Editorial Alaire

Quiero no fingir que no me importa
tu brillo apagado, tu cielo de lejos.
Si a veces hasta el trueno que me asalta
te acarrea con ternuras de silencios.
No quisiera que te inundes de tristezas
si mis ojos escudriñan horizontes.
Es ley del escritor y del poeta
tratar de caminar en otras voces.

No todos los Mayos
traen frío en los huesos.
Hay que salir a buscar el otoño
aunque ello implique
dejar un poco atrás la primavera.
A veces las distancias compaginan
el pulso del sentir, lo ordenan
y apuesto a que la vida
se ríe de nosotros,
intentando, vanamente,
obtener el calor, desde una piedra.

La luna se disfruta de a gajos
con el sutil permiso del viento
que no debe enredar nuestros cabellos.

Se precisa la irrupción de la aurora
para entender la belleza de la mortalidad.

Si pudiéramos trabajar en el derecho a ser
y comprendiéramos cuántas almas
quisieron recorrer más desiertos,
valoraríamos las horas, los segundos,
el momento de dicha que implica
una mirada.

Hemos venido a ser felices
pero no nos avisaron.

Quiero no pesarle a la vida, ni que me pese.
Necesito dejar un legado que solo traiga paz.
Que me trascienda, en lo posible,
y que con manos anchas,
se derramen mis palabras en los ríos sanguíneos.
Quiero transitar las arterias
en cuerpos que se reconozcan vivos
y aplaudan su propio existir.
Jamás olvide la gratitud por el respeto
y sea iluminada siempre
con el gesto oportuno.

Hay tanta huella ya plasmada en el camino
que a veces,
corremos el riesgo de sentirnos de más,
de sobra,
creaciones numeradas, inservibles
e incapaces de algo nuevo
y perdemos la consciencia de la novedad:
¡Somos únicos!
Y, constantemente,

nos estamos yendo...

María Inés Iacometti escribió:Quiero no fingir que no me importa
tu brillo apagado, tu cielo de lejos.
Si a veces hasta el trueno que me asalta
te acarrea con ternuras de silencios.
No quisiera que te inundes de tristezas
si mis ojos escudriñan horizontes.
Es ley del escritor y del poeta
tratar de caminar en otras voces.

No todos los Mayos
traen frío en los huesos.
Hay que salir a buscar el otoño
aunque ello implique
dejar un poco atrás la primavera.
A veces las distancias compaginan
el pulso del sentir, lo ordenan
y apuesto a que la vida
se ríe de nosotros,
intentando, vanamente,
obtener el calor, desde una piedra.

La luna se disfruta de a gajos
con el sutil permiso del viento
que no debe enredar nuestros cabellos.

Se precisa la irrupción de la aurora
para entender la belleza de la mortalidad.

Si pudiéramos trabajar en el derecho a ser
y comprendiéramos cuántas almas
quisieron recorrer más desiertos,
valoraríamos las horas, los segundos,
el momento de dicha que implica
una mirada.

Hemos venido a ser felices
pero no nos avisaron.

Quiero no pesarle a la vida, ni que me pese.
Necesito dejar un legado que solo traiga paz.
Que me trascienda, en lo posible,
y que con manos anchas,
se derramen mis palabras en los ríos sanguíneos.
Quiero transitar las arterias
en cuerpos que se reconozcan vivos
y aplaudan su propio existir.
Jamás olvide la gratitud por el respeto
y sea iluminada siempre
con el gesto oportuno.

Hay tanta huella ya plasmada en el camino
que a veces,
corremos el riesgo de sentirnos de más,
de sobra,
creaciones numeradas, inservibles
e incapaces de algo nuevo
y perdemos la consciencia de la novedad:
¡Somos únicos!
Y, constantemente,

nos estamos yendo...

"Se precisa la irrupción de la aurora
para entender la belleza de la mortalidad."

Si, si apreciaramos el immeasurable aporte de la presencia wue cada uno de nosotros es, la unicidad que somos.

María Inés, que noble poema nos regalas hoy! Gran perspicacia y diria, Amor. Amor a si mismo, a los demas y al inigualable e irreplicable momento de nuestras vidas.Te felicito por una obra de absoluta belleza!
Abrazos, ERA

Hermoso trabajo, amiga María Inés.
Abrazos.

E. R. Aristy escribió:

María Inés Iacometti escribió:Quiero no fingir que no me importa
tu brillo apagado, tu cielo de lejos.
Si a veces hasta el trueno que me asalta
te acarrea con ternuras de silencios.
No quisiera que te inundes de tristezas
si mis ojos escudriñan horizontes.
Es ley del escritor y del poeta
tratar de caminar en otras voces.

No todos los Mayos
traen frío en los huesos.
Hay que salir a buscar el otoño
aunque ello implique
dejar un poco atrás la primavera.
A veces las distancias compaginan
el pulso del sentir, lo ordenan
y apuesto a que la vida
se ríe de nosotros,
intentando, vanamente,
obtener el calor, desde una piedra.

La luna se disfruta de a gajos
con el sutil permiso del viento
que no debe enredar nuestros cabellos.

Se precisa la irrupción de la aurora
para entender la belleza de la mortalidad.

Si pudiéramos trabajar en el derecho a ser
y comprendiéramos cuántas almas
quisieron recorrer más desiertos,
valoraríamos las horas, los segundos,
el momento de dicha que implica
una mirada.

Hemos venido a ser felices
pero no nos avisaron.

Quiero no pesarle a la vida, ni que me pese.
Necesito dejar un legado que solo traiga paz.
Que me trascienda, en lo posible,
y que con manos anchas,
se derramen mis palabras en los ríos sanguíneos.
Quiero transitar las arterias
en cuerpos que se reconozcan vivos
y aplaudan su propio existir.
Jamás olvide la gratitud por el respeto
y sea iluminada siempre
con el gesto oportuno.

Hay tanta huella ya plasmada en el camino
que a veces,
corremos el riesgo de sentirnos de más,
de sobra,
creaciones numeradas, inservibles
e incapaces de algo nuevo
y perdemos la consciencia de la novedad:
¡Somos únicos!
Y, constantemente,

nos estamos yendo...

"Se precisa la irrupción de la aurora
para entender la belleza de la mortalidad."

Si, si apreciaramos el immeasurable aporte de la presencia wue cada uno de nosotros es, la unicidad que somos.

María Inés, que noble poema nos regalas hoy! Gran perspicacia y diria, Amor. Amor a si mismo, a los demas y al inigualable e irreplicable momento de nuestras vidas.Te felicito por una obra de absoluta belleza!
Abrazos, ERA

Gracias ERA. Tus comentarios siempre son muy generosos. Los valoro y guardo con afecto. Un fuerte abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amiga María Inés.
Abrazos.

Gracias Rafel. Recibí mi afecto.

Cuántos hermosos versos que invitan a reflexionar para salir reconfortado, posicionado en bondad.
Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Cuántos hermosos versos que invitan a reflexionar para salir reconfortado, posicionado en bondad.
Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Muchas gracias Pilar. De eso se trata. Un fuerte abrazo.

[quote="María Inés Iacometti]

Buen trabajo María Inés, un placer recorrer tus versos.
Un abrazo.

Marisa Peral escribió:[quote="María Inés Iacometti]

Buen trabajo María Inés, un placer recorrer tus versos.
Un abrazo.

[/quote]

Muchas gracias Marisa por dejar tu comentario. Un gran abrazo.