Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:L A ~ N I E B L A ~ D E ~ L O S ~ A L T A R E S




A Jules (Gabriel) Verne


Un hombre perdido en la densidad que cubre las montañas
llegó hasta el centro de una semilla y se rindió a dormir.

Soñó sueños que emanaron del mar
diluvios en remotas sequías que daban su fruto de humo
sobre un simple altar.


Cuajados cuarzos abrieron solidas cortinas
millares de estambres resplandencían
como el reflejo tibio de las estrellas sobre la arena
de una noche confidente y veraz.

El culto era hibernar como un oso incuestionable,
ayunar del suculento mordisco sensual.

Perdió el sentido de sí
en un vientre inexistente

era un zigote velado
manifestando la profecía de algo vago
de algún encanto

de alguna trascendencia
en flor
semi prendida
semi remota

Al despertar se encontró cara a cara
con otro hombre

que le decía algo con los ojos

en un lenguaje indistinto

así se fue entre columnas de espantos
y acertijos resplandecientes

saltando como un entrañable
olor a fresco
como un pez criogenizado
que alimenta al mar.



E. R. Aristy

Marisa Peral escribió:

E. R. Aristy escribió:L A ~ N I E B L A ~ D E ~ L O S ~ A L T A R E S




A Jules (Gabriel) Verne


Me llevo el cero de este interesante poema dedicado a un grandísimo creador.
Un abrazo Roxane.

Marisa Peral escribió:

E. R. Aristy escribió:L A ~ N I E B L A ~ D E ~ L O S ~ A L T A R E S




A Jules (Gabriel) Verne


Me llevo el cero de este interesante poema dedicado a un grandísimo creador.
Un abrazo Roxane.

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Me ha gustado mucho este poema, amiga Era, su sensibilidad, su belleza.
Enhorabuena.
Un abrazo.

Mirta Elena Tessio escribió:

E. R. Aristy escribió:L A ~ N I E B L A ~ D E ~ L O S ~ A L T A R E S




A Jules (Gabriel) Verne


Un hombre perdido en la densidad que cubre las montañas
llegó hasta el centro de una semilla y se rindió a dormir.

Soñó sueños que emanaron del mar
diluvios en remotas sequías que daban su fruto de humo
sobre un simple altar.


Cuajados cuarzos abrieron solidas cortinas
millares de estambres resplandencían
como el reflejo tibio de las estrellas sobre la arena
de una noche confidente y veraz.

El culto era hibernar como un oso incuestionable,
ayunar del suculento mordisco sensual.

Perdió el sentido de sí
en un vientre inexistente

era un zigote velado
manifestando la profecía de algo vago
de algún encanto

de alguna trascendencia
en flor
semi prendida
semi remota

Al despertar se encontró cara a cara
con otro hombre

que le decía algo con los ojos

en un lenguaje indistinto

así se fue entre columnas de espantos
y acertijos resplandecientes

saltando como un entrañable
olor a fresco
como un pez criogenizado
que alimenta al mar.



E. R. Aristy

Hola ERA, Me ha gustado el poema, usas un lenguaje encriptado y presumo que haz leído ese viaje el centro de la tierra, la novela .
Aqui en mi país existen los intraterrenos y no es una fantasía, están el Uritorco, un cerro de cuarzo, la memoria del mundo en él. Queda en Córdoba - Capilla del monte. Toda la provincia emana una energía cósmica y mística.
Bueno, nada es casual, y no sé bien por que me vino a la mente esta comparación.
Tal vez la mirada Verne en su novela haya sido tu inspiración.
Grato leerte querida poeta.- Un abrazo

Lunamar Solano escribió:Imágenes que transportan y cautivan querida amiga...
Un gusto leerte siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Pilar Morte escribió:Me ha encantado, querida amiga, y he disfrutado la belleza de tus versos.
Abrazos
Pilar