Editorial Alaire

Parece que aquí es más fácil
seguir con la lejanía de mi cuerpo.
Olvido quién soy
para no tener miedo a los recuerdos.
Olvido quién soy
como una hiena que sonríe
y muestra su mandíbula de plata
a una máquina de sombras.
Noto en mi piel la vejez y no me acostumbro a ella.
Ese caparazón de días sin descanso
no me protege.
Mantenerse ocupado es una adivinanza de la soledad.
Los fines de semana hago compras innecesarias
para después engañarme que
lo que gasto es sólo dinero.
A veces, cuando orino entre las luces gastadas
de ese cubo
que emite señales de araña
para que no empiecen otras luces a tejer su tela
y, torpemente, se sumerja el tiempo en el hervidero
que ya está en la lista negra de mi alma,
a veces, cuando toco mis órganos genitales
sin otro propósito que el de vaciar
muchos ríos de muerte,
me parece la existencia un desagüe por los que corren sucios
los abismos.

Marius Gabureanu escribió:Parece que aquí es más fácil
seguir con la lejanía de mi cuerpo.
Olvido quién soy
para no tener miedo a los recuerdos.
Ovido quién soy
como una hiena que sonríe
y muestra su mandíbula de plata
a una máquina de sombras.
Noto en mi piel la vejez y no me acostumbro a ella.
Ese caparazón de días sin descanso
no me proteje.
Mantenerse ocupado es una adivinanza de la soledad.
Los fines de semana hago compras innecesarias
para después engañarme que
lo que gasto es sólo dinero.
A veces, cuando orino entre las luces gastadas
de ese cubo
que emite señales de araña
para que no empiecen otras luces a tejer su tela
y, torpemente, se sumerja el tiempo en el hervidero
que ya está en la lista negra de mi alma,
a veces, cuando toco mis órganos genitales
sin otro propósito que el de vaciar
muchos ríos de muerte,
me parece la existencia un desagüe por los que corren sucios
los abismos.

Bello hasta límites insospechados; dotado de una fina genialidad, se genera a sí mismo en su destino de poema.

Sigo de pie para aplaudir tus producciones, amigo del alma.

Un beso grande.

En tus versos se siente una soledad grande. Son poemas muy hermosos, originales y que atrapan desde el primer verso. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Grandioso poema, Marius:

Con un final espectacular.

Aplausos
Un beso enorme
Ana

Querida Hallie, muchas gracias por acompañarme en este intento. Agradezco tu presencia siempre. Recibe mis abrazos sinceros.

Pilar, gracias por hacer sentida tu presencia. No sufro más que otro ser humano. No quiero caer en el patetismo de ninguna manera. Me atrevo poner en el papel lo que yo siento, a mi manera de decir las cosas, y si elijo la tristeza para expresarme , es que me siento cómodo,
nadie quiere cambiar su piel por otra piel. Mis abrazos sinceros, estimada amiga.

Ana, te agradezco la huella que has dejado. Grandioso no es, pero llena un hueco. Mis abrazos, estimada amiga,

Marius Gabureanu escribió:Pilar, gracias por hacer sentida tu presencia. No sufro más que otro ser humano. No quiero caer en el patetismo de ninguna manera. Me atrevo poner en el papel lo que yo siento, a mi manera de decir las cosas, y si elijo la tristeza para expresarme , es que me siento cómodo,
nadie quiere cambiar su piel por otra piel. Mis abrazos sinceros, estimada amiga.

Me pasé aseverando algo del que carezco de información. Yo también tiendo a escribir desde la nostalgia y la tristeza. He creído conveniente suprimir las primeras palabras. Creo que así se ajusta más a la realidad. Sea como sea, me encanta como escribes.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Emil Cioran decía que la tristeza no cesa de ser enigmática.Muchas gracias por todo, estimada amiga. Mis abrazos.

Marius,

que siga la fiesta, amigo. En este caso es cuestión de genitales. En este caso, también, una nueva ventana a ese otro mundo tuyo: solitario, extremo, angustioso, pero tan bello.

A mí me gusta mucho.
Un abrazo.

Yo no olvido lo bien que me sienta leer tus versos y poemas.. Si amigo mío, la existencia es un desagüe que se va agotanto de repente o poco a poco.

Un abrazo y sigue sigue, no te pares.---

Compañero, el poema completo me ha dejado perplejo, de una sabiduría enorme, tan humano, tan profundo que hace reflexionar acerca de la vida y que hacemos con ella. También con un dejo de soledad o la sensación de estar solo aunque estemos acompañados. Rescato estos versos, los cuales aplaudo de pie:

"Olvido quién soy
para no tener miedo a los recuerdos.!

"Los fines de semana hago compras innecesarias
para después engañarme que
lo que gasto es sólo dinero."

Aplausos para ti!

Satír.

Hermoso trabajo, amigo Marius, en el que, como no puede ser de otra forma, dejas pinceladas de tu poderoso ingenio.
abrazos.

Este poema me ha gustado mucho y me ha sorprendido agradablemente. Me ha gustado el mensaje de soledad existencial (conciencia del individualismo; es decir que, parados en medio de la civilización, seguimos siendo testigos de nuestra terrible orfandad, de nuestra miseria humana. Y me ha sorprendido la tendencia a lo conceptual (sin soltarse del lirismo) y la limpieza de la forma (con buena música de fondo).

Un saludo con apretón de manos.
Óscar

Marius Gabureanu escribió:Parece que aquí es más fácil
seguir con la lejanía de mi cuerpo.
Olvido quién soy
para no tener miedo a los recuerdos.
Olvido quién soy
como una hiena que sonríe
y muestra su mandíbula de plata
a una máquina de sombras.
Noto en mi piel la vejez y no me acostumbro a ella.
Ese caparazón de días sin descanso
no me protege.
Mantenerse ocupado es una adivinanza de la soledad.
Los fines de semana hago compras innecesarias
para después engañarme que
lo que gasto es sólo dinero.
A veces, cuando orino entre las luces gastadas
de ese cubo
que emite señales de araña
para que no empiecen otras luces a tejer su tela
y, torpemente, se sumerja el tiempo en el hervidero
que ya está en la lista negra de mi alma,
a veces, cuando toco mis órganos genitales
sin otro propósito que el de vaciar
muchos ríos de muerte,
me parece la existencia un desagüe por los que corren sucios
los abismos.

Marius, Marius, no nos has abandonado! Impresionante poema. logras con gran arte y pasión imagenes que se desnudan ante nuestros ojos, no vemos un cuerpo asexuado, vemos a un hombre en la cumbre de la soledad, formulando dolientes preguntas, poseyendo a su realidad, amándola con la conversión de no sólo emociones fuertes, pero aun más, con emociones desconocidas en el misticismo de la esencia humana. Me conmueves, bella mente! E. R. Aristy