Aleación (completo)

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Moderador: Rafel Calle

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Àlex Gállego
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Aleación (completo)

Mensaje sin leer por Àlex Gállego »

#1

Me hicieron para romper los océanos,
para partir los cielos.
Así caí a los suelos, reverberado,
la voz de la luna y la boca del sol.

#2

Con un pichazo de mi verbo
resucito símbolos
y los troceo y los digiero,
y los unto de mi acidez.

Así que dame, dame,
dame sin moderación,
dame como siempre.

#3

Fénix, Odiseo,
Skywalker,
soy pura dinamita.

Qué fatalidad la mía,
qué dulzor hacerte el amor,
qué putada la poesía
cuando lloras desconsoladamente.

#4

Me yergo y les enseño los colmillos,
me clavo en el ding-dóng y, sin piedad,
me interno en el lenguaje de encantar
y salgo con su nombre y su cariño.

Caliento las pupilas, el umbral,
y a palos m'hago rico, sucio trigo,
joputa, o quizás mejor amigo...
quizás imperdonable comercial.

Serpiente sin manzana pero dulce,
te muerdo las orejas con poemas
y m'amas, recreada en mi polvazo.

Manzana sin serpiente, en un bucle,
te follo y me follas...
y mi lefa y tu corrida...
y mi polla y tus labios.

#5

Se meten el tártaro por la nariz
mientras desgranan con su tarjeta la indiferencia.
Me aparto a hostias del acantilado del desprecio,
con los puñitos empañados de sangre.

No puedo llover sin tu agua
y el firmamento está hecho de arterias.

#6

Ando haciendo eses,
vibrando hasta llegar a tus pies,
hasta llorar y caer resonando...
con el corazón lleno de relámpagos.

Me dan la mano y les desangro;
les muerdo el brazo y quemo las venas,
porque soy puro fuego,
pero ya lo sabías...
por algo te quemo las ramas

#7

En el rito de ensuciarte las pieles,
de empaparme contigo;
en el rito de envolverme de plata y etanol,
las ganas de extinguirnos hicieron el resto
mientras nos movíamos como una bandada de pájaros.

#8

Salí empapado de uno de tus truenos
en la tristeza de no ser el sol de tu boca...
Recién nos conocíamos,
¿Cómo no se me clavarán en los músculos
las astillas de tu soledad?

¿Cómo no se me llenarán los fuelles de humo?

#9

Resigo los recuerdos con las yemas de mis dedos;
las cicatrices del tiempo contra los callos de mis manos.
¿Acaso no vinimos al mundo a pelearnos como hermanos?

Yo vine perpendicular,
a partir morros; a hacerte el amor y besar el suelo.
Vine para irme miserablemente,
con un fajo en el bolsillo y una manzana en la boca;
hecho polvo, cortado, esnifado.

#10

Mírame los dientes.

Salí afilado, silbando.
Rojo, rojo, rojo.

#11

Hace tanto que decidi escribir mal que ni me acuerdo;
no me acuerdo de los saxofones ni de los contrabajos.
Solo me acuerdo del licor y de tu coño,
alcohólico y nimfómano,
mientras mato los días a puñaladas.

Hace tanto que no veo la luz entre tus labios...

#12

No me caben más defectos, puedes estar tranquila.

Mantendré mi nariz limpia, mis venas vírgenes.
Mantendré mi prepucio mojado de ti,
con tu orgasmo en la memoria y mi semen en tu piel

Robaré lo justo para nuestras bocas
mataré lo justo pa' comer;
mi fuego encontrará tus ojos
y tu agua recorrerá mi voz.

#13

Y aún así...
Sólo veo una rendija de cielo;
el limón salpicado, mi saliva untada de sal,
tú a mi lado.

Qué suerte la mía,
si cansada de perseguir el sol,
te echaste a mi lado a esperar el amanecer.

#14

Ya no temo la luz ni el cristal,
como cuando requemaba mi lengua tierna con licores
y azuzaba el fuego en mis entrañas para fundir metal.

Como moscas chocando contra la ventana,
no temo la luz ni el cristal.
Vuelven a elevarme las mareas de la colmena.
Sonrío mientras me zarandeas.

Descíframe el corazón
y hazme crecer las alas antes de que sea tarde.
Moldéalas para que no se quiebren,
he de volar alto.

Ya sabes que no tengo chispa,
que estoy hecho de fuego,
de fuego golpeado;
de luz y de cristal.

#15

Dragón, dragón;
dragón o titán, clavado en el mundo;
con el mundo clavado en los ojos de chico;
tengo los pies heridos pero ando.
Camino con los dientes apretados y con la polla dura,
juego a la contra.

La vida se trata de llegar antes y que el balón se haga pelotazo;
de pegar primero,
de llegar hasta el fondo...

#16

Empújame, empújame con tus piernas.
Méteme hasta el fondo, bien adentro.

Era la nieve, la nieve...

