Editorial Alaire

Hay un parecido de sombras entre la niebla.
Diciembre es un manto ajeno a la luz, inconcluso, roto,
casi una herida. Caminas con la ubre de la edad
en los bolsillos, pisando la noche como un oráculo
o una pregunta sin verbo. Se vacía tu ayer
en las hojas del mortecino abedul, en los cristales que reflejan
el paso de una quimera, en los ojos que esquivan
la presencia de un cuerpo. Hablar al silencio refrenando los caballos
como un jinete que necesita el impulso fiel de la madurez,
la raíz invisible del canto. Mil adioses
sobre el ataúd del reloj, la luna sin luz
te acompaña como una gárgola vieja
mientras fluye la sangre allá lejos
bajo las aguas de un crepúsculo
yacido.

Bella y sosegada la escena de tus versos querido amigo...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

En este paseo todo tiene cabida y se vive en cada verso hermoso y logrado.
Besos
Pilar

Lunamar Solano escribió:Bella y sosegada la escena de tus versos querido amigo...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Nancy, por leerme y comentar. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:En este paseo todo tiene cabida y se vive en cada verso hermoso y logrado.
Besos
Pilar

Gracias por el amable comentario. Besos, Pilar.

Ramón Carballal escribió:Hay un parecido de sombras entre la niebla.
Diciembre es un manto ajeno a la luz, inconcluso, roto,
casi una herida. Caminas con la ubre de la edad
en los bolsillos, pisando la noche como un oráculo
o una pregunta sin verbo. Se vacía tu ayer
en las hojas del mortecino abedul, en los cristales que reflejan
el paso de una quimera, en los ojos que esquivan
la presencia de un cuerpo. Hablar al silencio refrenando los caballos
como un jinete que necesita el impulso fiel de la madurez,
la raíz invisible del canto. Mil adioses
sobre el ataúd del reloj, la luna sin luz
te acompaña como una gárgola vieja
mientras fluye la sangre allá lejos
bajo las aguas de un crepúsculo
yacido.

Maravilloso paseo, Ramón!

Ramón Carballal escribió:Hay un parecido de sombras entre la niebla.
Diciembre es un manto ajeno a la luz, inconcluso, roto,
casi una herida. Caminas con la ubre de la edad
en los bolsillos, pisando la noche como un oráculo
o una pregunta sin verbo. Se vacía tu ayer
en las hojas del mortecino abedul, en los cristales que reflejan
el paso de una quimera, en los ojos que esquivan
la presencia de un cuerpo. Hablar al silencio refrenando los caballos
como un jinete que necesita el impulso fiel de la madurez,
la raíz invisible del canto. Mil adioses
sobre el ataúd del reloj, la luna sin luz
te acompaña como una gárgola vieja
mientras fluye la sangre allá lejos
bajo las aguas de un crepúsculo
yacido.

Maravillosa creación, querido amigo.

Sin palabras para hacer justicia a tu poética; todos los aplausos.

Un abrazo también.

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Hay un parecido de sombras entre la niebla.
Diciembre es un manto ajeno a la luz, inconcluso, roto,
casi una herida. Caminas con la ubre de la edad
en los bolsillos, pisando la noche como un oráculo
o una pregunta sin verbo. Se vacía tu ayer
en las hojas del mortecino abedul, en los cristales que reflejan
el paso de una quimera, en los ojos que esquivan
la presencia de un cuerpo. Hablar al silencio refrenando los caballos
como un jinete que necesita el impulso fiel de la madurez,
la raíz invisible del canto. Mil adioses
sobre el ataúd del reloj, la luna sin luz
te acompaña como una gárgola vieja
mientras fluye la sangre allá lejos
bajo las aguas de un crepúsculo
yacido.

Maravilloso paseo, Ramón!

Gracias por tu generosidad, ERA. Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Ramón Carballal escribió:Hay un parecido de sombras entre la niebla.
Diciembre es un manto ajeno a la luz, inconcluso, roto,
casi una herida. Caminas con la ubre de la edad
en los bolsillos, pisando la noche como un oráculo
o una pregunta sin verbo. Se vacía tu ayer
en las hojas del mortecino abedul, en los cristales que reflejan
el paso de una quimera, en los ojos que esquivan
la presencia de un cuerpo. Hablar al silencio refrenando los caballos
como un jinete que necesita el impulso fiel de la madurez,
la raíz invisible del canto. Mil adioses
sobre el ataúd del reloj, la luna sin luz
te acompaña como una gárgola vieja
mientras fluye la sangre allá lejos
bajo las aguas de un crepúsculo
yacido.

Maravillosa creación, querido amigo.

Sin palabras para hacer justicia a tu poética; todos los aplausos.

Un abrazo también.

Gracias, Hallie, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

Cómo me hubiera gustado galopar en uno de esos caballos tan bien plantificados.

Un abrazo

... Ramón, tus metáforas, comparaciones y conceptos son excepcionales, poeta; enhorabuena, pues, enhorabuena. a. justel

Arriba, naturalmente.

Un abrazo, Ramón.

Guillermo Cumar escribió:Cómo me hubiera gustado galopar en uno de esos caballos tan bien plantificados.

Un abrazo

Gracias por tus palabras. Un abrazo y felices navidades.

Antonio Justel escribió:... Ramón, tus metáforas, comparaciones y conceptos son excepcionales, poeta; enhorabuena, pues, enhorabuena. a. justel

Gracias por tu generosidad. Un abrazo, Antonio y felices navidades.

Pablo Ibáñez escribió:Arriba, naturalmente.

Un abrazo, Ramón.

Gracias por el impulso. Un abrazo, Pablo y felices navidades.