El Changuito
Publicado: Mar, 22 Ene 2019 7:35
EL CHANGUITO
Delira el viento azorado
mientras florece la tarde.
Un corazón que ya arde,
vuelve a su rancho anhelado.
No pinta en su marcha el hado:
lo matiza una sonrisa
que no ha de borrar la brisa,
pues es fruto del trabajo.
El ser digno no huye al bajo
si el pecho en sudor se agrisa.
Pero juro, oh Dios piadoso,
-y se me turba ya el sueño-
que aquel no era fiero dueño
ni mozo de andar penoso.
He visto al monte quejoso
ceñirse ante el guardamonte,
pero jamás este afronte:
¡Un chango vertido en hombre!
Su patria hoy no tiene nombre.
y lo arrecia el horizonte...
Juan Cruz Bordoy
Delira el viento azorado
mientras florece la tarde.
Un corazón que ya arde,
vuelve a su rancho anhelado.
No pinta en su marcha el hado:
lo matiza una sonrisa
que no ha de borrar la brisa,
pues es fruto del trabajo.
El ser digno no huye al bajo
si el pecho en sudor se agrisa.
Pero juro, oh Dios piadoso,
-y se me turba ya el sueño-
que aquel no era fiero dueño
ni mozo de andar penoso.
He visto al monte quejoso
ceñirse ante el guardamonte,
pero jamás este afronte:
¡Un chango vertido en hombre!
Su patria hoy no tiene nombre.
y lo arrecia el horizonte...
Juan Cruz Bordoy