Editorial Alaire

El duelo cede en su tristeza,
la nube toma altura
y la niebla no cristaliza en los árboles.
Desaparece el ocre del otoño,
pero la magia del bosque regala su vibración
que pone la mía a la altura de su esperanza.

Hay pequeños deshielos que cabriolean desde la cumbre
entre la erosión de peñascos.
Acoplo mi corazón al tictac del riachuelo,
que se torna órgano revivido.
Ya late la armonía que serena
equilibrando la ansiedad de las vísceras.
ll
.oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida.

Por fin, lentamente, como el que mira
la vida por primera vez, los ojos se abren
soñándose en futuro.

No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…

Muy hermoso querida amiga...vibrante y luminoso...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

pPilar, no hay eternidad hasta que despierta un buen poema como el tuyo.que me encant´o leer y acariciar.

Un abrazo

Lunamar Solano escribió:Muy hermoso querida amiga...vibrante y luminoso...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, querida amiga, por venir y dejar tu grata palabra
Besos
Pilar

Guillermo Cumar escribió:pPilar, no hay eternidad hasta que despierta un buen poema como el tuyo.que me encant´o leer y acariciar.

Un abrazo

Me dices unas palabras que levantan el ánimo para terminar de cumplir el duelo. Gracias por venir.
Besos
Pilar

Precioso, Pilar. Me ha encantado. Besos.

[quote="Pilar Morte"]El duelo cede en su tristeza,
la nube toma altura
y la niebla no cristaliza en los árboles.
Desaparece el ocre del otoño,
pero la magia del bosque regala su vibración
que pone la mía a la altura de su esperanza.

Hay pequeños deshielos que cabriolean desde la cumbre
entre la erosión de peñascos.
Acoplo mi corazón al tictac del riachuelo,
que se torna órgano revivido.
Ya late la armonía que serena.
Se oyen voces de entrega en la piel
equilibrando la ansiedad de las vísceras.
ll
.oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida.

Por fin, lentamente, como el que mira
la vida por primera vez, los ojos se abren
soñándose en futuro.

No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…[/quot
Me ha encantado la lectura de este bello poema. Muchas gracias, querida amiga, Pilar, por haber compartido.
Un beso.
BEGOÑA.

Ramón Carballal escribió:Precioso, Pilar. Me ha encantado. Besos.

Me alegra que te haya gustado y me lo digas.
Besos
Pilar

Pilar, nuevamente,nos ofreces un hermoso poema. Lleno de imágenes hermosas y que tocan profundamente, al menos en mí.

Todavía mi duelo no llega a su fin pero espero, de hacerlo, llegue con tanta hermosura como la que plasmas.

Estos versos en particular me encantan:

oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida

Un abrazo.

Begoña Egüen escribió:

Pilar Morte escribió:El duelo cede en su tristeza,
la nube toma altura
y la niebla no cristaliza en los árboles.
Desaparece el ocre del otoño,
pero la magia del bosque regala su vibración
que pone la mía a la altura de su esperanza.

Hay pequeños deshielos que cabriolean desde la cumbre
entre la erosión de peñascos.
Acoplo mi corazón al tictac del riachuelo,
que se torna órgano revivido.
Ya late la armonía que serena.
Se oyen voces de entrega en la piel
equilibrando la ansiedad de las vísceras.
ll
.oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida.

Por fin, lentamente, como el que mira
la vida por primera vez, los ojos se abren
soñándose en futuro.

No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…[/quot
Me ha encantado la lectura de este bello poema. Muchas gracias, querida amiga, Pilar, por haber compartido.
Un beso.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña, por dejarme tus gratas palabras.
Besos
Pilar

Ara López escribió:Pilar, nuevamente,nos ofreces un hermoso poema. Lleno de imágenes hermosas y que tocan profundamente, al menos en mí.

Todavía mi duelo no llega a su fin pero espero, de hacerlo, llegue con tanta hermosura como la que plasmas.

Estos versos en particular me encantan:

oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida

Un abrazo.

Gracias, querida amiga, por dejar tus gratas palabras.
Besos
Pilar

No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…

Estos últimos versos encierran un poema de autentico valor. Un poema sensible, emotivo, que llega con su certeza y lirismo a leerlo con placer y sentimiento. La libertad hace del poema una lectura fluida y hermosa.

Desde mi isla.
José Manuel F. Febles

Pilar Morte escribió:El duelo cede en su tristeza,
la nube toma altura
y la niebla no cristaliza en los árboles.
Desaparece el ocre del otoño,
pero la magia del bosque regala su vibración
que pone la mía a la altura de su esperanza.

Hay pequeños deshielos que cabriolean desde la cumbre
entre la erosión de peñascos.
Acoplo mi corazón al tictac del riachuelo,
que se torna órgano revivido.
Ya late la armonía que serena.
Se oyen voces de entrega en la piel
equilibrando la ansiedad de las vísceras.
ll
.oh, dolor ¡que fuiste libre en mi cuerpo
con la tintura del iris sobre el llanto!,
trajiste el color de avecillas muertas,
y la tristeza, que desnuda,
transitó por arterias sin salida.

Por fin, lentamente, como el que mira
la vida por primera vez, los ojos se abren
soñándose en futuro.

No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…

Maravilloso poema de la sanación. Me conmueve su belleza, Pilar. ERA

José Manuel F. Febles escribió:No hay eternidad en tu nido,
y el tren se detiene a recoger la plegaria desierta del sueño
y la ceniza del olvido.

Ya se alejan… y la noche despierta un poema…

Estos últimos versos encierran un poema de autentico valor. Un poema sensible, emotivo, que llega con su certeza y lirismo a leerlo con placer y sentimiento. La libertad hace del poema una lectura fluida y hermosa.

Desde mi isla.
José Manuel F. Febles

Gracias, querido amigo, por estar con tu amable palabra
Besos
Pilar

Una preciosidad, Pilar. Siempre un gusto leerte.

Un abrazo.