Lo que hace el desamor
Publicado: Mié, 14 Nov 2018 18:40
Sin el barro que truena entre mis clavículas.
Con la sandez y la pedantería del crítico gastronómico que se come unas albóndigas crudas.
He sido, soy, seré, realmente lo mismo.
Nada cambia.
No realmente.
Es decir, no de verdad, verdad que pueda sentir cuando estoy solo.
Sí, te quise, hasta el envés de mi felpudo.
Le dí la vuelta al mundo contigo.
Y ahora estoy aquí, pensando versos, con un ángel colgado del pene.
Mi espejo es quizá ese carro del que tiro para salvarme de ciertas profundidades, que se caen solas.
Superficialidad, me levanto con peso en la nuca.
Debe ser el cambio climático, o las ondas serenas de tu cuello y tus cabellos.
Reflejos en el jamás, veo mi rostro a través de todos los rostros, sin llegar nunca a apagarse.
Para calmar mi sed, me escucho, me paso la lengua por los labios, hasta quedarme de piedra.
He llegado contigo a cuotas inimaginables.
Con la sandez y la pedantería del crítico gastronómico que se come unas albóndigas crudas.
He sido, soy, seré, realmente lo mismo.
Nada cambia.
No realmente.
Es decir, no de verdad, verdad que pueda sentir cuando estoy solo.
Sí, te quise, hasta el envés de mi felpudo.
Le dí la vuelta al mundo contigo.
Y ahora estoy aquí, pensando versos, con un ángel colgado del pene.
Mi espejo es quizá ese carro del que tiro para salvarme de ciertas profundidades, que se caen solas.
Superficialidad, me levanto con peso en la nuca.
Debe ser el cambio climático, o las ondas serenas de tu cuello y tus cabellos.
Reflejos en el jamás, veo mi rostro a través de todos los rostros, sin llegar nunca a apagarse.
Para calmar mi sed, me escucho, me paso la lengua por los labios, hasta quedarme de piedra.
He llegado contigo a cuotas inimaginables.