Editorial Alaire

Soy varias...
estratégicamente me instalo en la habitación
esperando los sobresaltos
que me asediarán hasta el amanecer.

Temo la noche,
y el haz de neón helado que se dobla y se desdobla
recorriendo mis rendijas medulares,
y la febril impaciencia que ofusca mi entendimiento.

Temo la noche que me desnuda,
y la parálisis que muestra mi zafiedad de bisutería.

Temo la noche
que me induce a ceder a la autodestrucción,
en disolución incalculable se funden las células
de un físico descerebrado y en tropel se disgregan las partes
y explosionan salpicando de bazofia el más leve sueño.

Soy varias...
al amanecer compruebo que de nada sirven las estrategias para resguardarme
del miedo y que apenas ocurren sucesos en el fragor de la noche.

Soy varias...
al amanecer
sólo un dolor zumbón
me parte el cráneo en dos.
---

©MAR – enero 2019

Tu poema, Marisa, me confirma lo que hace ya tiempo aprendí, y es que todos nos parecemos mucho más de lo que a simple vista pueda parecer. Esa "resaca existencial" tras ciertas noches creo que es común a todo quisqui . ...y es que todos somos varios y tenemos nuestros miedos particulares... Excelente poema, amiga. ¡un abrazo!

Intensos y perturbadores versos querida amiga... mucha fuerza en ellos...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Menos mal que esas noches, aunque se hagan, no son eternas. Un poema sincero y hermoso. Me gustó. Besos
Pilar

Profundo poema, estimada amiga. Muchos abrazos, Marisa. La noche no duele tanto, aunque fuera la oscuridad tímida de los recuerdos. Me ha encantado por las verdades que sugiere. Mientras haya sinónimos de la soledad, estamos a salvo.

Hermoso e interesante trabajo, amiga Marisa.
Abrazos.

Eres varias y eres única...
Un placer de lectura, Marisa,
para este lunes sin prisas
y amanecer de café...
Un abrazo y feliz semana.

Marisa Peral escribió:Soy varias...
estratégicamente me instalo en la habitación
esperando los sobresaltos que me
asediarán hasta el amanecer.

Temo la noche,
y el haz de neón helado que se dobla y se desdobla
recorriendo mis rendijas medulares,
y la febril impaciencia que ofusca mi entendimiento.

Temo la noche que me desnuda,
y la parálisis que muestra mi zafiedad de bisutería.

Temo la noche
que me induce a ceder a la autodestrucción,
en disolución incalculable se funden las células
de un físico descerebrado y en tropel se disgregan las partes
y explosionan salpicando de bazofia el más leve sueño.

Soy varias...
al amanecer compruebo que de nada sirven las estrategias para resguardarme
del miedo y que apenas ocurren sucesos en el fragor de la noche.

Soy varias...
al amanecer
sólo un dolor zumbón
me parte el cráneo en dos.
---

©MAR – enero 2019

Un extraordinario poema, Marisa; está bien armado, lleva cuotas altísimas de percusión emocional, atrapa la atención y se mueve en verdades irresolutibles (como dice un youtuber a quien sigo con interés). En estos casos, ya sabes, solo queda ponerse en pie para aplaudir.

Un abrazo grande, querida compañera.

Marisa Peral escribió:Soy varias...
estratégicamente me instalo en la habitación
esperando los sobresaltos que me
asediarán hasta el amanecer.

Temo la noche,
y el haz de neón helado que se dobla y se desdobla
recorriendo mis rendijas medulares,
y la febril impaciencia que ofusca mi entendimiento.

Temo la noche que me desnuda,
y la parálisis que muestra mi zafiedad de bisutería.

Temo la noche
que me induce a ceder a la autodestrucción,
en disolución incalculable se funden las células
de un físico descerebrado y en tropel se disgregan las partes
y explosionan salpicando de bazofia el más leve sueño.

Soy varias...
al amanecer compruebo que de nada sirven las estrategias para resguardarme
del miedo y que apenas ocurren sucesos en el fragor de la noche.

