Editorial Alaire

Una reja sin nadie me encarcela,
llama a mi corazón y lo hace añicos
tras un mirar de negros abanicos
y caliente rumor de noche en vela.

Pura ilusión que trina lo que anhela
soy en inspiración de hirientes picos;
temblor de fantasmales vilanicos
por magnéticas voces a capela.

Granada se desnuda en sus jardines,
trunca su talle en pulsos afinados.
Sueño del mar, nostalgia de la sierra.

Tuna, tunante, pasto de adoquines:
derramarás tus cantos jazminados
en el oscuro cáliz de la tierra.

Pablo Rodríguez Cantos escribió:Una reja sin nadie me encarcela,
llama a mi corazón y lo hace añicos
tras un mirar de negros abanicos
y caliente rumor de noche en vela.

Pura ilusión que trina lo que anhela
soy en inspiración de hirientes picos;
temblor de fantasmales vilanicos
por magnéticas voces a capela.

Granada se desnuda en sus jardines,
trunca su talle en pulsos afinados.
Sueño del mar, nostalgia de la sierra.

Tuna, tunante, pasto de adoquines:
derramarás tus cantos jazminados
en el oscuro cáliz de la tierra.

Elocuente y bello soneto, Pablo. La fluidez de tus versos es evidente y satisface. ERA

Hermoso e interesante trabajo, amigo Pablo, que considero de los mejores sonetos que te he leído.
Felicidades.
Abrazos.

Pablo, un magnifico soneto, , verso por verso , descubro la belleza. Coincido con Rafel, de los mejores sonetos que te he leido. Mois abrazos.

Muchas gracias por vuestros comentarios. Yo siempre había pensado que este soneto está muy cerca de lo tópico; me alegra que os haya gustado. Saludos.