrellas transitan en cuclillas
por el pasillo sordo
-escribo para el por, según y dónde-.

Se me acercan con ciencia ficción
-No me refiero a las estrellas.-,
pero ese dvd rebobinado,
tiene algo de especial y de común
-como todos los sentidos-,
y otro poco de pusilánime
-el amor surrealista-.

El gato negro ha cruzado la meta,
antes que nadie, por desconfiado y fúgido
-nadie me escuchará, porque el último injerto de mi piel es la poesía muda.
Mientras más tú te alejas, más se estira mi lengua-.

Algunos de tus poemas me parecen visuales por su tremendo surrealismo. Este poema por ejemplo es una joya para complementarlo con imagenes y narración. Igualmente que algunas pinturas son poemas y en efecto inspiran poemas, algunos poemas son visiones surreales. Te felicito por tu fecunda creatividad, Ricardo.

Un ciempiés surrealista clama tu inspiración y tu voz- No trato de ocultar tu sed de amor, aunque no responda de mi mismo con
la savia sabia que no me atiende.o no me enciende ...

Un abrazo

Ricardo, me ha gustado mucho tu poema, por su mirada expansiva y los succesivos intentos de alejarse de lo común, y la introspección sobre el mundo que nos separa de nosotros mismos. Abrazos.

Gracias a tod@s por la visita y comentarios.
Abrazos.