Aprétame contra tu suelo
y haz que me levante con la boca untada de ti.

Eran tus dientes, tus dientes...
Era nuestra gata, oliendo el colchón empapado.

#17

Ralentizado, cada baldosa tiene un color.
Cada color tiene una profundidad en la que me hundo.

Me sacas de la trampa mientras te muerdo y araño.
Me sacas de quicio, cuando estoy borracho y son las tantas,
cuando quiero beber y me quieres follar.

#18

Metal y algodón,
invoco a los demonios de las puertas
y me visto con plumas de águila.
Me pongo el pantalón y me hago sierpe.

Me hago colmillo y dinero;
oro y nácar; cisne,
platino, estátua...
impero.

#19

La infección me da la dirección.
¡Palante! ¡Palante! ¡Patea los cuervos!

Te tomo el pelo,
apache urbano,
tú dame nubes
que yo ya lluevo.

#20

Cuánto duele ser ambiguo
cuando me calientas
como un sol de invierno.

#21

Te lamí y lamí.
Era el día y la hora señaladas.
Te cargué encima de la mesa
y nos condensamos en ella, hechos gota.

Quítame las manchas de los dientes,
quítamelas de las orillas,
límpiame los sentidos.

#22

Acribillado, contemplo tu galaxia arbitraria
y resbalo por el mármol y sus crostas,
por las piedras con olor de eucalipto
y por los caparazones.

Me besaste la mejilla mientras resbalaba...

Vuelvo a casa con el pie de acero,
yo, que fui el vagabundo que miró cuando pasaba la princesa,
y me abollas los callos y chocamos otra vez:
como Hera y Zeus
una y otra vez.

#23

Yo soy algo más que fibra;
algo más que sangre,
que grasa y ácidos.

No obstante, no estoy hecho de alma,
estoy hecho de muelles, de venas.
No estoy hecho de slams, de bocapollas.
No estoy hecho de grabaciones pochas,
ni de bronce.
Estoy hecho de tus uñas en mis nalgas;
tu boca ansiosa en mis labios.

#24

Me recluyo en mi voluntad certera
y mi corazón endurecido se entrega
a tus cuchillos y tus arterias.

Salva mis talones y mis templos,
sálvame la saliva.

Sólo sé hendirme:
cuerno, canino, daga;
traicionero, felino.

Me palpo la consciencia con las zarpas.
Me sirvo las voces que no necesito en el vaso,
para aclarar si lo que pasa por mis ojos
es un árbol o un río.

#25

Porque a un hombre que anda tan rápido como yo
sólo puede esperarle una mujer como tú,
con la noche en las pupilas.

Llega el momento del solo y suelto las quimeras.
¡Que se haga el caos!

Me bebo tu elixir
preguntándome dónde quedó tu sonrisa limpia,
si a mis ojos estás hecha de espuma,
si a mis manos estás hecha de caricias...

#26

El dulce me quema las fosas
cuando pronuncio el augurio,
más nigromante que vidente.

Profundizo en mis signos
y con las manos manchadas,
me gano el bonus stage

#27

Las ato al carro y salgo a patrullar,
con las vísceras heridas.

Porque a un hombre que vuela tan alto como yo
solo puede alcanzarle una mujer como tú,
con la luna en las manos.

#28

Hurgo en mis lágrimas
como un arúspice en las entrañas,
cuchillo en mano.

Me dicen el pasado,
me hablan de la sed y del saqueo.
Me dicen el futuro,
me hablan de tu flujo resiguiéndome las venas

¿Por cuántas islas tendré que pasar
antes de que me folles?

#29

La perspectiva no me hizo inalcanzable,
me hizo fuerte
cuando aprendí a aplanar los ángulos
y a enrojecer el agua.

El llanto me brillaba en las manos
igual que las heridas de la gata en tus dedos,
latía la luz entre tus piernas
y yo desenvainaba el desencanto.

Nuestro amor grácil enterró sus raíces
en el fango de nuestras esencias.

#30

Constriñes mis planos
y me aprietas y laten mis extremidades
y duelen,
pero laten bien;
duelen con una pauta
como la barba de un padre que pincha;
duelen como un anillo
cuando uno aprieta el puño.

Y duelen, duelen, duelen
como unas lágrimas
recorriendo las entrañas.

#31

Qué valor, el de llevar tu puñal en mis entrañas.

Cuánta sangre en mis manos,
mientras me sano
y construyo una escalera con los restos de mis heridas
con el fin de lamerte la lengua.

Haz el látigo de mi piel,
antes de que me pudra
y deje de escribir lo mejor que escribiré.
Hazlo antes de que sólo me quede piel,
y tiraré de tus carros como un tigre,
como el tigre estampado en mis gayumbos.

Me han quemado más que a cualquier bandera.

#32

Aguanto el tipo como una pared maestra,
te tengo jadeándome en la boca.
Méteme las uñas en el yeso
hasta los ladrillos.

