Editorial Alaire

No sé si llorar
hoy, en el jardín
o dejar que la mañana discurra
sin más eventos que una taza de café
y sus pesadillas de piedra.
Me sobran lágrimas de niño
como si la mitad de mi sombra se enfadara
por no poder aplastar el césped.
Hay que elegir la sangre estéril
de los días que dejamos para otro día
y andar con arrugas de cíclope
por las cafeterías del olvido
y preguntar por las piernas de Susi
tatuadas con pirámides.
No sé si esa peluquería sin espejos
es exactamente el templo
donde los ciegos aprenden el significado de la noche.
No sé si debo llorar
en el jardín de hoy
o dejar que se enfríe el café
como si me sobrara tiempo
para peinar la muerte
y seguir tatuando las piernas de Susi
con una aguja de silencio.

Poema enorme, con una brillantez que asombra y se queda atrapada entre las decisiones de un café sin día o en las pirámides del silencio.
Sentir o no existir, ese es quizá el otro dilema, el otro ángulo de las piernas de Susy.

Mucha belleza y cohesión simbólica; tu poeta escala el Everest.

Abrazo de los grandes, amigo del alma.

Hay días en los que nos aborda el vacío y no sabemos qué hacer con nuestra sombra.

Coincido con Hallie en sus apreciaciones. Un poema excelente de principio a fin.

Mi sincera felicitación, querido amigo.

Abrazos.

Buen poema, querido amigo. Hay algunas imágenes geniales. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Qué tendrán los tatuajes querido compañero...

Como siempre un acierto leer tus versos.

Un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:
Hay que elegir la sangre estéril
de los días que dejamos para otro día
y andar con arrugas de cíclope
por las cafeterías del olvido
y preguntar por las piernas de Susi

Muy hermoso poema, Marius, los versos que destaco arriba me gustaron especialmente. Mis felicitaciones y un gran abrazo, querido amigo.

Marius Gabureanu escribió:No sé si llorar
hoy, en el jardín
o dejar que la mañana discurra
sin más eventos que una taza de café
y sus pesadillas de piedra.
Me sobran lágrimas de niño
como si la mitad de mi sombra se enfadara
por no poder aplastar el césped.
Hay que elegir la sangre estéril
de los días que dejamos para otro día
y andar con arrugas de cíclope
por las cafeterías del olvido
y preguntar por las piernas de Susi
tatuadas con pirámides.
No sé si esa peluquería sin espejos
es exactamente el templo
donde los ciegos aprenden el significado de la noche.
No sé si debo llorar
en el jardín de hoy
o dejar que se enfríe el café
como si me sobrara tiempo
para peinar la muerte
y seguir tatuando las piernas de Susi
con una aguja de silencio.

Originales imagenes vertreban tu poema, Marius. Diciente, sugerente y por ende significativo y bello. ERA

Marius,

siempre una nueva aventura pasarse por tus invenciones, amigo. Creo notar una versificación más afilada, más depurada, más cuidada. Creo que con tu talento lo coges todo al vuelo y creo que vas sobrado, Marius.

A mí me pasman tramos como el siguiente, en alguien para quien el Castellano no es lengua materna:

Hay que elegir la sangre estéril
de los días que dejamos para otro día
y andar con arrugas de cíclope
por las cafeterías del olvido
y preguntar por las piernas de Susi
tatuadas con pirámides.


arrugas de cíclope: solo este invento ya da para un poema de los buenos.

Un abrazo.

Leído tu poema con imágenes sorprendentes. Saludos.

Hay muchas cosas que ignoro, Marius,pero algo tengo muy claro
y es la poesía que me gusta y aquí estoy...
Qué buen poema, compañero,un fuerte abrazo.

Cada vez que es Ribes uno nuevo, uno alucina. Éste ya lo había leído.

Y vuelves al siguiente y dices: no puede ser mejor, y uno vuelve a alucinar.

Pues alguno no sé si mejora con respecto al anterior, pero con que lo iguales ya es la leche.

Ya vuela tu poesía. Vuela muy alto y nosotros somos afortunados.

Y el café para mí caliente. Gracias.
Otro día llevo yo la mariscada.
Un abrazo de esos grandes y fuertes y consistentes.

Muy bello trabajo, amigo Marius. Buena versificación, buen desarrollo literario y con esos momentos geniales que son santo y seña de tus grandes obras.
Felicidades.
Abrazos.

Marius poeta,
Marius amigo,
Marius hermoso.
Es una fiesta cada vez que me invitas a tu bella casa de Londres.
Gracias por tenerme entre tus elegidos.
¿Qué vino quieres que lleve esta noche para celebrar tus versos?
Hasta luego amigo.