La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Las arrugas de su rostro plagaban de sonrisas
el rumor del agua que descendía de la montaña.
Allí, sin inviernos, se detenía el tiempo.
No había más voces que las poesías
y allí regresaba una y otra vez
a terminar su haiku
El anciano sabía
que al transcribir el último candji
de la última frase,
escribiría también el fin de su vida
y sus ojos descansaron
en el campo de las rosas de azafrán.
Sal de la sombra,
pierdo tu rastro entre las madreselvas
y tu recuerdo es demasiado bueno
para negárselo a nuestros ojos,
ávidos de néctares de malvasía.
Mirando al norte,
tus ojos almendrados
hallarán calor, decías…
Los papiros rosáceos
traducen los murmullos
de las campánulas
y sigo tus pasos,
pero he de volver
con las gaviotas.
Lunamar Solano escribió:Bella y sensible atmósfera colmada de entrega y romanticismo querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
Gracias por detenerte en este poema, Nancy.
Abrazos.
Las arrugas de su rostro plagaban de sonrisas
el rumor del agua que descendía de la montaña.
Allí, sin inviernos, se detenía el tiempo.
No había más voces que las poesías
y allí regresaba una y otra vez
a terminar su haiku
El anciano sabía
que al transcribir el último candji
de la última frase,
escribiría también el fin de su vida
y sus ojos descansaron
en el campo de las rosas de azafrán.
Sal de la sombra,
pierdo tu rastro entre las madreselvas
y tu recuerdo es demasiado bueno
para negárselo a nuestros ojos,
ávidos de néctares de malvasía.
Mirando al norte,
tus ojos almendrados
hallarán calor, decías…
Los papiros rosáceos
traducen los murmullos
de las campánulas
y sigo tus pasos,
pero he de volver
con las gaviotas.
Las arrugas de su rostro plagaban de sonrisas
el rumor del agua que descendía de la montaña.
Allí, sin inviernos, se detenía el tiempo.
No había más voces que las poesías
y allí regresaba una y otra vez
a terminar su haiku
El anciano sabía
que al transcribir el último candji
de la última frase,
escribiría también el fin de su vida
y sus ojos descansaron
en el campo de las rosas de azafrán.
Sal de la sombra,
pierdo tu rastro entre las madreselvas
y tu recuerdo es demasiado bueno
para negárselo a nuestros ojos,
ávidos de néctares de malvasía.
Mirando al norte,
tus ojos almendrados
hallarán calor, decías…
Los papiros rosáceos
traducen los murmullos
de las campánulas
y sigo tus pasos,
pero he de volver
con las gaviotas.
Para mí el acto solitario del poeta es su metapoesía. En ese espacio reservado estás Marisa. El anciano es un reflexión poética sublime. ERA
Roxane, siempre hay generosidad en tus palabras y agradezco muchísimo que estés, que sigas mis cosas y que me digas lo que piensas, a veces creo que es excesiva tu valoración, me queda tanto por aprender...
Gracias compañera y amiga, un abrazo inmenso.