Página 1 de 1

Nana del padre

Publicado: Vie, 18 Ene 2019 13:58
por Pablo Rodríguez Cantos
Nana del padre
sangre sudando, en tiempo hará breve
purpurear la nieve
(Luis de Góngora, Soledades)
Hijo mío querido
a quien entre cadenas he engendrado
y que junto a mi pecho estás dormido
bajo un cielo que tiembla agazapado,
mi cachorro que sueña
un verano de tarde dilatada
jugando a la pelota
hasta las tantas de la madrugada:
nunca podré ofrecerte
blanco caudal de cálidas estrellas
—mi dulzura pequeña
en cerebral nocturno se convierte
con inefable amor, palabras bellas—.
Mamá se ha entretenido
jugando con los cuernos de la luna
—solos los dos estamos
en guerra desigual y hondura rota—
pero yo no te olvido
aunque el olivo olvide su aceituna.
Duerme, que no te olvido
—mientras, los dos soñamos,
mi pecho es ya tu cuna—
aunque el olivo olvide su aceituna.

Temblor de grandes pájaros que hieren
el aire con sus trinos,
la carne con sus huevos
—de la tierra incubados en el seno
son germen de destinos
y marchitos renuevos,
suicidas si supieren
cuánto por las arterias de la historia
dura el fugaz veneno—.
Tú tiemblas en mis brazos
pero es eco del cielo;
sin experiencia alguna
de cálidos regazos
o mullidas entrañas
donde levanta el alma su alto vuelo
hasta encontrar, arriba, telarañas
y, abajo, tan violentas las raíces
del honor, de la gloria,
del miedo, de la sangre y de la luna.
Pero yo no te olvido,
hijo mío querido.
Ya que el invierno verde y su victoria
—ya preñados los vientres infelices—
cantan con voz de congelados mares
y enbravecidos sones,
ponte a jugar, ¡no pares!:
jugaremos corriendo por las eras
ayer, a la pelota;
mañana, a las esferas.
(Ya soplará la noche sus bordones
hasta extinguir las últimas estrellas).
En cambio, a mí me abrazará una nieve
que a competir con el clavel se atreve.

Hijo mío querido
a quien entre cadenas he engendrado
y que junto a mi pecho estás dormido
bajo un cielo que tiembla agazapado,
mi cachorro que sueña
un verano de tarde dilatada
jugando a la pelota
hasta las tantas de la madrugada:
nunca pude ofrecerte
blanco caudal de cálidas estrellas
—mi tristeza pequeña
en cerebral nocturno se convierte
con inefable amor, palabras bellas—.
Mamá se ha entretenido
jugando con los cuernos de la luna
—solos los dos estamos
en guerra desigual y vida rota—
pero yo no te olvido
aunque el olivo olvide su aceituna.
¡Despierta! No te olvido
—mientras, los dos soñamos,
la tierra es ya tu cuna—
aunque el olivo olvide su aceituna,
aunque el olivo olvide su aceituna...

Re: Nana del padre

Publicado: Vie, 18 Ene 2019 14:17
por Pilar Morte
Emocionante y logrado poema. Todo él rezuma sentimiento y buen hacer. Me encantó. Felicidades.
Besos
Pilar

Re: Nana del padre

Publicado: Vie, 18 Ene 2019 15:53
por Pablo Rodríguez Cantos
Hola, Pilar. Gracias por tu lectura y por tu comentario. Saludos.

Re: Nana del padre

Publicado: Vie, 18 Ene 2019 17:51
por Begoña Egüen
Pablo Rodríguez Cantos escribió:Nana del padre
sangre sudando, en tiempo hará breve
purpurear la nieve
(Luis de Góngora, Soledades)
Hijo mío querido
a quien entre cadenas he engendrado
y que junto a mi pecho estás dormido
bajo un cielo que tiembla agazapado,
mi cachorro que sueña
un verano de tarde dilatada
jugando a la pelota
hasta las tantas de la madrugada:
nunca podré ofrecerte
blanco caudal de cálidas estrellas
—mi dulzura pequeña
en cerebral nocturno se convierte
con inefable amor, palabras bellas—.
Mamá se ha entretenido
jugando con los cuernos de la luna
—solos los dos estamos
en guerra desigual y hondura rota—
pero yo no te olvido
aunque el olivo olvide su aceituna.
Duerme, que no te olvido
—mientras, los dos soñamos,
mi pecho es ya tu cuna—
aunque el olivo olvide su aceituna.

