Editorial Alaire

No es fácil cobijarse cuando la lluvia alcanza
tu cráneo dormido,
y has perdido los pasos del refugio.
Te calan las gotas, humedecen los sueños
queriendo despertar del futuro estéril
cuando te persigue un presente de semillas
y tallos abandonados a la intemperie.
Mil paraguas asoman bajo un cielo de nubes
sólo con la señal del afecto,
ese nutriente que hace seguir en la tormenta
porque le debes la caricia que despertó
a los espejos y rehízo los cristales rotos.
Venid conmigo a celebrar la bienvenida
donde reservo la brisa
que el tiempo no puede sorber.
Venid, no temáis al equilibrista interno
que cayó de frente dejando los ojos fijos a la nada.
Me basta con recordar vuestras manos y el beso
cuando la visión andaba perdida.
Ellos, refugio del tiempo que duró la tormenta,
me reciben con los cascabeles mudos
que recobraron con vosotros su tono vibrante.

Pilar,

¡qué alegría volver a verte por aquí, amiga! Y en plena forma, expresando la vida con ese idioma tuyo tan tierno y llegador, las palabras vuelven a su tono vibrante, brillante, como siempre.

Te mando un abrazo monstruoso.

Bello y sugerente tu poema Pilar. Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Un placer siempre leerte, amiga Pilar, y disfrutar de tu poesía.
Me encantó el poema.
Un abrazo.

Pilar, muy bien esa idea del equilibrista interno. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Exquisita manera de poetizar. Los versos son auténticos jirones del alma. Enhorabuena, amiga.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Qué lindo amiga... como un resuello que anuncia su estallido...me record´o a una canción, te la comparto por si quieres escuchar su letra...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Pues aquí estamos, amiga Pilar, para celebrar nuestros dolores (como bien dijo el gran Hernández) junto a tu poema por testigo. Un poema que delata la pericia que has ido fraguando en Alaire durante una decena de años. Pues aquí estamos, querida amiga, para levantar acta notarial de la calidad de tus escritos. Como prueba, este trabajo simbólico que evoca mucho, tanto como quiera el lector de turno.
En fin, sigamos corriendo a nuestra Malvarrosa, mientras el cuerpo aguante y esperemos que sea por mucho tiempo.
Felicidades por este poema y porque te has convertido en una poeta con un reseñable nivel de calidad.
Abrazos.

Querida Pilar, un gran placer asomarme a tu ventana de poesía y descubrir que los sentimientos aún se visten de paloma. sea cual sea la tormenta. Yo voy contigo, cobijado por tus versos que alcanzan la esperanza. Mis abrazos sinceros.

Pablo Ibáñez escribió:Pilar,

¡qué alegría volver a verte por aquí, amiga! Y en plena forma, expresando la vida con ese idioma tuyo tan tierno y llegador, las palabras vuelven a su tono vibrante, brillante, como siempre.

Te mando un abrazo monstruoso.

L
La alegría es verte y saber que te gustó el poema. Gracias por estar.
Besos
Pilar

Rafael Valdemar escribió:Bello y sugerente tu poema Pilar. Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Gracias, querido amigo por venir y dejar tu amable palabra.
Besos
Pilar

Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Un placer siempre leerte, amiga Pilar, y disfrutar de tu poesía.
Me encantó el poema.
Un abrazo.

Me alegra verte cerca y saber que te gustó el poema. Gracias por estar
Besos
Pilar

Pilar Morte escribió: No es fácil cobijarse cuando la lluvia alcanza
tu cráneo dormido,
y has perdido los pasos del refugio.
Te calan las gotas, humedecen los sueños
queriendo despertar del futuro estéril
cuando te persigue un presente de semillas
y tallos abandonados a la intemperie.
Mil paraguas asoman bajo un cielo de nubes
sólo con la señal del afecto,
ese nutriente que hace seguir en la tormenta
porque le debes la caricia que despertó
a los espejos y rehízo los cristales rotos.
Venid conmigo a celebrar la bienvenida
donde reservo la brisa
que el tiempo no puede sorber.
Venid, no temáis al equilibrista interno
que cayó de frente dejando los ojos fijos a la nada,
Me basta con recordar vuestras manos y el beso
cuando la visión andaba perdida.
Ellos, refugio del tiempo que duró la tormenta,
me reciben con los cascabeles mudos
que recobraron con vosotros su tono vibrante.

Amiga Pilar, ¡cómo no acudir a la cita de la vida de tus versos! Estoy profundamente emocionado. Mi abrazo.
Salud.

Ignacio Mincholed escribió:Pilar, muy bien esa idea del equilibrista interno. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Graciad, Ignacio, por tus amables y gratas palabras.
Besos
Pilar

Bonito y estupendo el poema. Animado y sano para que te aplaudamos, aunque para ti no fuera ese el fin ni el principio.

Un abrazo