Editorial Alaire

Y no sé en qué momento de la historia
Que se produjo una baja de amor entre nosotros
Y cada hombre y cada mujer
Globalizaron el sexo en la oficina de sus sábanas
Y dejaron caer algun pájaro adormecido

Y ni al trino de sus piernas hicieron resurgir
A las ideas confinadas en las cárceles
Las escuelas, los hospitales, las oficinas
Las empresas, sobre todo las empresas

De la mudez cercada
Salieron algunos animadores equilibristas
Para subir las cuotas de amor
Alérgicos al maquillaje de las asambleas
Gritaban a la familia
Y les llenaban la barriga de piedras
Mientras el hombre lobo dormía la siesta
Y les anulaban las tarjetas de crédito dejándolos sin dinero
Para pagar su apetito voraz en los centros comerciales

Y no sé en qué momento de la historia
Que se produjo una baja de amor entre nosotros
Y cada hombre y cada mujer
Corrían la voz amenazadora
de irse a vivir para siempre a las empresas
Dimos la bienvenida al nacimiento
del Hombre dispensador de servicios

Precioso poema, amiga Pepa.
Se pierde la noción del tiempo en las historias cuando se acaba la tinta del bolígrafo, el saldo de la tarjeta, las ganas de dar los buenos días, y llegan las buenas noches apresuradas, los trabajos extra en la oficina y el pan de ayer bañado en aceite de girasol para desayunarse. Mal asunto, si la privatización llega con las primeras luces del día.
Ha sido un placer.
Recibe un cordial saludo.

Jo. Espero que no se trate de un poema 'premonición', né. Y no sólo por el cansancio - lo he leído y ya lo estoy, bueno, ya lo estaba antes: un poquín-. Lo del Hombre dispensador, cuando hace náYMenos que me he bajado de un Altaria, no me seduce ni lo más mínimo, la verdad.

En mi opinión, escribes bien, francamente bien.

Blanca

Pepa Ortiz escribió:Y no sé en qué momento de la historia
Que se produjo una baja de amor entre nosotros

(...)
Dimos la bienvenida al nacimiento
del Hombre dispensador de servicios

Notable poema, Pepa.

Nos estamos conviertiendo en modernos esclavos, dependientes de todo lo que hemos inventado.

Me gustó el poema.