A aquel que me ha visto rezar
Publicado: Mar, 19 Mar 2019 2:42
A aquel que me ha visto rezar,
que no se asuste ni se aturda,
que la creencia o la fe no nos libra de ello.
Al que me vio sonreír,
que no lo tome como algo normal,
ni tan siquiera casual;
sonreír al natural te llena de vida,
sonreír por sonreír, tan solo de hipocresía.
A él, que tantas veces me vio llorar,
antes hubieron también lágrimas,
y volverán, seguro, a humedecerse las mejillas.
Las lágrimas siempre nos acompañan,
los días no las olvidan.
A ellos, incapaces de oírme, de escucharme,
culpables de hacerme sentir la sombra alargada de la soledad.
¡A vosotros! ¡a ellos! ¡a todos!
No ignoréis lo que hicisteis, lo que hacéis,
ni aquellos pasos andados,
ni los que aún os quedan por andar;
no ignoréis, ni los días, ni las noches,
ni el agua que os refresca,
ni la tierra que os alimenta,
ni el sol que os calienta e ilumina;
no violéis el aire,
ni maltratéis el horizonte
donde repunta la mañana día a día.
No abandonéis más este legado.
La agonía dura muy poco.
que no se asuste ni se aturda,
que la creencia o la fe no nos libra de ello.
Al que me vio sonreír,
que no lo tome como algo normal,
ni tan siquiera casual;
sonreír al natural te llena de vida,
sonreír por sonreír, tan solo de hipocresía.
A él, que tantas veces me vio llorar,
antes hubieron también lágrimas,
y volverán, seguro, a humedecerse las mejillas.
Las lágrimas siempre nos acompañan,
los días no las olvidan.
A ellos, incapaces de oírme, de escucharme,
culpables de hacerme sentir la sombra alargada de la soledad.
¡A vosotros! ¡a ellos! ¡a todos!
No ignoréis lo que hicisteis, lo que hacéis,
ni aquellos pasos andados,
ni los que aún os quedan por andar;
no ignoréis, ni los días, ni las noches,
ni el agua que os refresca,
ni la tierra que os alimenta,
ni el sol que os calienta e ilumina;
no violéis el aire,
ni maltratéis el horizonte
donde repunta la mañana día a día.
No abandonéis más este legado.
La agonía dura muy poco.