Editorial Alaire

Hace meses que no apago mi ordenador.
Le tengo cariño al virus que cogió
al abrir un sinfín de ventanas
de mis antónimos,
una playa de castigos a lo inmediato.
En el sillón de la duda de haberme ocupado en amasar
todo ese tiempo de azulejos pardos,
en una noche con tómbolas de ceniza
donde gané un extintor de recuerdos,
sucedió mi virus,
y es flamenquillo.
De vez en cuando, a las tres de la madrugada,
la voz de Camarón invade mis sueños.
Soy unos de los pocos afortunados por tener
dos pesadillas al mismo tiempo.
Mi virus escribe poemas
porque no es capaz de mutilarse,
lo hace en idioma de brillos confusos
llorando en su celda.
Y hace desobedecer a mis glóbulos blancos;
Camarón, por cierto, les cae bien
y se regocijan en lo perdido.
Todavía no me atrevo a publicar
lo que el virus hace de nuestro amor
en pantalla grande...
Encontré una foto tuya,
donde aparecías calva (hoy es un viernes calvo
sin medidas susceptibles),
cosa que, tal vez,
sólo imaginé cuando te imploraba que llegaras al orgasmo antes que yo,
dado que, la semana no concibe días
para que dos seres sean felices simultáneamente,
y pude entrever el tatuaje de tarántulas que siempre ha estado allí,
escondido entre las olas negras del río de tu pelo,
y ese silencio tuyo, después de hacer el amor, que duraba por años.

Qué grandeza, amigo, qué despliegue de grandeza.
Los conceptos se inmolan en la belleza del poema, se duelen y subliman unos a otros.
El virus, los versos sin mutilar, la pantalla grande, la felicidad simultánea, el silencio.
Este viernes de Camarón y autodefensas nos llega nítido, irrefrenable, con una belleza fuera de toda previsión.
La simbología gana méritos, se reinventa a sí misma, sube a torres de no-control y hasta parece esfumarse en las ondas de un sueño profundo.

No es exagerado afirmar que este poema y los anteriores son muestras de genialidad sin precedentes.

Abrazos, querido Marius.

Aplaudo tu recuerdo amigo de este viernes para que Camarón -¿ De la isla?- ¿nos marque el viernes y nos trasmita su legado?

Un a brazo

Muchas gracias, querida amiga, por hacer sentida tu presencia. Si hay algo que recordar de mis poemas, son momentos así, cuando vienes y riegas el jardín del silencio con tu nombre. Muchos abrazos, Hallie.

Muchas gracias, Guillermo, por hacer sentida tu presencia. Sí, pensaba que el poema había dado ciertos detalles para que no fuera necesario decir que Camarón, es Camarón de la Isla. Ahora cambio el titulo, para que sea evidente, aunque no es lo que el poema intenta evocar, quiero decir que el poema sólo intentaba dibujar un viernes cualquiera, desde el desamor. Mis abrazos.

Soy unos de los pocos afortunados por tener
dos pesadillas al mismo tiempo.

Mi virus escribe poemas
porque no es capaz de mutilarse,

... sólo imaginé cuando te imploraba que llegaras al orgasmo antes que yo,
dado que, la semana no concibe días
para que dos seres sean felices simultáneamente,

Ay, amigo Marius, tu imaginación es una cascada de hallazgos.
Abrazos.

Qué portentosa imaginación tienes amigo. Y cómo me haces disfrutar con tus hallazgos y filias, enlazando metáforas que me hace dar un respingo de placer en la silla.
Muy original y bello este homenaje al monstruo del arte del flamenco.
Un abrazote

Genial poema, Marius, con esa creatividad desbordante que tiñe de belleza tus versos. Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Inmenso, como siempre, amigo Marius. Alabo tu desbordante imaginación y la belleza de tus letras.
Todo un placer de lectura.

Un fuerte abrazo y mi felicitación por lo antedicho.

Tu ordenador sí que sabe, se pilla viruses muy buenos.
Creo que nos pasa a muchos eso de hacer el amor y que luego el silencio te dure años.
Me ha encanta las mezcla que haces en tus versos. Y me haces revivir otra vida de ensueño.
¡Gracias!
Un abrazo.

Una genialidad de versos, Marius:

Virus, Camarón, orgasmos, encuentros. Una combinación de elementos interesantes que forman un fractal.

Enhorabuena
Es un disfrute pasar por tus versos
Un beso
Ana

Leerte mi querido amigo, es cultivar el amor por la poesía. Esa simbologia, esa iluminación creativa tan fantástica, esa búsqueda de la belleza en la expresión lúcida y sorprendente.
Espero que estés bien querido Marius, fuerte abrazo hasta allí

"De vez en cuando, a las tres de la madrugada,
la voz de Camarón invade mis sueños."

Marius qué belleza de poema, compañero,
me has llevado a la "Leyenda del tiempo"
y no me extrañaría que Lorca y Camarón,
desde su rincón del universo,
aplaudan tu poema y se arranquen a cantar:
"Sobre la misma columna,
abrazados Sueño y Tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo."
Gracias, amigo,por esta hermosa lectura de viernes.
Un fuerte abrazo y cuídate mucho.

Marius Gabureanu escribió:
Hace meses que no apago mi ordenador.
Le tengo cariño al virus que cogió
al abrir un sinfín de ventanas
de mis antónimos,


en una noche con tómbolas de ceniza
donde gané un extintor de recuerdos,
sucedió mi virus,
y es flamenquillo.


Soy unos de los pocos afortunados por tener
dos pesadillas al mismo tiempo.
Mi virus escribe poemas
porque no es capaz de mutilarse,
lo hace en idioma de brillos confusos
llorando en su celda.
Y hace desobedecer a mis glóbulos blancos;


cosa que, tal vez,
sólo imaginé cuando te imploraba que llegaras al orgasmo antes que yo,
dado que, la semana no concibe días
para que dos seres sean felices simultáneamente,


y ese silencio tuyo, después de hacer el amor, que duraba por años.

Qué genialidad la tuya, Marius. La verdad es que no me gusta el flamenco, pero tu poesía me encanta. Un abrazo, querido amigo.

Cuando el verso apunta, tú disparas
yo caigo abatido
entre estertores de belleza.
Te quiero mucho amigo