Mar-remoto

[Ricardo López Castro.]

Un dragón resuella en una jaula vacía,
mientras se me hacen agua las amídalas,
acicalo muñecas con toalleros
solo al caer el alba sobre el ocaso,
los disléxicos emprenden cosmovisiones,
las lámparas sin luz son las que más brillan,
escritorios que levitan igual que una encomienda,
discursivo amorío -las palabras nunca se las lleva el viento. Si me quieres yo te quiero. Si me hieres, yo te hiero.-
El holograma de mi abuela no la deja descansar en paz.
Recordatorios y calendarios sin fin.
Ellos son los amos del universo.
¿A mí?
A mí se me desnucan las rodillas.
Me escapo de los juegos infantiles.
En las calles avenidas por la atmósfera -porque hay dos atmósferas, como mínimísimo.-,
reyes que rinden pleitesía a las doncellas.
Trofeos aparte, nadie ha demostrado hasta el momento inteligencia.
No se encuentran conmigo, quizá, que callo.
El Internet está plagado y plagiado.
Es una forma atractiva de instruírse en modas y tendencias.
Pagas tu mensualidad, y listo.
Las mujeres juegan con los hombres que pueden soportarlo.
... juegan con los hombres que pueden recordarlo.
El sonido viaja en un carro de estrellas y estrellados.
Hay ballenas que me acaparan y que aún no han ovulado.
¿Por qué siempre me toca bailar con la más fea?
Se pregunta el paciente, tras un intento de suicidio.
¡Dios me dijo que lo hiciera!
Escoltado por la pasma.
¿Quién inventó los derechos y las palabras?
¡Antes se justificaban con Satán!
Ahora lo entiendo, los tiempos no han cambiado.
Solo bebo de un botijo sin asas ni boca.
¡Llueve! Diréis.
El agua que llega a los charcos nunca los desborda.
Puedo llevar a Dios, o un best seller en el bolsillo
-Yo sé que me creen. No se preocupen por ello.
Mientras la mente me juega una mala pasada, el engranaje está pasado de rosca.-.
Adoro los límpidos resplandores que me teletransportan a mí mismo.
No me ha matado nada que yo sepa, pero de mi sabiduría he aprendido poco o nada
-Vienen nuevos retos, y los muertos matan a los vivos.
¿Cómo es esto posible, si ayer dejé mi sudario a secar?-.
¿Por qué hacer de lo incomprensible algo funesto?
Ella lo entenderá.
Pongo todo en sus manos
-Mientras, vacío el océano en mis cuencas.-

[E. R. Aristy]

Un dragón resuella en una jaula vacía,
mientras se me hacen agua las amídalas,
acicalo muñecas con toalleros
solo al caer el alba sobre el ocaso,
los disléxicos emprenden cosmovisiones,
las lámparas sin luz son las que más brillan,
escritorios que levitan igual que una encomienda,
discursivo amorío -las palabras nunca se las lleva el viento. Si me quieres yo te quiero. Si me hieres, yo te hiero.-
El holograma de mi abuela no la deja descansar en paz.
Recordatorios y calendarios sin fin.
Ellos son los amos del universo.
¿A mí?
A mí se me desnucan las rodillas.
Me escapo de los juegos infantiles.
En las calles avenidas por la atmósfera -porque hay dos atmósferas, como mínimísimo.-,
reyes que rinden pleitesía a las doncellas.
Trofeos aparte, nadie ha demostrado hasta el momento inteligencia.
No se encuentran conmigo, quizá, que callo.
El Internet está plagado y plagiado.
Es una forma atractiva de instruírse en modas y tendencias.
Pagas tu mensualidad, y listo.
Las mujeres juegan con los hombres que pueden soportarlo.
... juegan con los hombres que pueden recordarlo.
El sonido viaja en un carro de estrellas y estrellados.
Hay ballenas que me acaparan y que aún no han ovulado.
¿Por qué siempre me toca bailar con la más fea?
Se pregunta el paciente, tras un intento de suicidio.
¡Dios me dijo que lo hiciera!
Escoltado por la pasma.
¿Quién inventó los derechos y las palabras?
¡Antes se justificaban con Satán!
Ahora lo entiendo, los tiempos no han cambiado.
Solo bebo de un botijo sin asas ni boca.
¡Llueve! Diréis.
El agua que llega a los charcos nunca los desborda.
Puedo llevar a Dios, o un best seller en el bolsillo
-Yo sé que me creen. No se preocupen por ello.
Mientras la mente me juega una mala pasada, el engranaje está pasado de rosca.-.
Adoro los límpidos resplandores que me teletransportan a mí mismo.
No me ha matado nada que yo sepa, pero de mi sabiduría he aprendido poco o nada
-Vienen nuevos retos, y los muertos matan a los vivos.
¿Cómo es esto posible, si ayer dejé mi sudario a secar?-.
¿Por qué hacer de lo incomprensible algo funesto?
Ella lo entenderá.
Pongo todo en sus manos
-Mientras, vacío el océano en mis cuencas.-

