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Publicado: Mié, 24 Abr 2019 16:37
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R. M. Alemán escribió:[tab=30]El vendedor de pastillas de jabón
Una vez acabada la primavera. Y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río. En él, apuraba un comerciante el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior. Hacia el pueblo más grande de la comarca. Donde sus ventas no solo eran más esplendidas. Además, las señoras y damiselas, de años, esperaban impacientes sus encargos de perfumes y aceites. Quienes a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Cuando se inicia una fuerte lluvia. Que entre blasfemias, le hizo guarece dentro de la carreta. Lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido. Rescatándole el sueño: donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres. Sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres. El más hombre. Pues todas querían estar a su diestra. Cuando escucha que lejos, muy lejos, se inicia un tumulto. Y detrás un brote de un sin fin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría. Que, aparte del camastro, había desaparecido todos sus bienes. Y, al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.
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Hallie Hernández Alfaro escribió:R. M. Alemán escribió:[tab=30]El vendedor de pastillas de jabón
Una vez acabada la primavera. Y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río. En él, apuraba un comerciante el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior. Hacia el pueblo más grande de la comarca. Donde sus ventas no solo eran más esplendidas. Además, las señoras y damiselas, de años, esperaban impacientes sus encargos de perfumes y aceites. Quienes a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Cuando se inicia una fuerte lluvia. Que entre blasfemias, le hizo guarece dentro de la carreta. Lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido. Rescatándole el sueño: donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres. Sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres. El más hombre. Pues todas querían estar a su diestra. Cuando escucha que lejos, muy lejos, se inicia un tumulto. Y detrás un brote de un sin fin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría. Que, aparte del camastro, había desaparecido todos sus bienes. Y, al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.
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Me ha gustado mucho el ambiente, la idea y el final hermoso, poético; me llama la atención el uso de los puntos y seguidos en las oraciones que componen el relato breve; he puesto en cursiva algunos ejemplos.
Seguimos leyendo; salud y mucha felicidad.
R. M. Alemán escribió:Hallie Hernández Alfaro escribió:R. M. Alemán escribió:[tab=30]El vendedor de pastillas de jabón
b]Una vez acabada la primavera. Y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río. En él, apuraba un comerciante el abastecimiento de agua, para seguir su ruta por el interior hacia el pueblo más grande de la comarca. Donde sus ventas no solo eran más esplendidas. Además, las señoras y damiselas, de años, esperaban impacientes sus encargos de perfumes y aceites. Quienes a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Cuando se inicia una fuerte lluvia. Que entre blasfemias, le hizo guarece dentro de la carreta. Lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido. Rescatándole el sueño: donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres. Sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres. El más hombre. Pues todas querían estar a su diestra. Cuando escucha que lejos, muy lejos, se inicia un tumulto. Y detrás un brote de un sin fin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría. Que, aparte del camastro, había desaparecido todos sus bienes. Y, al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.[/b]
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Me ha gustado mucho el ambiente, la idea y el final hermoso, poético; me llama la atención el uso de los puntos y seguidos en las oraciones que componen el relato breve; he puesto en cursiva algunos ejemplos.
Seguimos leyendo; salud y mucha felicidad.
Si, seguramente se deba a que fallo mucho en el uso del punto y seguido o comas, o punto y coma. En la gramática en general, Hallíe. Y no porque no haya estudiado después de comenzar a escribir, a la inquietud que despertaba. Aun así me cuesta, mucho. Sobre todo en la prosa, nada que ver con la subjetividad de la poesía (y sus licencias). Pero me puede más la necesidad de hacerlo. Gracias por decir y estar, gracias.
R. M. Alemán escribió:[tab=30]El vendedor de pastillas de jabón
Una vez acabada la primavera y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río, un comerciante apuraba el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior, hacia el pueblo más grande de la comarca, donde sus ventas, no solo eran más espléndidas sino que además, las señoras y damiselas, de años, esperaban con impaciencia sus encargos de perfumes y aceites. Ellas, a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Momento en que se inicia una fuerte lluvia, que entre blasfemias, le hizo guarecer dentro de la carreta; lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido, rescatándole el sueño donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres, sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres, el más hombre, pues todas querían estar a su diestra. Entonces escucha que lejos, muy lejos, se forma un tumulto y detrás un brote de un sinfin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría, que aparte del camastro, habían desaparecido todos sus bienes. Al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.- - - - - -
Hallie Hernández Alfaro escribió:R. M. Alemán escribió:[tab=30]El vendedor de pastillas de jabón
Una vez acabada la primavera y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río, un comerciante apuraba el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior, hacia el pueblo más grande de la comarca, donde sus ventas, no solo eran más espléndidas sino que además, las señoras y damiselas, de años, esperaban con impaciencia sus encargos de perfumes y aceites. Ellas, a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Momento en que se inicia una fuerte lluvia, que entre blasfemias, le hizo guarecer dentro de la carreta; lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido, rescatándole el sueño donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres, sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres, el más hombre, pues todas querían estar a su diestra. Entonces escucha que lejos, muy lejos, se forma un tumulto y detrás un brote de un sinfin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría, que aparte del camastro, habían desaparecido todos sus bienes. Al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.- - - - - -
Buenos días, Rosa; creo que el texto ha ganado en fluidez, la lectura se ha hecho más cómoda; sin embargo me sigue pareciendo un poquitín abrupto el paso de pasteles a la fuerte lluvia. Quizás podemos revisar e intentar alguna cosa que nos ayude a que la nueva idea se conecte más fácilmente.
Un abrazo.
PS: voy un poco liada y tal vez no pueda entrar hoy de nuevo al foro.
jajajaAlonso Vicent escribió:Si es que le no dejan a uno ni soñar placenteramente, je je je.
