El loro hablador (dedicado a Jerónimo Muñoz)
Publicado: Sab, 12 Ene 2019 20:46
He pensado en comprarme un loro
de los que saben tararear de memoria baladas de soledad,
si puede ser, el loro de una prostituta
que conozca todos los seudónimos del abismo
incluido el de las personas lamiendo su vagina
hasta que un cubo de hielo explote en el vaso de coñac
del que bebieron juntas las muertes adelantando su orgasmo,
las muertes más nuestras, que se parecen a nadie.
Las muertes más nuestras se parecen a nadie,
os juro que lo escuché del pico de un loro.
Y que imite el acento de las diferentes clases sociales,
sean banqueros calvos, artistas del suicidio,
bisontes del futuro con sus cuernos pesados, en manada,
un loro que adivine mis ahorros de angustia
y sepa picotear el móvil
cuando la llamada entrante es de dios,
y bloquear ese numero sin prefijo.
En definitiva, un loro que cumpla con todos los requisitos de loro:
que se balancee como un soldadito mientras persiga la sangre
que a veces derramo de otros cuerpos
con los que mis sombras vuelven de pasear
y que tenga bien entendida la razón de su existencia
que es, de compartir jaula conmigo, otro loro.
Que me diga muérete en el idioma más suave,
y no sé por qué me da por pensar
que el loro que yo quiero
también quiere un hombre que le diga muérete,
él también está condenado a soñar con una prostituta
que lo mime en sus momentos de descanso
como si las caricias verdaderas fueran las que se deslizan por un vaso de coñac
mientras otros seres te invaden
y no sabes si llorar o comprarte un loro.
nota: me ha encantado el poema de Jerónimo, por eso yo también he pensado en mi loro.
de los que saben tararear de memoria baladas de soledad,
si puede ser, el loro de una prostituta
que conozca todos los seudónimos del abismo
incluido el de las personas lamiendo su vagina
hasta que un cubo de hielo explote en el vaso de coñac
del que bebieron juntas las muertes adelantando su orgasmo,
las muertes más nuestras, que se parecen a nadie.
Las muertes más nuestras se parecen a nadie,
os juro que lo escuché del pico de un loro.
Y que imite el acento de las diferentes clases sociales,
sean banqueros calvos, artistas del suicidio,
bisontes del futuro con sus cuernos pesados, en manada,
un loro que adivine mis ahorros de angustia
y sepa picotear el móvil
cuando la llamada entrante es de dios,
y bloquear ese numero sin prefijo.
En definitiva, un loro que cumpla con todos los requisitos de loro:
que se balancee como un soldadito mientras persiga la sangre
que a veces derramo de otros cuerpos
con los que mis sombras vuelven de pasear
y que tenga bien entendida la razón de su existencia
que es, de compartir jaula conmigo, otro loro.
Que me diga muérete en el idioma más suave,
y no sé por qué me da por pensar
que el loro que yo quiero
también quiere un hombre que le diga muérete,
él también está condenado a soñar con una prostituta
que lo mime en sus momentos de descanso
como si las caricias verdaderas fueran las que se deslizan por un vaso de coñac
mientras otros seres te invaden
y no sabes si llorar o comprarte un loro.
nota: me ha encantado el poema de Jerónimo, por eso yo también he pensado en mi loro.