Este maremoto debe de tener un orígen o lo que te pasa es de verdad y es serio. o lo que te pasa es falso y es serio. Pero más que "serio", "verdadero" o "falso", no es nuevo en la revelación de lo que es humano. Es de gran valor!


"llega a ser lo que se es"

Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
de Friedrich Nietzsche

Género
Filosofía, autobiografía y ensayo
Tema(s)
Filosofía
Edición original en alemán
Título original
Ecce Homo: Wie man wird, was man ist
Cubierta
Henry van de Velde
País
Alemania
Fecha de publicación
1908
Formato
Tapa dura
Serie
El Anticristo
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
Nietzsche contra Wagner


Para otros usos de este término, véase Ecce homo (desambiguación).
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (alemán: Ecce homo. Wie man wird, was man ist, 1888) es uno de los últimos libros del filósofo alemán Friedrich Nietzsche y está considerado como uno de los más agudos y desesperados retratos autobiográficos de la literatura moderna.
En él, Nietzsche, casi al borde de la crisis que le llevará a ser internado en un hospital psiquiátrico, pretende realizar un último intento por dar a conocer su filosofía, presentándose a sí mismo como autor de las obras que, según él, cambiarían la historia del pensamiento y quizá el curso de la Historia misma. El filósofo alemán se descubre a sí mismo como portador y emblema del valor dicotómico que distingue su filosofía: describe y relee toda su vida bajo la feliz óptica de lo dionisiaco. En este sentido, terminará su autobiografía con una pregunta: "¿Cristo o Dioniso?", identificando al Cristianismo con la negación extrema de los valores vitales postulados por él en su concepción del Übermensch (superhombre o suprahombre).
Nietzsche en una parte de la obra, se declara mensajero del Apocalipsis, que define como una guerra espiritual entre la mentira milenaria, cristianismo, y la verdad eterna, la voluntad de poder o simplemente voluntad, y que según Nietzsche, influido por Schopenhauer, es el grado de espíritu más alto. Afirma que llegada esa hora primero sucederían guerras como nunca antes vistas en la tierra y terremotos y espasmos que destruirían todas las instituciones de poder que para él es la burocracia cristiana.
Nietzsche, cita en éste libro:
1​Yo contradigo como jamás se ha contradicho y soy, a pesar de ello, la antítesis de un espíritu que dice no. Yo soy un alegre mensajero como no ha habido ningún otro, conozco tareas tan elevadas que hasta ahora faltaba el concepto para comprenderlas; sólo a partir de mí existen de nuevo esperanzas. A pesar de todo esto, yo soy también, necesariamente, el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entable lucha con la mentira de milenios tendremos conmociones, un espasmo de terremotos, un desplazamiento de montañas y valles como nunca se había soñado. El concepto de política queda entonces totalmente absorbido en una guerra de los espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltan por el aire; todas ellas se basan en la mentira: habrá guerras como jamás las ha habido en la Tierra. Sólo a partir de mí existe en la Tierra la gran política.
2
¿Se quiere una fórmula de un destino como ése, que se hace hombre? Se encuentra en mi Zaratustra.
Ecce homo es quizá uno de los intentos más conscientemente escandalosos y provocadores de toda la obra de Nietzsche, quien con sus hipérboles buscaba desquiciar el puritanismo creciente de la mentalidad europea de aquel periodo. Este libro contó entre sus admiradores al mismo Sigmund Freud, que animó a sus colegas, en una de las reuniones de la recién nacida Sociedad de Psicología, a no pasarlo por alto y a considerar la profunda e impresionante lucidez que emana de la obra.

