Editorial Alaire

I

Estoy buscando un fósil y no encuentro
nada antiguo, ya muerto en el almario,
aún sangran las letras de mi diario
y tiño con su rojo mi epicentro.

Se me remueven los fantasmas dentro
y no acumula polvo mi bestiario:
un volcán, un instinto temerario
de faquir cercenado por el centro.

Están vivos, colean mis gusanos;
mis fuegos, mis parásitos troyanos,
mis tenias del dolor que se alimentan

con lava incandescente y con los rotos
de espíritus rebeldes y devotos.
Son versos que se pudren y fermentan.


II


Pese a todo, mi centro se remueve.
Aunque parezca roto, anquilosado
bajo la decadencia del pasado,
aunque el mudo latido no lo pruebe,

aunque no haya quien tierna lo compruebe
con su mejilla sobre el silenciado
y dolorido músculo. Cansado,
pero vital, mi corazón se atreve

a rebelarse contra mí con rabia:
no muriendo, irrigando con su savia
a un cerebro miedoso y sometido.

En la razón de sinrazones vive
el impulso constante que prohíbe
frenarse al creador amortecido.

Es la primera vez que te leo y me han gustado tus sonetos; tienen soltura y no suenan a lo muchas veces "remanido" de la estrofa estrella de la poesía.

Todo un placer de lectura.

Bienvenido al foro.

Un abrazo.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Es la primera vez que te leo y me han gustado tus sonetos; tienen soltura y no suenan a lo muchas veces "remanido" de la estrofa estrella de la poesía.

Todo un placer de lectura.

Bienvenido al foro.

Un abrazo.

Gracias, J.J. Por la bienvenida y el comentario sobre mis sonetos. Le he dado muchas vueltas a la estructura y siempre hay algo.

Un abrazo.

Hola, Sergio. Me han gustado estos dos sonetos digamos complementarios. He tenido que leerlos despacio varias veces para apreciar conexiones muy sutiles en ellos y entre ellos. Me gusta más el primero, quizá porque en el segundo la correlación entre estrofas y enunciados es menor. Una curiosidad: ¿has contemplado en el primero la alternativa "sangran aún las letras de mi diario" para el tercer verso? Tal como tú lo has escrito obtienes un ritmo tambaleante que se apoya en un súbito hiato en "aún", un 236; la otra alternativa es un ritmo mucho estable, 146. Me gustaría saber cuál te parece más apropiada en este caso. Saludos.

Profundidaz y viveza se despliega el palpitar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Valle Oncina escribió:I

Estoy buscando un fósil y no encuentro
nada antiguo, ya muerto en el almario,
aún sangran las letras de mi diario
y tiño con su rojo mi epicentro.

Se me remueven los fantasmas dentro
y no acumula polvo mi bestiario:
un volcán, un instinto temerario
de faquir cercenado por el centro.

Están vivos, colean mis gusanos;
mis fuegos, mis parásitos troyanos,
mis tenias del dolor que se alimentan

con lava incandescente y con los rotos
de espíritus rebeldes y devotos.
Son versos que se pudren y fermentan.


II


Pese a todo, mi centro se remueve.
Aunque parezca roto, anquilosado
bajo la decadencia del pasado,
aunque el mudo latido no lo pruebe,

aunque no haya quien tierna lo compruebe
con su mejilla sobre el silenciado
y dolorido músculo. Cansado,
pero vital, mi corazón se atreve

a rebelarse contra mí con rabia:
no muriendo, irrigando con su savia
a un cerebro miedoso y sometido.

En la razón de sinrazones vive
el impulso constante que prohíbe
frenarse al creador amortecido.

Dónde más hemos de buscarnos sino en ese depositorio de los sentidos? Me gustaron ambos sonetos. Buen hacer, Valle. Creo que es los segundo que te leo, y quedo con ganas de leer más de tu poesía. Bienvenido a Alaire! E. R. Aristy

Bello e interesante trabajo, amigo Valle.
Abrazos.

