Editorial Alaire

TUS CALLES ME CAMINAN

Tantas veces
fui a tu encuentro...
Tantas veces anduve
contigo estas aceras;
tú y yo juntos, los dos,
tantas veces… que, ahora,
tus calles y sus sombras
me caminan.
Son ellas las que andan,
las que se mueven;
transitan lentamente
por mi vida.
Y, aunque no estés,
aunque no habites esa casa
y de mí ya no te acuerdes,
esta ciudad, que fue la mía,
no me olvida.
De andar pensando en ti
la piel bajo mis pies se ha vuelto tierra.
Y, sobre ella, sobre esa senda pálida,
sensible y sensitiva, ante esas sombras,
tus calles se abren paso
y me caminan.


--oOo--

jose manuel saiz escribió:TUS CALLES ME CAMINAN


Tantas veces
fui a tu encuentro...
Tantas veces anduve
contigo estas aceras;
tú y yo, juntos, los dos,
tantas veces… que, ahora,
tus calles y tus sombras
me caminan.
Son ellas las que andan.
Las que se mueven.
Transitan lentamente.

Aunque no estés.
Aunque no habites esa casa
y de mí
ya no te acuerdes,
esta ciudad, que fue la mía,
no me olvida.

De andar pensando en ti
la piel bajo mis pies se ha vuelto tierra.
Y, sobre ella, sobre esa senda pálida,
sensible y sensitiva, ante esas sombras,
tus calles se abren paso
y me caminan.


--oOo--

El romanticismo en toda su pureza, con el agradable sabor de los clásicos. El énfasis de la repetición hace que el final se convierta en un poema circular de empatía para el lector: y todo sucede gracias a las imágenes contundentes de la última estrofa. Albricias.

Un abrazo, compañero.
Óscar

Una nostalgia que se desnuda en la sensible vibración de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Precioso el lirismo de todo el poema

pero esta última estrofa es para enmarcar:

De andar pensando en ti
la piel bajo mis pies se ha vuelto tierra.
Y, sobre ella, sobre esa senda pálida,
sensible y sensitiva, ante esas sombras,
tus calles se abren paso
y me caminan.

Un muy fuerte abrazo, viejo amigo.

jose manuel saiz escribió:TUS CALLES ME CAMINAN


Tantas veces
fui a tu encuentro...
Tantas veces anduve
contigo estas aceras;
tú y yo, juntos, los dos,
tantas veces… que, ahora,
tus calles y tus sombras
me caminan.
Son ellas las que andan.
Las que se mueven.
Me transitan
lentamente.

Aunque no estés.
Aunque no habites esa casa
y de mí
ya no te acuerdes,
esta ciudad, que fue la mía,
no me olvida.

De andar pensando en ti
la piel bajo mis pies se ha vuelto tierra.
Y, sobre ella, sobre esa senda pálida,
sensible y sensitiva, ante esas sombras,
tus calles se abren paso
y me caminan.


--oOo--

Esta es la poesía pura. Contiene la inmesurable ruta de los sentimientos, los pensamientos fugaces como pájaros que presintiendo pasos, signan el vuelo del corazón. Comunica sin hablar de ello, no el rumbo precisamente, pero el eje invisible que lo sujeta. Me maravilla tu paso poético, Jose Manuel. E.R.A.

Amigos, muchas gracias por los comentarios.
Un abrazo
J. Manuel

También me atrapó la última estrofa de este poema pleno de lirismo y sentimiento.
Abrazos
Pilar

Un poema de altura con un final para enmarcar. Para disfrutar de la poesía.
Un abrazo.