Editorial Alaire

Nadie dijo que fuera fácil
ganarle la partida al reloj
y sostenerse en la cuerda floja
de los sueños;
ocultar bajo el felpudo el hedor
de los números;
arrojar por las escaleras de tu mente
las facturas, los gritos de tu jefe, las cartas comerciales;
guardar todas las horas tejidas a golpe de teclado
en el apolillado cajón de la rutina.

Nadie dijo que fuera fácil
recomponer el rostro ajado
de la noche
mientras conversas con tu soledad
y ametrallas un lienzo en blanco
cuando te vence el ansia
de vomitar el mundo
a través de las yemas de tus dedos.


No resulta sencillo encender una hoguera
cuando la tarde sueña
con apagar sus párpados.

Sin embargo, amor,
cuando vienes a verme
y traes contigo la niñez y el incendio,
cuando abro las puertas de mis venas
al duende adolescente que brinca en tus pupilas,
los perros de la noche dejan de ladrar
a todos los abismos;
mi cuerpo recupera su latido
de infinitas pulsaciones
por abrazo.
Aprenden a danzar como niños
nuestros cuatrocientos doce huesos
juntos,
y mis innumerables inviernos
y tus cincuenta y tantos veranos
logran fundirse en compás
de veinte y veinte.

Por eso, amor, hemos sumado luces
a las sombras que nos acompañan,
aprendiendo a esquivar las trampas del dolor;
burlando, con pasitos torpes, las esquirlas
del tiempo que macera nuestros pasos.

Ay, qué poema inmenso; la belleza hace sus mejores migas con las dos partes de este gran trabajo; son dos partes que juntan su esencia para embriagarse de perfección.

Ovación sostenida, querida Rosa.

Abrazo de los grandes.

Muchas gracias por tu palabra entusiasta y tu infinito apoyo, Hallie.

Un gran abrazo, querida amiga.

Precioso, Rosa, en toda su extensión, n la intensidad lírica que pones en cada una de las imágenes, en su emoción esperanzadora.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Un bico.

Hermoso y vibrante recorrido para el despertar de un suspiro querida amiga...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Espléndido poema de resurrección, aquí el amor encuentra profundos cauces para no dejarse disolver por el tiempo, hay por lo menos una docena de metáforas que simplemente hacen a mi conciencia vibrar, y, como siempre, tu voz, que para mí es una rosa da la Poesía. Muchos abrazos y felicitaciones, querida amiga.

Rosa Marzal escribió:Nadie dijo que fuera fácil
ganarle la partida al reloj
y sostenerse en la cuerda floja
de los sueños;
ocultar bajo el felpudo el hedor
de los números;
arrojar por las escaleras de tu mente
las facturas, los gritos de tu jefe, las cartas comerciales;
guardar todas las horas tejidas a golpe de teclado
en el apolillado cajón de la rutina.

Nadie dijo que fuera fácil
recomponer el rostro ajado
de la noche
mientras conversas con tu soledad
y ametrallas un lienzo en blanco
cuando te vence el ansia
de vomitar el mundo
a través de las yemas de tus dedos.


No resulta sencillo encender una hoguera
cuando la tarde sueña
con apagar sus párpados.

Sin embargo, amor,
cuando vienes a verme
y traes contigo la niñez y el incendio,
cuando abro las puertas de mis venas
al duende adolescente que brinca en tus pupilas,
los perros de la noche dejan de ladrar
a todos los abismos;
mi cuerpo recupera su latido
de infinitas pulsaciones
por abrazo.
Aprenden a danzar como niños
nuestros cuatrocientos doce huesos
juntos,
y mis innumerables inviernos
y tus cincuenta y tantos veranos
logran fundirse en compás
de veinte y veinte.

Por eso, amor, hemos sumado luces
a las sombras que nos acompañan,
aprendiendo a esquivar las trampas del dolor;
burlando, con pasitos torpes, las esquirlas
del tiempo que macera nuestros pasos.

Hermoso poema, Rosa. Para mi es un poema al poder intemporal del amor que nutre la eternidad.

Sin embargo, amor,
cuando vienes a verme
y traes contigo la niñez y el incendio,
cuando abro las puertas de mis venas
al duende adolescente que brinca en tus pupilas,
los perros de la noche dejan de ladrar
a todos los abismos;
mi cuerpo recupera su latido
de infinitas pulsaciones
por abrazo.




Recibe un ramillete de abrazos. ERA

Muy bello trabajo, amiga Rosa.
Abrazos.

Nadie nos dijo que nada fuera fácil, ni difícil. Tuvimos que ir aprendiendo de relojeros y saltimbanquis para hacer del tiempo un aliado... y no siempre.
Qué difíciles son las relaciones y los incendios propios y compartidos.
Aprender y desaprender para "echar pa alante".
Encantado de venir y de leerte, Rosa.
Un abrazo.

Rosa Marzal escribió:
arrojar por las escaleras de tu mente
las facturas, los gritos de tu jefe, las cartas comerciales;
guardar todas las horas tejidas a golpe de teclado
en el apolillado cajón de la rutina.


...mientras conversas con tu soledad
y ametrallas un lienzo en blanco
cuando te vence el ansia
de vomitar el mundo
a través de las yemas de tus dedos.


Aprenden a danzar como niños
nuestros cuatrocientos doce huesos
juntos,
y mis innumerables inviernos
y tus cincuenta y tantos veranos
logran fundirse en compás
de veinte y veinte.

Excelente poema, Rosa. Los versos que destaco me parecieron especialmente buenos. Mis felicitaciones, querida amiga.
Un gran abrazo.

Qué bueno, Rosa, poesía de altura.
Un placer de lectura, compañera,un abrazo.

Es tan difícil hacer un poema de amor que no resulte cursi que cuando leo y releo éste, me emociono.
Me voy con los ojos llenos de buena poesía.
Un abrazo

Un poemazo, Rosa. Salgo al leerte llena de poesía. Felicidades por tu espléndida entrega.
Abrazos
Pilar

Magnífica apuesta por el amor que vence las dificultades y el golpe del paso del tiempo. Abrazo y felicitaciones Rosa.
Salud.

Grandes obras de Rosa Marzal en Alaire: Nadie nos dijo...