Interesante este primer encuentro con tu poética. Me gustan los sonetos y estos tuyos están muy bien escritos. Bienvenido.
Un abrazo.
Pepa

Valle Oncina,

me gustan mucho estos dos sonetos, amigo. Me gusta mucho el uso del encabalgamiento inter e intraestrófico. Se necesita oficio para hacer eso bien y tu con consigues con maestría. Como ha dicho Ferreiro, la temática y el lenguaje se sale de lo manido del soneto.

Abrazos.

Pablo Rodríguez Cantos escribió:Hola, Sergio. Me han gustado estos dos sonetos digamos complementarios. He tenido que leerlos despacio varias veces para apreciar conexiones muy sutiles en ellos y entre ellos. Me gusta más el primero, quizá porque en el segundo la correlación entre estrofas y enunciados es menor. Una curiosidad: ¿has contemplado en el primero la alternativa "sangran aún las letras de mi diario" para el tercer verso? Tal como tú lo has escrito obtienes un ritmo tambaleante que se apoya en un súbito hiato en "aún", un 236; la otra alternativa es un ritmo mucho estable, 146. Me gustaría saber cuál te parece más apropiada en este caso. Saludos.

Hola, Pablo.

Interesante tu observación como siempre. No había pensado en cambiar ese orden, deteniéndome en ello encuentro ventajas y desventajas en las dos opciones. El aún comenzando el verso remarca más la separación con el verso anterior y da más importancia al momento actual.

Lo que propones con el cambio en el orden sintáctico mejora el ritmo del cuarteto y la sintaxis no se ve afectada para nada.

Creo que me quedo con la expresividad del aún sangran por encima de la musicalidad del sangran aún.


Saludos.

Lunamar Solano escribió:Profundidaz y viveza se despliega el palpitar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muchas gracias, Nancy.
Un gusto, un abrazo.

E. R. Aristy escribió:

Valle Oncina escribió:I

Estoy buscando un fósil y no encuentro
nada antiguo, ya muerto en el almario,
aún sangran las letras de mi diario
y tiño con su rojo mi epicentro.

Se me remueven los fantasmas dentro
y no acumula polvo mi bestiario:
un volcán, un instinto temerario
de faquir cercenado por el centro.

Están vivos, colean mis gusanos;
mis fuegos, mis parásitos troyanos,
mis tenias del dolor que se alimentan

con lava incandescente y con los rotos
de espíritus rebeldes y devotos.
Son versos que se pudren y fermentan.


II


Pese a todo, mi centro se remueve.
Aunque parezca roto, anquilosado
bajo la decadencia del pasado,
aunque el mudo latido no lo pruebe,

aunque no haya quien tierna lo compruebe
con su mejilla sobre el silenciado
y dolorido músculo. Cansado,
pero vital, mi corazón se atreve

a rebelarse contra mí con rabia:
no muriendo, irrigando con su savia
a un cerebro miedoso y sometido.

En la razón de sinrazones vive
el impulso constante que prohíbe
frenarse al creador amortecido.

Dónde más hemos de buscarnos sino en ese depositorio de los sentidos? Me gustaron ambos sonetos. Buen hacer, Valle. Creo que es los segundo que te leo, y quedo con ganas de leer más de tu poesía. Bienvenido a Alaire! E. R. Aristy

Muchas gracias, E.R Aristy.

A veces no encontramos lo que buscamos, pero siempre se busca y ese es el motor.
Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Bello e interesante trabajo, amigo Valle.
Abrazos.

Gracias por pasar a leerme, Rafel.

Abrazos.

Los dos me gustaron. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Josefa A. Sánchez escribió:Interesante este primer encuentro con tu poética. Me gustan los sonetos y estos tuyos están muy bien escritos. Bienvenido.
Un abrazo.
Pepa

Hola, Pepa, encantado. Gracias por pasar a leerme, publicaré más sonetos... me sobran aunque no todos sean buenos.

Un abrazo.