Editorial Alaire

I

Si pudiera recomponer tu rostro, Albar,
sedar con mis manos
tus doloridas vísceras,
colorear
la tez amarillenta de un rostro lacrado
tantos siglos por la cera del olvido,
hasta seguir la órbita estelar de una sonrisa
que atracó para siempre en el puerto
de tu inicial más pura...
Pero solo encuentro despedazados jirones
de existencia,
fragmentos de memoria
que no lograron jamás sumar un solo cuerpo:
el tuyo.

II

No lejos de ti
emergía una ciudad en blanco y negro,
una ciudad donde devotas sombras
cultivaban un hongo amargo
y daban de comer
su hiel
a las palomas.
Gárgolas de puño envuelto
en terciopelo
cincelaban los huesos
de la ira.

III

Un roble sostenía los muros del ocaso.
Sus raíces arraigaban
en las venas oscuras
del silencio
cuando la tarde acallaba sus sollozos.

IV

Mi crimen fue fundirme en el magma
de una muerte aparente,
disimular con un tamiz de indiferencia
todas las cicatrices.

V

El viento se alió con el agua
y una luna de julio esparció
su cálido fuego
sobre mí.
Una luna de julio
se sumergió
en mi ángulo de sombra,
y hoy le debo aquello que mi carne
no puede interpretar.
Atrapo
la ternura de un gesto,
cubro con ella las ausencias,
y me envuelvo
en su caparazón iridiscente
cuando la noche aprieta
mi garganta.

Ohh, sí, un oh sostenido y eufórico, querida Rosa.

Simbolismo de altísima factura defiende tu poema y lo engalana.

Para guardar, para volver a leer y para dejar las manos en el aplauso.

Abrazo y felicidad.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Ohh, sí, un oh sostenido y eufórico, querida Rosa.

Simbolismo de altísima factura defiende tu poema y lo engalana.

Para guardar, para volver a leer y para dejar las manos en el aplauso.

Abrazo y felicidad.

Mil gracias por ser tan generosa con mis intentos poéticos, querida amiga.

Un fuerte abrazo.

Para las noches muy negras, enfundarte tu camiseta preferida
de esas que cuentan historias y envolverte en una manta vieja.

Me encanta esa imagen, dar de comer a las palomas
me gustan los bancos y los parques, y los bancos con nombre.

Ahí acabaremos muchos, sentados en un banco de un parque,
o descalzos en el césped y tarareando una canción.

Aunque me temo que yo igual acabo comiéndome la comida de las pobres aves,
me gusta el pan y las chuches que le dan a las palomas y a los patos.

Y me gustó tu poema.
Un abrazo Rosa.

Profundidad sensible que se hace rotunda y sonora querida amiga...
Un gusto leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Versos hondos donde despliegas la belleza. Me gustó mucho el poema.
Abrazos
Pilar

Reverencia para este poema en cinco continuas entregas que hacen de la memoria juez y parte, doctor y paciente.
"Disimular las cicatrices", y una coraza anti sufrimiento como defensa... que no siempre nos indulta.
Uniendo estos magníficos fragmentos, te mando un abrazo, Rosa, y encantado de leerte.

Querida amiga, es un poderoso y magnifico poema, El puerto de tu inicial más pura...es tan hermoso lo que dices en este verso, Rosa... una luna de julio se sumergió en mi ángulo de sombra....encuentras el equilibrio ideal, todo el poema es de una riqueza metafórica que se sostiene en esos fragmentos de la memoria, la memoria que nos hace saber que existe el amor y lo que se supone que define a ciegas un alejamiento de nosotros mismos. Muchos abrazos, Rosa y felicitaciones.

Antonia Mauro escribió:Para las noches muy negras, enfundarte tu camiseta preferida
de esas que cuentan historias y envolverte en una manta vieja.

Me encanta esa imagen, dar de comer a las palomas
me gustan los bancos y los parques, y los bancos con nombre.

Ahí acabaremos muchos, sentados en un banco de un parque,
o descalzos en el césped y tarareando una canción.

Aunque me temo que yo igual acabo comiéndome la comida de las pobres aves,
me gusta el pan y las chuches que le dan a las palomas y a los patos.

Y me gustó tu poema.
Un abrazo Rosa.

Y a mí me gusta que vengas a contarme todas estas cosas que sientes y piensas. Te confieso que a mí también me encantan los parques y los pájaros.

Me alegra que te haya gustado este poema, Antonia.

Un abrazo.

Muy bello trabajo, amiga Rosa.
Felicidades.
Abrazos.

"Un roble sostenía los muros del ocaso.
Sus raíces arraigaban
en las venas oscuras
del silencio
cuando la tarde acallaba sus sollozos. "

Qué bárbaro todo el poema, compañera, me llevo esa estrofa que elegí
para enmarcar en la memoria. Qué lástima no poder extenderme...
Un placer de lectura, Rosa,
Un abrazo, amiga.

Rosa,

muy bellos estos fragmentos de memoria, amiga. Me parece un texto muy bien trabajado, muy cuidado. Me gusta mucho el ambiente legendario que consigues. El tono rememorativo, de evocadoras imágenes, se mantiene en alto a lo largo del texto, sin fisuras ni recortes fáciles.

A mí me gusta mucho.
Un abrazo.

Te felicito Rosa por este buen poema. Plagado de metáforas e imágenes. Un acierto pasar esta mañana por él.
Un abrazo.
J. Manuel