Acordeón y guitarra
Publicado: Lun, 06 May 2019 19:19
Acordeón malherido
que aúlla, más que acompaña;
el que sin pulmones quiere sonar como la guitarra
¡esa, que asoma a la vida!,
¡que sueña con las romanzas!;
y no sabe del vacío
del corazón quinceañero que anida en la mente rancia
ni del deseo que deambula tras unas sienes de plata;
de ese alma que la ansía,
con la ilusión encendida por ser algo más que amigo,
que no ve en amor delito si es que entre dos no hay porfia
y se comparte esperanza.
Es amor, en letras grandes;
sin la pasión de los años que moran en el recuerdo,
con la agonía y la angustia de divisar el destierro
en favor del principiante,
y el sabor de un nuevo anhelo.
No fue de nunca cobarde
¡que le pregunten al cielo!,
aunque sabe que esta guerra no es la lucha entre guerreros,
dará su vida y su sangre
por volverla a ver de nuevo.
Cayó vencida la noche por la espada de la aurora
mientras un viejo sillón se mece al son del que espera,
y se pregunta si es hoy el día que tanto anhela
para poder renacer de las cenizas que ahogan.
¡El miedo quedó sin sitio!,
¡el ansia pierde su forma!,
¡en busca de esa "guitarra" al infinito se asoma!
¡La presiente, ya está cerca!,
¡se hace el todo de la nada!;
como un niño ante un regalo sus pupilas se dilatan.
Y en el aire mustio y frío
de su alcoba soñadora tan ávida de mañanas,
queda un suspiro de alivio;
ya vuelve ... su niña a casa.
~~
que aúlla, más que acompaña;
el que sin pulmones quiere sonar como la guitarra
¡esa, que asoma a la vida!,
¡que sueña con las romanzas!;
y no sabe del vacío
del corazón quinceañero que anida en la mente rancia
ni del deseo que deambula tras unas sienes de plata;
de ese alma que la ansía,
con la ilusión encendida por ser algo más que amigo,
que no ve en amor delito si es que entre dos no hay porfia
y se comparte esperanza.
Es amor, en letras grandes;
sin la pasión de los años que moran en el recuerdo,
con la agonía y la angustia de divisar el destierro
en favor del principiante,
y el sabor de un nuevo anhelo.
No fue de nunca cobarde
¡que le pregunten al cielo!,
aunque sabe que esta guerra no es la lucha entre guerreros,
dará su vida y su sangre
por volverla a ver de nuevo.
Cayó vencida la noche por la espada de la aurora
mientras un viejo sillón se mece al son del que espera,
y se pregunta si es hoy el día que tanto anhela
para poder renacer de las cenizas que ahogan.
¡El miedo quedó sin sitio!,
¡el ansia pierde su forma!,
¡en busca de esa "guitarra" al infinito se asoma!
¡La presiente, ya está cerca!,
¡se hace el todo de la nada!;
como un niño ante un regalo sus pupilas se dilatan.
Y en el aire mustio y frío
de su alcoba soñadora tan ávida de mañanas,
queda un suspiro de alivio;
ya vuelve ... su niña a casa.
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