Me recordó a cuando me robaban a mí las cervezas o los refrescos del camión de reparto mientras almorzaba en el bar.
Es lo malo de ser vendedor callejero; que en las calles hay "de to".
Me gustó el relato, y aquí estamos para decirlo.
Un abrazo, Rosa, desde esta tranquilidad de saber que se acabaron los repartos, las ventas y los hurtos.
Ventura Morón escribió:Hola Rosa. Me ha gustado leerte. Este escrito tuyo me recuerda a un vendedor que venía los días de verano a la playa a traer los productos de Gibraltar en su coche. Verlo llega era un acontecimiento... Veo ahora, con los ojos cerrados, los bañadores y el olor a la arena, y me imagino buscando aquellos caramelos ingleses de colores, blandos y con sabores tan distintos...
Ya que se ha abierto este interesante hilo, personalmente yo al leer siento una cierta extrañeza con algunos tiempos verbales utilizados:
Una vez acabada la primavera y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río, un comerciante apuraba el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior, hacia el pueblo más grande de la comarca, donde sus ventas, no solo eran más espléndidas sino que además, las señoras y damiselas, de años, esperaban con impaciencia sus encargos de perfumes y aceites. Ellas, a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Aunque le detiene una incipiente y fuerte lluvia que, entre blasfemias, le hizo guarecer dentro de la carreta; lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido, rescatándole el sueño donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres, sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres, el más hombre, pues todas querían estar a su diestra. Entonces escucha que lejos, muy lejos, se forma un tumulto y detrás un brote de un sin fin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría, que aparte del camastro, habían desaparecido todos sus bienes. Al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.
¿quizás mejor en pasado como todo el texto, detuvo, escuchó y formó?
Aparte he msubrayado guarecer (¿mejor guarecerse?), y rescatándole del sueño suena mejor tambien creo...
Y yo para darle un tono más teatral y sorpresivo, a final tras "maldijo" pondría dos puntos y aparte...
Al incorporarse se maldijo:
Descubrió que deambula por los cielos dentro de una pompa de jabón.
Espero que esta licencia que me tomo te parezca bien...así entre todos pulimos un poco.
Y sino, no me hagas mucho caso... esto es cuestión de como uno lo lee quizás...
Un beso Rosa
Gracias! Seguro que tu enfoque es el bueno, entiendo lo que explicas. Gracias por permitirme asomarme y buscar juntos.R. M. Alemán escribió:Ventura Morón escribió:Hola Rosa. Me ha gustado leerte. Este escrito tuyo me recuerda a un vendedor que venía los días de verano a la playa a traer los productos de Gibraltar en su coche. Verlo llega era un acontecimiento... Veo ahora, con los ojos cerrados, los bañadores y el olor a la arena, y me imagino buscando aquellos caramelos ingleses de colores, blandos y con sabores tan distintos...
Ya que se ha abierto este interesante hilo, personalmente yo al leer siento una cierta extrañeza con algunos tiempos verbales utilizados:
Una vez acabada la primavera y tras finalizar sus negocios por los pueblos que bordean el río, un comerciante apuraba el abastecimiento de agua para seguir su ruta por el interior, hacia el pueblo más grande de la comarca, donde sus ventas, no solo eran más espléndidas sino que además, las señoras y damiselas, de años, esperaban con impaciencia sus encargos de perfumes y aceites. Ellas, a su vez, lo recompensaban con ricos alimentos y sabrosos pasteles. Aunque le detiene una incipiente y fuerte lluvia que, entre blasfemias, le hizo guarecer dentro de la carreta; lluvia que, sin recato, le dejó profundamente dormido, rescatándole el sueño donde se lucía en una magnánima sala agasajado y mimado por hermosas mujeres, sintiéndose el hombre más afortunado entre todos los hombres, el más hombre, pues todas querían estar a su diestra. Entonces escucha que lejos, muy lejos, se forma un tumulto y detrás un brote de un sin fin de palos, piquetas y demás herramientas de labranza. En su imprevisto despertar vio que estaba desprotegido del techo que le cubría, que aparte del camastro, habían desaparecido todos sus bienes. Al incorporarse se maldijo, descubrió que deambulaba por los cielos dentro de una pompa de jabón.
¿quizás mejor en pasado como todo el texto, detuvo, escuchó y formó?
Aparte he msubrayado guarecer (¿mejor guarecerse?), y rescatándole del sueño suena mejor tambien creo...
Y yo para darle un tono más teatral y sorpresivo, a final tras "maldijo" pondría dos puntos y aparte...
Al incorporarse se maldijo:
Descubrió que deambula por los cielos dentro de una pompa de jabón.
Espero que esta licencia que me tomo te parezca bien...así entre todos pulimos un poco.
Y sino, no me hagas mucho caso... esto es cuestión de como uno lo lee quizás...
Un beso Rosa
Hola, Ventura. Un gusto tu paso. La infancia y sus olores...
Me coges algo fuera del tiesto, digo del texto... ¿Y el movimiento? Es necesario el "presente histórico", que nos llegue los personajes, lugares, estados... hablo de memoria, ni caso... Tampoco estoy en ello cuando escribo, lo hago y poco más.
Sí, "Ella" le detiene. No, "guarecer". Bueno, quizás la lluvia es lo relevante. ¿Se puede decir así? Hablo con mis palabras, no sé como para explicarme de forma técnica.
Los personajes, en los textos que suelo escribir carecen de nombre propio, quizás es la naturaleza, la vida, la que toma la palabra, dejando a un lado, pues eso, ¿lo estático?... no sé
Ese final, sí que me agrada.
Espero haberme, medianamente, explicado.
Gracias, Ventura.
Beso