Pinceladas
Publicado: Jue, 18 Abr 2019 15:32
El árbol de la infancia no es un árbol
es un trozo de sol ensimismado
que busca en pinceladas de la historia
la belleza de un tiempo sin el vaho.
Miramos sin temblar nuestra memoria
archivada en instantes de peligro,
para soñar desnudos con imágenes
saturadas de luz, color y brillo.
La casa entre las sombras de los sauces
se parece a aquel álbum familiar
con las fotos en sepia, retocadas,
en mitad de algún bosque de cristal.
Nuestra niñez no sabe de tristezas
todo se ha transformado en utopías.
En mitad del desierto hay un oasis
lleno de lo esencial de nuestra vida.
El arbusto de luna de un anciano
ya no sabe de edades ni de espejos,
sólo entiende de amor y de amistad
el resto es algo inútil, sólo un eco.
Ana Muela Sopeña
es un trozo de sol ensimismado
que busca en pinceladas de la historia
la belleza de un tiempo sin el vaho.
Miramos sin temblar nuestra memoria
archivada en instantes de peligro,
para soñar desnudos con imágenes
saturadas de luz, color y brillo.
La casa entre las sombras de los sauces
se parece a aquel álbum familiar
con las fotos en sepia, retocadas,
en mitad de algún bosque de cristal.
Nuestra niñez no sabe de tristezas
todo se ha transformado en utopías.
En mitad del desierto hay un oasis
lleno de lo esencial de nuestra vida.
El arbusto de luna de un anciano
ya no sabe de edades ni de espejos,
sólo entiende de amor y de amistad
el resto es algo inútil, sólo un eco.
Ana Muela Sopeña