[Ricardo López Castro.]

Un dragón resuella en una jaula vacía,
mientras se me hacen agua las amídalas,
acicalo muñecas con toalleros
solo al caer el alba sobre el ocaso,
los disléxicos emprenden cosmovisiones,
las lámparas sin luz son las que más brillan,
escritorios que levitan igual que una encomienda,
discursivo amorío -las palabras nunca se las lleva el viento. Si me quieres yo te quiero. Si me hieres, yo te hiero.-
El holograma de mi abuela no la deja descansar en paz.
Recordatorios y calendarios sin fin.
Ellos son los amos del universo.
¿A mí?
A mí se me desnucan las rodillas.
Me escapo de los juegos infantiles.
En las calles avenidas por la atmósfera -porque hay dos atmósferas, como mínimísimo.-,
reyes que rinden pleitesía a las doncellas.
Trofeos aparte, nadie ha demostrado hasta el momento inteligencia.
No se encuentran conmigo, quizá, que callo.
El Internet está plagado y plagiado.
Es una forma atractiva de instruírse en modas y tendencias.
Pagas tu mensualidad, y listo.
Las mujeres juegan con los hombres que pueden soportarlo.
... juegan con los hombres que pueden recordarlo.
El sonido viaja en un carro de estrellas y estrellados.
Hay ballenas que me acaparan y que aún no han ovulado.
¿Por qué siempre me toca bailar con la más fea?
Se pregunta el paciente, tras un intento de suicidio.
¡Dios me dijo que lo hiciera!
Escoltado por la pasma.
¿Quién inventó los derechos y las palabras?
¡Antes se justificaban con Satán!
Ahora lo entiendo, los tiempos no han cambiado.
Solo bebo de un botijo sin asas ni boca.
¡Llueve! Diréis.
El agua que llega a los charcos nunca los desborda.
Puedo llevar a Dios, o un best seller en el bolsillo
-Yo sé que me creen. No se preocupen por ello.
Mientras la mente me juega una mala pasada, el engranaje está pasado de rosca.-.
Adoro los límpidos resplandores que me teletransportan a mí mismo.
No me ha matado nada que yo sepa, pero de mi sabiduría he aprendido poco o nada
-Vienen nuevos retos, y los muertos matan a los vivos.
¿Cómo es esto posible, si ayer dejé mi sudario a secar?-.
¿Por qué hacer de lo incomprensible algo funesto?
Ella lo entenderá.
Pongo todo en sus manos
-Mientras, vacío el océano en mis cuencas.-

Este maremoto debe de tener un orígen o lo que te pasa es de verdad y es serio. o lo que te pasa es falso y es serio. Pero más que "serio", "verdadero" o "falso", no es nuevo en la revelación de lo que es humano. Es de gran valor!


"llega a ser lo que se es"

Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
de Friedrich Nietzsche

Género
Filosofía, autobiografía y ensayo
Tema(s)
Filosofía
Edición original en alemán
Título original
Ecce Homo: Wie man wird, was man ist
Cubierta
Henry van de Velde
País
Alemania
Fecha de publicación
1908
Formato
Tapa dura
Serie
El Anticristo
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
Nietzsche contra Wagner


