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Re: Ven a corregir mi olvido

Publicado: Jue, 22 Sep 2022 13:07
por F. Enrique
Sólo he amado a una mujer; (somos más viejos y sinceros -. Bunbury?¿) Las otras historias no quiero recordarlas, son una invención poétca del Margarit que tiembla como un adolescente despistado y sin peinar en un poema ¡ay de aquel que no perdió una casa por amor!

Tu poema es posesivo como un artículo que no encuentra definición,una aventura deslumbrante en nombre del amor o de su ausencia. Veo a ,Rita cómo una cantante callejera acompañándose de su guitarra y su amargura echándole la culpa de todo a las curvas de Mame.

Con aportaciones valientes como esta vamos a tener que empezar a pensar en el poema del año.

Un abrazo. Volveré otra vez. Lo dijo Lennon.

Re: Ven a corregir mi olvido

Publicado: Mié, 28 Sep 2022 23:48
por xaime oroza carballo
Armilo Brotón escribió: Dom, 19 May 2019 19:54
Y si dices o te digo:

—Santi, ¿qué pasó
con aquellos cigarros? Sin manos
apretaban la tarde, el humo del tío Fernando.
Me respondes:
—Te dije que eran gatillo de Estif Macuín,
una pelea a muerte
contra los hombros y un destino:
también fuimos padres.

Los curas vivieron la hostia y nosotros,
unos postulantes,
aquel seminario de dudas;
como un jarro herido
en la boca de Rita Jaiguor, nos echaron de vino:
los años hicieron leche al camaleón,
nuestra idea un mundo
en el que siempre había playa de incienso absoluto;
siempre una piel hermosa
en el mimbre de papá,
que gritaba desde la otra ventana:
“No se puede desterrar a la primavera
para llenar de sombras el olvido.”
Qué razón tenía:
he llorado mucho tu ausencia
entre los refugios de la calle.

Desde Torrevieja, las habaneras me hicieron
América. Un día que ya no volví
a nuestra cabaña.

Y si el tiempo pasa,
—Santi, ¿y si ya te has ido,
qué hago con estos versos que fluyeron
desde los lagrimales de Orihuela?
Lo que siempre me has dicho:
—No más que emborracharte otra vez.
Te pido: sigue luchando.

Sabes que me gusta el color de tu pelo,
esa forma de evaporar en el pañuelo
la risa; me haces llorar de alegría.
Y volar,
hasta que la madrugada me detiene,
casi siempre a las cinco,
para pedirme santo y seña:
sólo con decir que soy tu hermano
el cielo me disculpa.


—Y si te digo:
¿qué pasa con los niños que lloran antes de la preñez?
—¡Vete a tomar por culo Miguel! Me voy otra vez.

¡Yo no sé qué daría porque vivieras tú!

Hno Renato Vega
No lo había leído antes, perdón.
Eres una bestia genial, hermano Renato!, perdón.
Derroche de fluidez en la descripción del amor fraterno, mutuo, sincero, en tu poema escalofriante, que voy a compartir con mi hermano "legítimo". Hace nueve años que no nos vemos y sólo nos llamamos dos veces al año con esa misma tesitura.

Gracias por tanta belleza.

Fonda, moi fonda aperta, irmao.

Re: Ven a corregir mi olvido

Publicado: Jue, 29 Sep 2022 9:14
por F. Enrique
Un niño muerto antes de nacer, Steve McQueen atado a su huida perpetua, Miguel evocando las lágrimas de quien era todo corazón,Gilda representándonos la tristeza inherente al amor verdadero. Como diría Sabina; cuentas más de lo que dices, pero dices la verdad.


Imponente. Un abrazo.

Re: Ven a corregir mi olvido

Publicado: Jue, 29 Sep 2022 11:34
por Mirta Elena Tessio
Armilo Brotón escribió: Dom, 19 May 2019 19:54
Y si dices o te digo:

—Santi, ¿qué pasó
con aquellos cigarros? Sin manos
apretaban la tarde, el humo del tío Fernando.
Me respondes:
—Te dije que eran gatillo de Estif Macuín,
una pelea a muerte
contra los hombros y un destino:
también fuimos padres.

