Editorial Alaire

Me ha encantado el poema, pero la segunda estrofa me ha llegado especialmente. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Qué idea tan brillante la de este verso: el cuerpo siempre excede la tierra que lo acoge. Es emocionante cuando el lenguaje transcribe el pensamiento y lo trasciende. Todo el poema envuelve, con aparente despreocupación, el eje fundamental: la consideración de ese doloroso amarillo que no es capaz de acoger tanta vida frente al contraste etéreo de esos negros voladores, apenas pinceladas que se transmutan en mancha de profundas sombras; caverna donde se produce la ignorancia y a la vez la creación.

Se pueden extraer muchas facetas de las ideas que, ya digo, envuelven el poema hasta construir el núcleo con ese verso feroz por intenso; pero, prefiero señalar la importancia de la lucidez que encierra.

Felicidades J.J. Un fuerte abrazo.
Ignacio

Qué difícil venir a comentar después de que lo haya hecho Ignacio, con ese magnífico comentario.

A mí lo que mejor se me da, mejor que comentar, es hacer el tonto y decir tonterías, pero aquí no procede.

Pues, si tengo que escoger, ese verso que él destaca es buenísimo, pero no vale repetir.

Me quedo con: "no hay ausencia que una mano y este: "interrumpir el corazón justo a la entrada de la puerta.

Un biquiño Sr. Ferreiro.

Imagina una piscina olímpica de chocolate...Pues eso.
Un abrazo.
Pepa

Pilar Morte escribió:Me ha encantado el poema, pero la segunda estrofa me ha llegado especialmente. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilariña, por abrir este tema de tan generosas maneras.

Un bico grande.

Un excelente poema, estimado amigo, donde el lector interrumpe el corazón justo a la entrada de la puerta, para que sus latidos no molesten, al dejarse llevar por tan grata lectura a Van Gogh, a ese trigal amarillo fuerte que revelan tus versos. Muchos abrazos, Ferreiro.

Un bello y sentido recorrido que va destensando hasta el final que desnuda la palabra...
Un gusto leerte querido amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Amigo Ferreiro:
Creo que tus "Estaciones sentimentales", a nivel conceptual, suponen un logro en cuanto a tu obra en general. A partir de frases breves, como el aforismo que abre el trabajo o el que muchos compañeros te señalan, "El cuerpo siempre excede...", trabajas la concentración, con ese estilo tuyo tan personal y capacitado para jugar con las palabras y relacionarlas con las ideas.

Como podrás observar, lo que más gusta de tus "Estaciones..." son los aforismos, lo cual me lleva a sugerirte que quizá podrías trabajar más a fondo las estrofas, pero como micropoemas, jugando a la rotundidad de la evocación, algo que se te da muy bien, compañero. En vez de buscar ligazón, un vínculo entre las estrofas, huir de ahí, despreocuparse de la conducción en aras de hallar más rotundidad, sí, pero no al modo del aforismo al uso, sino al tuyo propio. Lo digo porque, por mucho que lo intentes, no creo que consigas hilar el discurso al modo de un poema estrófico. Si quieres, un día de estos podemos hablarlo por teléfono.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por tu iniciativa estacionaria, ciertamente, pienso que puede darte bastantes y muy satisfactorios réditos.
Abrazos.

Ferreiro,

magnífica entrega, una vez más, amigo, de estas Estaciones Sentimentales. El otro día te dije en persona lo mucho que me gustan y la necesidad de que sean plasmadas negro sobre blanco. Coincido con Ignacio en señalar esta idea:

el cuerpo siempre excede la tierra que lo acoge

Me parece brillante.

Abrazos.

Qué fértil es el terrerno donde no caben todas las ambiciones del cuerpo. Muy interesante las sugerencias que el lector puede concebir. Te felicito, Ferreiro.

Profundidad en tu poema, amigo. Me has llenado de placer y rodeado de ternura.

Un abrazo

Ignacio Mincholed escribió:Qué idea tan brillante la de este verso: el cuerpo siempre excede la tierra que lo acoge. Es emocionante cuando el lenguaje transcribe el pensamiento y lo trasciende. Todo el poema envuelve, con aparente despreocupación, el eje fundamental: la consideración de ese doloroso amarillo que no es capaz de acoger tanta vida frente al contraste etéreo de esos negros voladores, apenas pinceladas que se transmutan en mancha de profundas sombras; caverna donde se produce la ignorancia y a la vez la creación.

Se pueden extraer muchas facetas de las ideas que, ya digo, envuelven el poema hasta construir el núcleo con ese verso feroz por intenso; pero, prefiero señalar la importancia de la lucidez que encierra.

Felicidades J.J. Un fuerte abrazo.
Ignacio

Gracias, Ignacio. Son todo un lujo tus comentarios, siempre brillando muy alto en la reflexión y en el análisis crítico.

Un fuerte abrazo, querido amigo, y salud más que nunca.

Plasmas belleza de todas las maneras posibles.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Antonia Mauro escribió:Qué difícil venir a comentar después de que lo haya hecho Ignacio, con ese magnífico comentario.

A mí lo que mejor se me da, mejor que comentar, es hacer el tonto y decir tonterías, pero aquí no procede.

Pues, si tengo que escoger, ese verso que él destaca es buenísimo, pero no vale repetir.

Me quedo con: "no hay ausencia que una mano y este: "interrumpir el corazón justo a la entrada de la puerta.

Un biquiño Sr. Ferreiro.

Gracias, Señora Antonia, por tu paso y generosos comentarios. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Un biquiño e saúde máis que nunca.