Para otros usos de este término, véase Ecce homo (desambiguación).
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (alemán: Ecce homo. Wie man wird, was man ist, 1888) es uno de los últimos libros del filósofo alemán Friedrich Nietzsche y está considerado como uno de los más agudos y desesperados retratos autobiográficos de la literatura moderna.
En él, Nietzsche, casi al borde de la crisis que le llevará a ser internado en un hospital psiquiátrico, pretende realizar un último intento por dar a conocer su filosofía, presentándose a sí mismo como autor de las obras que, según él, cambiarían la historia del pensamiento y quizá el curso de la Historia misma. El filósofo alemán se descubre a sí mismo como portador y emblema del valor dicotómico que distingue su filosofía: describe y relee toda su vida bajo la feliz óptica de lo dionisiaco. En este sentido, terminará su autobiografía con una pregunta: "¿Cristo o Dioniso?", identificando al Cristianismo con la negación extrema de los valores vitales postulados por él en su concepción del Übermensch (superhombre o suprahombre).
Nietzsche en una parte de la obra, se declara mensajero del Apocalipsis, que define como una guerra espiritual entre la mentira milenaria, cristianismo, y la verdad eterna, la voluntad de poder o simplemente voluntad, y que según Nietzsche, influido por Schopenhauer, es el grado de espíritu más alto. Afirma que llegada esa hora primero sucederían guerras como nunca antes vistas en la tierra y terremotos y espasmos que destruirían todas las instituciones de poder que para él es la burocracia cristiana.
Nietzsche, cita en éste libro:
1​Yo contradigo como jamás se ha contradicho y soy, a pesar de ello, la antítesis de un espíritu que dice no. Yo soy un alegre mensajero como no ha habido ningún otro, conozco tareas tan elevadas que hasta ahora faltaba el concepto para comprenderlas; sólo a partir de mí existen de nuevo esperanzas. A pesar de todo esto, yo soy también, necesariamente, el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entable lucha con la mentira de milenios tendremos conmociones, un espasmo de terremotos, un desplazamiento de montañas y valles como nunca se había soñado. El concepto de política queda entonces totalmente absorbido en una guerra de los espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltan por el aire; todas ellas se basan en la mentira: habrá guerras como jamás las ha habido en la Tierra. Sólo a partir de mí existe en la Tierra la gran política.
2
¿Se quiere una fórmula de un destino como ése, que se hace hombre? Se encuentra en mi Zaratustra.
Ecce homo es quizá uno de los intentos más conscientemente escandalosos y provocadores de toda la obra de Nietzsche, quien con sus hipérboles buscaba desquiciar el puritanismo creciente de la mentalidad europea de aquel periodo. Este libro contó entre sus admiradores al mismo Sigmund Freud, que animó a sus colegas, en una de las reuniones de la recién nacida Sociedad de Psicología, a no pasarlo por alto y a considerar la profunda e impresionante lucidez que emana de la obra.

Yo creía que estaba basado en desamores.
Pero la realidad es que en toda mi vida nadie ha conseguido cambiarme ni inculcarme algo de valor.

[E. R. Aristy]