Los curas vivieron la hostia y nosotros,
unos postulantes,
aquel seminario de dudas;
como un jarro herido
en la boca de Rita Jaiguor, nos echaron de vino:
los años hicieron leche al camaleón,
nuestra idea un mundo
en el que siempre había playa de incienso absoluto;
siempre una piel hermosa
en el mimbre de papá,
que gritaba desde la otra ventana:
“No se puede desterrar a la primavera
para llenar de sombras el olvido.”
Qué razón tenía:
he llorado mucho tu ausencia
entre los refugios de la calle.

Desde Torrevieja, las habaneras me hicieron
América. Un día que ya no volví
a nuestra cabaña.

Y si el tiempo pasa,
—Santi, ¿y si ya te has ido,
qué hago con estos versos que fluyeron
desde los lagrimales de Orihuela?
Lo que siempre me has dicho:
—No más que emborracharte otra vez.
Te pido: sigue luchando.

Sabes que me gusta el color de tu pelo,
esa forma de evaporar en el pañuelo
la risa; me haces llorar de alegría.
Y volar,
hasta que la madrugada me detiene,
casi siempre a las cinco,
para pedirme santo y seña:
sólo con decir que soy tu hermano
el cielo me disculpa.


—Y si te digo:
¿qué pasa con los niños que lloran antes de la preñez?
—¡Vete a tomar por culo Miguel! Me voy otra vez.

¡Yo no sé qué daría porque vivieras tú!

Hno Renato Vega
El poema es para aquellos sensible que buscan en la poesía del otro lo que buscan para sí mismo.
Es lo que me ha pasado al leer.
Hay tanto por leer dentro del mismo poema. Te agradezco que lo compartas. Saludos estimado Armilo.-

Re: Ven a corregir mi olvido

Publicado: Mar, 15 Nov 2022 19:12
por Hallie Hernández Alfaro
Armilo Brotón escribió: Dom, 19 May 2019 19:54
Y si dices o te digo:

—Santi, ¿qué pasó
con aquellos cigarros? Sin manos
apretaban la tarde, el humo del tío Fernando.
Me respondes:
—Te dije que eran gatillo de Estif Macuín,
una pelea a muerte
contra los hombros y un destino:
también fuimos padres.

Los curas vivieron la hostia y nosotros,
unos postulantes,
aquel seminario de dudas;
como un jarro herido
en la boca de Rita Jaiguor, nos echaron de vino:
los años hicieron leche al camaleón,
nuestra idea un mundo
en el que siempre había playa de incienso absoluto;
siempre una piel hermosa
en el mimbre de papá,
que gritaba desde la otra ventana:
“No se puede desterrar a la primavera
para llenar de sombras el olvido.”
Qué razón tenía:
he llorado mucho tu ausencia
entre los refugios de la calle.

Desde Torrevieja, las habaneras me hicieron
América. Un día que ya no volví
a nuestra cabaña.

Y si el tiempo pasa,
—Santi, ¿y si ya te has ido,
qué hago con estos versos que fluyeron
desde los lagrimales de Orihuela?
Lo que siempre me has dicho:
—No más que emborracharte otra vez.
Te pido: sigue luchando.

Sabes que me gusta el color de tu pelo,
esa forma de evaporar en el pañuelo
la risa; me haces llorar de alegría.
Y volar,
hasta que la madrugada me detiene,
casi siempre a las cinco,
para pedirme santo y seña:
sólo con decir que soy tu hermano
el cielo me disculpa.


—Y si te digo:
¿qué pasa con los niños que lloran antes de la preñez?
—¡Vete a tomar por culo Miguel! Me voy otra vez.

¡Yo no sé qué daría porque vivieras tú!

Hno Renato Vega
Sube para deleite de todos.

Abrazo grande, amigo.