Está muy dicho eso de que todos llevamos dentro al niño que fuimos, pero es cierto. Y no hay que olvidar que hay niños y niños. Algunos son tranquilos, sosegados, buenos estudiantes, obedientes, y otros pues son como son. Ese, el de son como son, es mi caso. Si quiero sentirme adulta, uf, tengo que estrangular -poéticamente hablando- esa parte infantil que convive conmigo. ¿Y sabes qué? No le gusta nada, no lo dice, pero creo que no le atrae el mundo de los grandes ni de los adultos, supongo que por todo lo que tiene de fingimiento. Y como no le gusta, me castiga, y puede permanecer muda muchos días. Y eso no me gusta a mí : ))
Sorry. Vaya rollo.
Blanca
Alondra Santoni escribió:Una ricura, muy rico, todo.
Y me paseo, alguna vez.
De cuando en cuando, me enfurruño,
entonces, en el cielo pinto una nube que empieza siendo oscura
y luego, como clarea a medida que intuyo tu sonrisa,
la ilumino con blanco, y ocre, o amarillo,
y retoco las sombras de los árboles: ahora son más azules.
Un abrazo