Ídolos de barro
Publicado: Mar, 28 May 2019 8:55

Las alas tristes de su dios son cognoscibles.
Vuelco mi intelecto, no mis memorias.
Cada cual elige el dios que más le interesa.
La vida también va incluída en ese pack.
Forman parte de un kit de supervivencia.
Tengo poemas que dejo a un lado.
Esto es, prefiero escribir sobre algo que no sea mi poesía.
Simple y llanamente.
Pero no puedo.
No estoy hecho para ello.
En realidad, creo que no estoy hecho para nada.
Si fuese un cuerpo sin tronco y extremidades, sería aún más extremo.
La mente es ese arma de doble filo.
Puede ser un filón filosófico.
O simplemente un rompecabezas.
Los sentidos no le van a la zaga.
La sensibilidades para los débiles.
Llenarán su conciencia con ello.
Pero ni siquiera conocen el funcionamiento del Infierno.
Es sencillo hablar en términos metafísicos.
Lo difícil es hallar dichos términos.
"Puedo decir que soy Dios sin miedo a equivocarme.
Lo he creado a mi imagen y semejanza."
Esto parecen las palabras de un tarao, pero siempre descoloco y desordeno y pulverizo conceptos.
Entre la gente, debates y tertulias.
Qué pulcra es la cafeína.
Dije que no me creo ni una sola palabra de lo que digo.
Ahora bien, si digo: "Alabado sea Dios", me da vergüenza ajena.
Ahí convergen muchas voces.
Lo que trato de decirles es que no pienso en Dios a todas horas.
Sencillamente empleo mi estilo.
Sin pausas ni paréntesis.
"Lo demás es blasfemia para mí."