Temblor de grandes pájaros que hieren
el aire con sus trinos,
la carne con sus huevos
—de la tierra incubados en el seno
son germen de destinos
y marchitos renuevos,
suicidas si supieren
cuánto por las arterias de la historia
dura el fugaz veneno—.
Tú tiemblas en mis brazos
pero es eco del cielo;
sin experiencia alguna
de cálidos regazos
o mullidas entrañas
donde levanta el alma su alto vuelo
hasta encontrar, arriba, telarañas
y, abajo, tan violentas las raíces
del honor, de la gloria,
del miedo, de la sangre y de la luna.
Pero yo no te olvido,
hijo mío querido.
Ya que el invierno verde y su victoria
—ya preñados los vientres infelices—
cantan con voz de congelados mares
y enbravecidos sones,
ponte a jugar, ¡no pares!:
jugaremos corriendo por las eras
ayer, a la pelota;
mañana, a las esferas.
(Ya soplará la noche sus bordones
hasta extinguir las últimas estrellas).
En cambio, a mí me abrazará una nieve
que a competir con el clavel se atreve.

Hijo mío querido
a quien entre cadenas he engendrado
y que junto a mi pecho estás dormido
bajo un cielo que tiembla agazapado,
mi cachorro que sueña
un verano de tarde dilatada
jugando a la pelota
hasta las tantas de la madrugada:
nunca pude ofrecerte
blanco caudal de cálidas estrellas
—mi tristeza pequeña
en cerebral nocturno se convierte
con inefable amor, palabras bellas—.
Mamá se ha entretenido
jugando con los cuernos de la luna
—solos los dos estamos
en guerra desigual y vida rota—
pero yo no te olvido
aunque el olivo olvide su aceituna.
¡Despierta! No te olvido
—mientras, los dos soñamos,
la tierra es ya tu cuna—
aunque el olivo olvide su aceituna,
aunque el olivo olvide su aceituna...

Me ha encantado leer y comentar, este bello poema...colmado de emociones. Mi felicitación sincera.
Un abrazo..
BEGOÑA.



BEGOÑA.

Re: Nana del padre

Publicado: Sab, 19 Ene 2019 19:42
por Rafel Calle
Hermoso e interesante trabajo, amigo Pablo.
Abrazos.

Re: Nana del padre

Publicado: Dom, 20 Ene 2019 8:54
por Rosa Marzal
Una preciosa y conmovedora nana. Me ha gustado mucho.

Mi sincera felicitación, Pablo.

Un abrazo.

Re: Nana del padre

Publicado: Dom, 20 Ene 2019 15:23
por Pablo Rodríguez Cantos
Gracias, Rafel y Rosa. Aprovecho para decir que este poema, con estructura que imita la de la sonata musical, surgió a partir de una obra de Safet Zec (Exodus) que adjunto. Imaginé a un padre que después de perder a su mujer en la guerra, tiene que ir a enterrar a su hijo de corta edad. En ese momento nace esta "nana" para el sueño eterno. Saludos.

Imagen

Re: Nana del padre

Publicado: Dom, 20 Ene 2019 15:27
por Simon Abadia
Interesante trabajo lleno de sentimiento y buen hacer.
Felicidades y un abrazo,

Simon

Re: Nana del padre

Publicado: Dom, 27 Ene 2019 19:00
por Pablo Rodríguez Cantos
Gracias, Simón. Saludos.

Re: Nana del padre

Publicado: Lun, 28 Ene 2019 21:12
por E. R. Aristy
Un poema que se alza como una torre de amor en medio de la trágica realidad. Me conmueve su belleza y su trasfondo doloroso. Admiro su bella arquitectura, siento que de ella, por momentos escapan las almas que le habitan. Te felicito por lograr un poema extraordinario, Pablo, ERA

Re: Nana del padre

Publicado: Mié, 30 Ene 2019 18:21
por Pablo Rodríguez Cantos
Muchas gracias, E.R.A., muy amable tu comentario.

Re: Nana del padre

Publicado: Mié, 30 Ene 2019 19:29
por Guillermo Cumar
Gracias poeta. Cogiste tu sentir con ambas manos y lograste vencer y convencer y hasta llorar con lágrimas de acero.

Un abrazo para ti y un aplauso para la nana.

Re: Nana del padre

Publicado: Lun, 27 May 2019 14:02
por Pablo Rodríguez Cantos
Muchas gracias, Guillermo, por este comentario que me dejas y que es todo un poema. Lamento no haberte contestado en su día. Creo que ya no tengo más respuestas atrasadas. Saludos.