Editorial Alaire

Ausente de ti…, mirando al sudeste.
(A Rafel Calle)

Como las llamas, allá, como el mar bravo, tus lunas.
Estas ausente de ti…, del grito, la palabra.
Grietas que enmudecen noches.
Girantes planicies del escritor apócrifo.

Tus senos, tus manos, te desesperan,
famoso ruego de las manos y del crisol.

Ausente de amor, de poder, de universo latente,
el solitario lobo en tu estepa,
el grito que enmudece los mundos, las galaxias.

Ausente, como el fuego de Yahvé,
apócrifo, poeta de la denuncia habitual.

Ausente de miradas, de noches...,
quebrado como un pino en medio de la nada,
creador para el olvido,
para el rumiador celular ignoto de mis manos,
trozo de hielo que rompe tus mares,
trozo de truenos y eclipses góticos,

Nunca sometas al poeta, ni hoy
ni en la perdida locura de la mirada de ayer.
Creador para la nada, para el futuro,
horizonte que miente, manos, manos
poeta, con garra al horizonte dormido.

Ruega que la balada mágica, que el paso dolido
y que los pájaros vuelen como demonios,
y que Allan Poe escriba sus famas y Ligeia;
erudito para que te lean
unas manos en ojos y juegos de humo;
Jamás el viento sobrará como la nada,
Jamás dirás te quiero.
Porque hoy estoy mirando al sudeste.

He querido resaltar unos versos Javier, Pero todo el poema es tan grandioso que me ha sido imposible, volveré de nuevo a el para volver a disfrutarlo, mi felicitación y un abrazo
Carmen

Carmen gracias por tu concepto y por pasar por mi obra.

Ausente de ti…, mirando al sudeste
( A Rafel Calle)

Como las llamas, allá, como el mar bravo, tus lunas.
Estas ausente de ti…, del grito, la palabra.
Grietas que enmudecen noches.
Girantes planicies del escritor apócrifo.

Tus senos, tus manos, te desesperan,
famoso ruego de las manos y del crisol.

Ausente de amor, de poder, de universo latente,
el solitario lobo en tu estepa,
el grito que enmudece los mundos, las galaxias.

Ausente, como el fuego de Yahvé,
apócrifo, poeta de la denuncia habitual.

Ausente de miradas, de noches...,
quebrado como un pino en medio de la nada,
creador para el olvido,
para el rumiador celular ignoto de mis manos,
trozo de hielo que rompe tus mares,
trozo de truenos y eclipses góticos,

Nunca sometas al poeta, ni hoy
ni en la perdida locura de la mirada de ayer.
Creador para la nada, para el futuro,
horizonte que miente, manos, manos
poeta, con garra al horizonte dormido.

Ruega que la balada mágica, que el paso dolido
y que los pájaros vuelen como demonios,
y que Allan Poe escriba sus famas y Ligeia;
erudito para que te lean
unas manos en ojos y juegos de humo;
Jamás el viento sobrará como la nada,
Jamás dirás te quiero.
Porque hoy estoy mirando al sudeste.
..................................................................................
Muy bien. He aquí un poema muy bello, cohesionado, original, con buen ritmo y, sobre todo, bien escrito tanto en el desarrollo gramatical, cuanto en el literario. Un trabajo, en definitiva, de autor que posee fundamentos. Porque no es solo la necesidad de escribir, de nada vale si no se acompaña de cuanto aquí te comento.

Por otra parte, te agradezco que me tengas tanto afecto, tus numerosas dedicatorias así me lo dicen. En cuanto a mí, en el umbral del invierno, de vuelta de vivir mil desatinos, ahora uno más, no como el hijo pródigo, sino como el abuelo pródigo, asumiendo un enorme reto: regresar al futuro para desandar los tropiezos. Y, claro está, estoy metido hasta las cejas en ello.

En fin, estimado amigo Javier, me alegro mucho del salto de calidad en tus obras. Sigue así.
Un fuerte abrazo.

Javier Dicenzo escribió:Ausente de ti…, mirando al sudeste.
( A Rafel Calle)

Como las llamas, allá, como el mar bravo, tus lunas.
Estas ausente de ti…, del grito, la palabra.
Grietas que enmudecen noches.
Girantes planicies del escritor apócrifo.

Tus senos, tus manos, te desesperan,
famoso ruego de las manos y del crisol.

Ausente de amor, de poder, de universo latente,
el solitario lobo en tu estepa,
el grito que enmudece los mundos, las galaxias.

Ausente, como el fuego de Yahvé,
apócrifo, poeta de la denuncia habitual.

Ausente de miradas, de noches...,
quebrado como un pino en medio de la nada,
creador para el olvido,
para el rumiador celular ignoto de mis manos,
trozo de hielo que rompe tus mares,
trozo de truenos y eclipses góticos,

Nunca sometas al poeta, ni hoy
ni en la perdida locura de la mirada de ayer.
Creador para la nada, para el futuro,
horizonte que miente, manos, manos
poeta, con garra al horizonte dormido.

Ruega que la balada mágica, que el paso dolido
y que los pájaros vuelen como demonios,
y que Allan Poe escriba sus famas y Ligeia;
erudito para que te lean
unas manos en ojos y juegos de humo;
Jamás el viento sobrará como la nada,
Jamás dirás te quiero.
Porque hoy estoy mirando al sudeste.

Buen trabajo poetico y gramatical.
Feliz dedicatoria.
Un abrazo

Bien Rafel estoy dejando todo.

Magnífico poema, amigo javier. Estás en un momento creativo extraordinario.

Seguro que le has sacado los colores a nuestro "chief" Rafa.

Un abrazo.

Gracias Rafel por tu paso por mi obra.

Me impacta la belleza de las imágenes. Un poema precioso por el que te felicito a ti y al destinatario, gran amigo, que lo merece.
Besos
Pilar

Excelente, Javier, un gran trabajo sin duda. Felicidades, compañero.

Rafel, gracias daré todo para el foro.

Javier Dicenzo escribió:Ausente de ti…, mirando al sudeste.
( A Rafel Calle)

Como las llamas, allá, como el mar bravo, tus lunas.
Estas ausente de ti…, del grito, la palabra.
Grietas que enmudecen noches.
Girantes planicies del escritor apócrifo.

Tus senos, tus manos, te desesperan,
famoso ruego de las manos y del crisol.

Ausente de amor, de poder, de universo latente,
el solitario lobo en tu estepa,
el grito que enmudece los mundos, las galaxias.

Ausente, como el fuego de Yahvé,
apócrifo, poeta de la denuncia habitual.

Ausente de miradas, de noches...,
quebrado como un pino en medio de la nada,
creador para el olvido,
para el rumiador celular ignoto de mis manos,
trozo de hielo que rompe tus mares,
trozo de truenos y eclipses góticos,

Nunca sometas al poeta, ni hoy
ni en la perdida locura de la mirada de ayer.
Creador para la nada, para el futuro,
horizonte que miente, manos, manos
poeta, con garra al horizonte dormido.

Ruega que la balada mágica, que el paso dolido
y que los pájaros vuelen como demonios,
y que Allan Poe escriba sus famas y Ligeia;
erudito para que te lean
unas manos en ojos y juegos de humo;
Jamás el viento sobrará como la nada,
Jamás dirás te quiero.
Porque hoy estoy mirando al sudeste.

Un hermoso poema, dedicado a Rafel a quien admiramos todos, gracias por regalarnos con tu singular y bella poesía. Dicenzo.

Ferreiro gracias por pasar por mi obra.

Pilar gracias por tu comentario.