Un dragón resuella en una jaula vacía,
mientras se me hacen agua las amídalas,
acicalo muñecas con toalleros
solo al caer el alba sobre el ocaso,
los disléxicos emprenden cosmovisiones,
las lámparas sin luz son las que más brillan,
escritorios que levitan igual que una encomienda,
discursivo amorío -las palabras nunca se las lleva el viento. Si me quieres yo te quiero. Si me hieres, yo te hiero.-
El holograma de mi abuela no la deja descansar en paz.
Recordatorios y calendarios sin fin.
Ellos son los amos del universo.
¿A mí?
A mí se me desnucan las rodillas.
Me escapo de los juegos infantiles.
En las calles avenidas por la atmósfera -porque hay dos atmósferas, como mínimísimo.-,
reyes que rinden pleitesía a las doncellas.
Trofeos aparte, nadie ha demostrado hasta el momento inteligencia.
No se encuentran conmigo, quizá, que callo.
El Internet está plagado y plagiado.
Es una forma atractiva de instruírse en modas y tendencias.
Pagas tu mensualidad, y listo.
Las mujeres juegan con los hombres que pueden soportarlo.
... juegan con los hombres que pueden recordarlo.
El sonido viaja en un carro de estrellas y estrellados.
Hay ballenas que me acaparan y que aún no han ovulado.
¿Por qué siempre me toca bailar con la más fea?
Se pregunta el paciente, tras un intento de suicidio.
¡Dios me dijo que lo hiciera!
Escoltado por la pasma.
¿Quién inventó los derechos y las palabras?
¡Antes se justificaban con Satán!
Ahora lo entiendo, los tiempos no han cambiado.
Solo bebo de un botijo sin asas ni boca.
¡Llueve! Diréis.
El agua que llega a los charcos nunca los desborda.
Puedo llevar a Dios, o un best seller en el bolsillo
-Yo sé que me creen. No se preocupen por ello.
Mientras la mente me juega una mala pasada, el engranaje está pasado de rosca.-.
Adoro los límpidos resplandores que me teletransportan a mí mismo.
No me ha matado nada que yo sepa, pero de mi sabiduría he aprendido poco o nada
-Vienen nuevos retos, y los muertos matan a los vivos.
¿Cómo es esto posible, si ayer dejé mi sudario a secar?-.
¿Por qué hacer de lo incomprensible algo funesto?
Ella lo entenderá.
Pongo todo en sus manos
-Mientras, vacío el océano en mis cuencas.-

Este maremoto debe de tener un orígen o lo que te pasa es de verdad y es serio. o lo que te pasa es falso y es serio. Pero más que "serio", "verdadero" o "falso", no es nuevo en la revelación de lo que es humano. Es de gran valor!


"llega a ser lo que se es"

Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
de Friedrich Nietzsche

Género
Filosofía, autobiografía y ensayo
Tema(s)
Filosofía
Edición original en alemán
Título original
Ecce Homo: Wie man wird, was man ist
Cubierta
Henry van de Velde
País
Alemania
Fecha de publicación
1908
Formato
Tapa dura
Serie
El Anticristo
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es
Nietzsche contra Wagner


Para otros usos de este término, véase Ecce homo (desambiguación).
Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (alemán: Ecce homo. Wie man wird, was man ist, 1888) es uno de los últimos libros del filósofo alemán Friedrich Nietzsche y está considerado como uno de los más agudos y desesperados retratos autobiográficos de la literatura moderna.
En él, Nietzsche, casi al borde de la crisis que le llevará a ser internado en un hospital psiquiátrico, pretende realizar un último intento por dar a conocer su filosofía, presentándose a sí mismo como autor de las obras que, según él, cambiarían la historia del pensamiento y quizá el curso de la Historia misma. El filósofo alemán se descubre a sí mismo como portador y emblema del valor dicotómico que distingue su filosofía: describe y relee toda su vida bajo la feliz óptica de lo dionisiaco. En este sentido, terminará su autobiografía con una pregunta: "¿Cristo o Dioniso?", identificando al Cristianismo con la negación extrema de los valores vitales postulados por él en su concepción del Übermensch (superhombre o suprahombre).
Nietzsche en una parte de la obra, se declara mensajero del Apocalipsis, que define como una guerra espiritual entre la mentira milenaria, cristianismo, y la verdad eterna, la voluntad de poder o simplemente voluntad, y que según Nietzsche, influido por Schopenhauer, es el grado de espíritu más alto. Afirma que llegada esa hora primero sucederían guerras como nunca antes vistas en la tierra y terremotos y espasmos que destruirían todas las instituciones de poder que para él es la burocracia cristiana.
Nietzsche, cita en éste libro:
1​Yo contradigo como jamás se ha contradicho y soy, a pesar de ello, la antítesis de un espíritu que dice no. Yo soy un alegre mensajero como no ha habido ningún otro, conozco tareas tan elevadas que hasta ahora faltaba el concepto para comprenderlas; sólo a partir de mí existen de nuevo esperanzas. A pesar de todo esto, yo soy también, necesariamente, el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entable lucha con la mentira de milenios tendremos conmociones, un espasmo de terremotos, un desplazamiento de montañas y valles como nunca se había soñado. El concepto de política queda entonces totalmente absorbido en una guerra de los espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltan por el aire; todas ellas se basan en la mentira: habrá guerras como jamás las ha habido en la Tierra. Sólo a partir de mí existe en la Tierra la gran política.
2
¿Se quiere una fórmula de un destino como ése, que se hace hombre? Se encuentra en mi Zaratustra.
Ecce homo es quizá uno de los intentos más conscientemente escandalosos y provocadores de toda la obra de Nietzsche, quien con sus hipérboles buscaba desquiciar el puritanismo creciente de la mentalidad europea de aquel periodo. Este libro contó entre sus admiradores al mismo Sigmund Freud, que animó a sus colegas, en una de las reuniones de la recién nacida Sociedad de Psicología, a no pasarlo por alto y a considerar la profunda e impresionante lucidez que emana de la obra.