Aráñame con tus zarpas de ángel.

#33

Hago dosis del mundo
y las reparto por las orejas y los ojos,
a veces por las narices y las venas.

Quería ser hedonista
pero tenía que trabajar,
y me quedé en las burbujas de la absenta alrededor del hielo.

Ése fue el placer que me dio el mundo para sostenerme.

#34

Me siento como el diez en el banquillo,
viendo poemas desde la banda.
-¡Pero si ya sabéis! Ya sabéis...-
Como un Alejandro entre diádocos...

Vine a hacer de César
hasta las cejas de lo que calga,
a quemar el templo que me interese.

Porque hay poemas que nunca bastan,
qué valor, el de llevar tu veneno en la copa.

#35

Yo, que pude doblar la noche a mi voluntad,
terminé hecho un saco de huesos y carne,
llevado por un azul vertiginoso,
desperdiciado como el sol.

Me dejan botado en el parabrisas,
con el gesto torcido.
Saben que mi maldición llegó para quedarse;
con el gesto torcido de la madre muerta.
Me dejan botado
porque más que perrear gateo,
entre magos y profetas.

#36

Qué difícil escribirte en el idioma de los tigres
lo que pasa por mis ojos color lluvia;
qué difícil tu boca hablándome...
porque si yo cazara
no lo haría por la presa ni dinero,
si yo cazara
lo haría por el vértigo y el deseo.

Disparo hacia arriba como un cañón de luz.
Martillan mis gotas el cielo.

#37

Vuelvo a ver las mareas de la vida,
de mi lado,
y buscando en vano la palabra,
prendo mis ojos color calle lluviosa.

Vuelvo a cansarme de la acera
y te llevo hasta el árbol del horizonte,
una y otra vez,
hasta que de tanto recorrerlo
olvidamos el nombre del bosque...

#38

No convergen en mí las luces ni las acequias,
salen de mí.
Salen de mí y duelen.

Olía a nostalgia
hasta que me echaste el polvo en la agua,
las sombras en los haces;
hasta que me quitaste los espejos y reflejos.

Sonaba a ruido.
Tenía el espacio-tiempo deformado
y el mundo parecía una estrella de mar.

#39

Para qué me molesto en beber,
al poco me haré ceniza,
flotando en el mar...
y me comerán los peces de ciudad
que solo comen las gaviotas;
si nadie me leerá.

Sólo en ti quedaré grabado,
como un fuego en la madera,
demasiado fácil.

#40

Me como lo que me ponen por delante.
Dime a cómo va el gramo de tu pelo.
Tírame las columnas y déjame
a la altura de tus piernas
y déjate hacer.

Dame el visado pa' meterme,
que te traigo canela y azúcar,
palmas, agua benita y condones.
Te traigo lo que quieras.

#41 (A Xavi)

Busco el jágger con desesperación.
Me falta el brindis dulce, el chinchín,
para calmar la cuchillada
que traigo en las entrañas.

La vida sigue hardcore, arruinando
los planes y doblando nuestra espalda;
la gente sigue tonta, muerta, sosa;
el mundo, gore; maniatado y roto.

Masocas, nos ceñimos a rituales.
Y voy al mar a saludarte
y alzo mi copa a tu salud.

Y voy al mar a saludarte
y termino llorando un poema
hecho de tinta azul.

#42

Como la lata a medio beber,
así me leo los poemas,
hurgando para sacar un verso;
el placer de lo que hubo
y el ansia por terminar.

Hasta los futbolistas tienen el recuerdo
de escribir en el cuaderno con letra ligada.

Se van quedando los versos sueltos
como la aureola en el vaso
a medida que bebo.

Los superheroes han muerto.
Las jóvenes promesas son más jovenes que yo.
La fosa ensangrentada
me dijo que el silencio valía más
cuando las venas me latían hacia el Sol
y tus mejillas transcribían mis balbuceos.

Siempre acabo hablando del pasado.
Me retuerzo los dedos nervioso
y el arco de tus iris me deja los míos trémulos
y es que me soy consciente
de ser capaz de quitar más dientes que la metadona
y romper más tabiques que la coca

#43

El verso se pierde entre los dedos
como se pierde el pezón duro entre los dedos.

Me queda de lo puro,
lo que al resto en la botella que se junta en el container.
Ese jugo de centro de reciclaje,
de ron, ginebra y vino,
con olor a birra revenida-
Eso es lo que me queda.

Termina el día con el mismo rayo con el que empezó.

#44

Rehuyo del sucedáneo
como un gato huraño de la caricia,

Me hicieron gato pero soy grande,
y como un tigre me topo con los límtes y las puertas,
rasco mis omoplatos con los umbrales.

Goteo luces nuevamente,
los golpes en mi pecho resuenan.

Y es que su beluga sabe a barro
y, mis colmillos,
sólo se conforman con la mejor carne...
@poetasinfiltro
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