Editorial Alaire

Tu voz es de las rosas inefables
y del silencio que en la flor se agota,
aunque la tengas rota, aunque no hables,
aunque la guardes sin tenerla rota.

Tu voz apura cálices amables
hasta la última y callada gota
y vibra con la fuerza de los cables
como vibra la rosa cuando brota.

Tu voz es una voz de campanillas,
a juego con el pelo que cepillas
y con la longitud de tu mirada.

Es una colección de mariposas
que guardan el silencio de las rosas
para que su elocuencia las invada.

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A tono con la frente iluminada
y con el rosicler de la mejilla,
el faro redentor de la mirada
que alumbra más que el fuego cuando brilla.

A tono con la voz, tan afinada
que rompe el fresco molde de su arcilla,
la frívola cadera que traslada
su fina redondez a la rodilla.

A tono con el vértigo del cuello,
moderno y vertical, como la rosa,
el mérito constante de la espalda.

Sin olvidar la fama del cabello,
que ni revolotea ni reposa,
a tono con el vuelo de la falda.

Amigo Esteban:

Tengo leído en D'annunzio que los sonetos son arquitecturas delicadas como alas de mariposa, que se dividen en dos partes que difieren sustancialmente, las cuartetas y las tercetas.

Me ha gustado en tu primer trabajo esa imágen entre táctil y acústica: "y vibra con la fuerza de los cables". En todo este poema la gota rosada tiembla en la punta de la pluma que raspa el el papel. Y este es tal vez el objeto de la moldura estricta del soneto, convertirse en caja de resonancia de una idea.
En el tapiz semiótico, veo que la voz de una rosa puja. Me gusta eso.

El segundo poema recoge la rosa hablada, y la devuelve al espejo del amor. Nace la mujer, nace la nuca, nace la amante, nace la forma de la forma: el alma.

Un saludo cordial desde Buenos Aires

Rafael

Hermosos sonetos, querido amigo Esteban.
Como siempre consigues piezas con tintes bellísimos, de una sencillez esencial y, por momentos, genialoide. Y esa gran habilidad para actualizar el vocablo, me parece otro factor primordial en tus obras.
En fin, ha sido un placer leerte. Felicidades.
Te mando un fuerte abrazo.

Gracias, muchas gracias, Rafael. ¡Qué precisa tu definición!: "Y este es tal vez el objeto de la moldura estricta del soneto, convertirse en caja de resonancia de una idea".

La idea debe ser tan fija como inefable, tan nítida como difusa. Es necesario exprimirla hasta la extenuación, perseguirla y fijarla cada vez mas, tratando de fusionar forma y contenido hasta conseguir el efecto estético adecuado.

Un abrazo y mil gracias por el comentario,

Esteban

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Llevaba días dándole vueltas a algunos versos de estos poemas, amigo Rafel. Es duro, porque, a menudo, uno debe acabar aceptando las soluciones originales, con lo que queda al final una sensación como de pérdida de tiempo y esfuerzo. Peor aún cuando al poema se le notan los parches como heridas de guerra.

Un fuerte abrazo y mil gracias por las generosas palabras que me dedicas,

Esteban

Un deleite poético pasar por estos sonetos . No sabría cual elegir
UN abrazo
Pilar

Me han encantado estos dos sonetos... el objetivo de transmitir está logrado.

Un saludo.

Gio.

Esteban, un placer pasar por tus versos.
Dos sonetos impecables. En el segundo se complementade una forma perfecta el fondo del poema con la forma del soneto ya que todo en su conjunto habla de armonía.
Un saludo:
Darío

Me han gustado los dos, pero ése... ¡me ha encantado!

Aplausos, Esteban.

Blanca

Esteban Granado escribió:Tu voz es de las rosas inefables


A tono con la frente iluminada
y con el rosicler de la mejilla,
el faro redentor de la mirada
que alumbra más que el fuego cuando brilla.

A tono con la voz, tan afinada
que rompe el fresco molde de su arcilla,
la frívola cadera que traslada
su fina redondez a la rodilla.

A tono con el vértigo del cuello,
moderno y vertical, como la rosa,
el mérito constante de la espalda.

Sin olvidar la fama del cabello,
que ni revolotea ni reposa,
a tono con el vuelo de la falda.

Gracias, amiga Pilar, me alegro de que te hayan gustado.

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Giovanni. Es lo mejor que me podías decir.

Saludos,

Esteban

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Darío:

Gracias por el comentario. Me quedé encallado en un par de versos y no estoy del todo satisfecho con la solución que les he dado. Quizás tenga que seguir trabajándolos un poco.

Un saludo,

Esteban

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Amiga Blanca:

Gracias por pasar. Celebro que te hayan parecido bien. Como le digo a Darío, hay algún verso por ahí (el que cierra el primer poema entre ellos) que no me acaba de gustar del todo;
quise huir de lo más obvio, pero no supe hacerlo correctamente.

Un abrazo,

Esteban

[

Me muevo mas bien en el terreno del verso libre pero cualquier lector de poesia se da cuenta enseguida de la calidad de estos sonetos. Mis felicitaciones, Esteban. Un abrazo.

Muchas gracias, Ramón.

Creo que es difícil escribir sonetos porque el autor ve mermada su capacidad para conferir identidad al poema a través de la forma, que ya le viene dada. De otra parte, la forma está lo suficientemente contrastada como para permitir su desarrollo al máximo nivel en el aspecto lírico. Es como un pequeño reto que uno nunca acaba de satisfacer.

Un abrazo,

Esteban

Hermosos sonetos. Un saludo desde las profundidades de la envidia.

Federico.-

Preciosos sonetos Esteban, maestría más que demostrada, siempre en tus versos, es un verdedero placer ver cómo estas joyas de la poesía siguen estando vivas y más que vivas.
Un abrazo

Sara

Dos joyas finísimas con grados muy alto de belleza !!

Enhorabuena ahora y siempre.

Un beso

Hallie

Gracias, Federico, aunque no creo que tengas mucho que envidiarme...

Un abrazo,

Esteban

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Gracias, Sara. Como ya he dicho a algún compañero, creo que ciertos versos son mejorables. El caso es que tampoco se puede uno eternizar con los poemas, hay que darles solución...

Un fuerte abrazo,

Esteban

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Gracias, Hallie. Es un placer y un honor para mí recibir tu visita y comentario.

Un abrazo,

Esteban