Yo creía que estaba basado en desamores.
Pero la realidad es que en toda mi vida nadie ha conseguido cambiarme ni inculcarme algo de valor.

El otro día vi un video de un niño de Siria que fue victima de un bombardeo. Despertó en un hospital en los brazos de su padre. Su reacción fue desgarradora al darse cuenta que había perdido los ojos y las manos. Su padre lo carga y saca de la cama y ambos están perdidos en un desgarrador dolor, el padre por querer consolar lo inconsolable es el Amor. El Amor viene de muchas formas a la pista del despegue , sí Ricardo, El Amor es el Valor.

[Ricardo López Castro.]

¿Insinuas que en mis letras hay amor?

[E. R. Aristy]

¿Insinuas que en mis letras hay amor?

Vértigo

A Ricardo Lopez Castro

El ojo de la tormenta es un agujero negro.
Nos da una milésima de pánico
suficiente para mostrarnos fuerzas mayores que nos arrastran consigo
a la erradicación.

En ese fragmento del segundo
todo lazo queda disuelto a lo imposible.
Dios es un imposible y sin embargo,
el flujo de creación emana y nos bautiza con su fuego.
Nacer y morir,
qué otro evento inflama la chispa de las ramas secas?
Qué accidente hemos sido para causar
La arquitectura de una simple semilla en el viento?
Ve y sé, humano.

El verso frágil oscila en la anulación de vigas
suspendidas , nos afirma
hemisferios asombrosos.

E.R. Aristy

[Ricardo López Castro.]

A ERA:

Sin los diversos cauces del pensamiento humano,
No existiría Dios ni en la memoria,
Obligados al flujo de la historia,
gobernamos con sangre de tirano

cada brizna de luz -inmaculada escoria-
porque el hombre no puede con su mano
alcanzar la poesía, mas nombra a Dios en vano,
con poderes intenta corresponder la gloria

a aquel que un día fue su ambiente residual,
y como residuales fluidos ha transgredido
Lo que ni en un millón de vidas lo hará igual

siquiera semejante, de lejos parecido,
de cerca obnubilado, hondo o superficial.
"Dios es un pensamiento único, no manido."

Él conduce hacia el mal
y todos le persiguen sin saberlo.
"Para creer en Dios primero habrá que verlo."

[E. R. Aristy]

A ERA:

Sin los diversos cauces del pensamiento humano,
No existiría Dios ni en la memoria,
Obligados al flujo de la historia,
gobernamos con sangre de tirano

cada brizna de luz -inmaculada escoria-
porque el hombre no puede con su mano
alcanzar la poesía, mas nombra a Dios en vano,
con poderes intenta corresponder la gloria

a aquel que un día fue su ambiente residual,
y como residuales fluidos ha transgredido
Lo que ni en un millón de vidas lo hará igual

siquiera semejante, de lejos parecido,
de cerca obnubilado, hondo o superficial.
"Dios es un pensamiento único, no manido."

Él conduce hacia el mal
y todos le persiguen sin saberlo.
"Para creer en Dios primero habrá que verlo."

Me conmueve la belleza de tu poema, Ricardo. Lo recibo en mi corazón ciego, pero vivo! E. R. A.