Soy varias...
al amanecer
sólo un dolor zumbón
me parte el cráneo en dos.
---

©MAR – enero 2019

Vivimos en un mundo tóxico y nos afecta. Hay que ayunar entre días para no enloquecer. Hago eco de las palabras de nuestra colega Rosario Martin eres varias y eres única. Es un gran poema! Abrazos, ERA

Sí señorita, varias, e incongruentes, a veces pausadas, las menos, otras alocadas, a veces tranquilas otras inquietas.
Ser una sola es muy aburrido, o cansado depende de la que toca ese día o a esa hora.

Interesante, nos has hecho pensar.

Un abrazo.

Luis M. escribió:
Tu poema, Marisa, me confirma lo que hace ya tiempo aprendí, y es que todos nos parecemos mucho más de lo que a simple vista pueda parecer. Esa "resaca existencial" tras ciertas noches creo que es común a todo quisqui . ...y es que todos somos varios y tenemos nuestros miedos particulares... Excelente poema, amiga. ¡un abrazo!

Hola tocayo... gracias por tu paso y por tus palabras siempre amables con mis cosas.
Y sí, todos somos varios, gracias a Dios. Además es bueno desmelenarse de vez en cuando. Lo de los miedos pues también tienen sus momentos, sus etapas pero son inevitables, vivir es un deporte de alto riesgo y hay que disfrutarlo.
Un abrazo grande.

Muy buen poema Marisa, la mujer dividida por la noche, separada en capas, cuestionada. Me gusta mucho como utilizaste la reiteración para dar énfasis a tu idea general, el dolor que predomina al final y es el causante de este escrito.

Un abrazo grande!!
Satír.

Marisa Peral escribió:Soy varias...
estratégicamente me instalo en la habitación
esperando los sobresaltos que me
asediarán hasta el amanecer.

Temo la noche,
y el haz de neón helado que se dobla y se desdobla
recorriendo mis rendijas medulares,
y la febril impaciencia que ofusca mi entendimiento.

Temo la noche que me desnuda,
y la parálisis que muestra mi zafiedad de bisutería.

Temo la noche
que me induce a ceder a la autodestrucción,
en disolución incalculable se funden las células
de un físico descerebrado y en tropel se disgregan las partes
y explosionan salpicando de bazofia el más leve sueño.

Soy varias...
al amanecer compruebo que de nada sirven las estrategias para resguardarme
del miedo y que apenas ocurren sucesos en el fragor de la noche.

Soy varias...
al amanecer
sólo un dolor zumbón
me parte el cráneo en dos.
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©MAR – enero 2019

Hay noches que las paso leyendo y escribiendo. Menos mal a estos pequeñños vicios.
Tú poema ayuda, gracias.

Simon

Marisa Peral escribió:Soy varias...
estratégicamente me instalo en la habitación
esperando los sobresaltos que me
asediarán hasta el amanecer.

Temo la noche,
y el haz de neón helado que se dobla y se desdobla
recorriendo mis rendijas medulares,
y la febril impaciencia que ofusca mi entendimiento.

Temo la noche que me desnuda,
y la parálisis que muestra mi zafiedad de bisutería.

Temo la noche
que me induce a ceder a la autodestrucción,
en disolución incalculable se funden las células
de un físico descerebrado y en tropel se disgregan las partes
y explosionan salpicando de bazofia el más leve sueño.

Soy varias...
al amanecer compruebo que de nada sirven las estrategias para resguardarme
del miedo y que apenas ocurren sucesos en el fragor de la noche.

Soy varias...
al amanecer
sólo un dolor zumbón
me parte el cráneo en dos.
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©MAR – enero 2019

Y tanto que somos en la variedad, en la otredad diría Benedetti. Nos asustan las noches, algunas veces, se nos puebla la habitación de insomnios y nos desnuda; y amanece.
Me gustó todo el poema, Marisa.
Un abrazo desde la segunda línea-cordillera del Mediterráneo.

Ni te averguences ni te partas, amiga. Soñar es el defecto que todos degustamos a diario o antes o después de los sucesos.

En la diversidad nos entendemos casi todos y no nos duele corregirnos. Es la base para mejorar y el efecto trampa para decirnos poéticamente la verdad. Un abrazo