Editorial Alaire

Deambulo por el parque
y veo dos columpios solitarios
que respiran la atmósfera irreal
de una noche de niebla.

En sus huecos la danza de las sombras
se parece al submundo sumergido
en las horas apátridas de una emoción oculta.

Visualizo a los niños columpiándose
al salir del colegio...
y de pronto retorna, envuelta en celofán,
la infancia recobrada en el silencio.

Ahora entre los árboles oscuros
la luz de las farolas se confunde
con la hojarasca seca del otoño.

Nada me habla de ti
y un conjuro ancestral se hace de sueño.
Una llovizna imperceptible
inunda quietamente las aceras.

Los gatos escondidos tras los muros
salen de sus refugios
y observan sin temor
el devenir eterno de las cosas.

La soledad se viste con ropajes
de mendigo asustado.

Hay sonidos de bruma por las calles
y los focos de un coche casi onírico
esbozan los espacios de un álbum familiar.

Las estatuas dormidas
en sus columnas grises
contemplan las imágenes
del misterio encendido.

Despacio me retiro a mi guarida,
mientras me alejo suavemente
del código desnudo del vacío...


Ana Muela Sopeña

Ana Muela Sopeña escribió:Deambulo por el parque
y veo dos columpios solitarios
que respiran la atmósfera irreal
de una noche de niebla.

En sus huecos la danza de las sombras
se parece al submundo sumergido
en las horas apátridas de una emoción oculta.

Visualizo a los niños columpiándose
al salir del colegio...
y de pronto retorna envuelta en celofán
la infancia recobrada en el silencio.

Ahora entre los árboles oscuros
la luz de las farolas se confunde
con la hojarasca seca del otoño.

Nada me habla de ti
y un conjuro ancestral se hace de sueño.
Una llovizna imperceptible
inunda quietamente las aceras.

Los gatos escondidos tras los muros
salen de sus refugios
y observan sin temor
el devenir eterno de las cosas.

La soledad se viste con ropajes
de mendigo asustado.

Hay sonidos de bruma por las calles
y los focos de un coche casi onírico
esbozan los espacios de un álbum familiar.

Las estatuas dormidas
en sus columnas grises
contemplan las imágenes
del misterio encendido.

Despacio me retiro a mi guarida,
mientras me alejo suavemente
del código desnudo del vacío...


Ana Muela Sopeña

Gran poema una obra de arte.
Saludos

Ana Muela Sopeña escribió:Deambulo por el parque
y veo dos columpios solitarios
que respiran la atmósfera irreal
de una noche de niebla.

En sus huecos la danza de las sombras
se parece al submundo sumergido
en las horas apátridas de una emoción oculta.

Visualizo a los niños columpiándose
al salir del colegio...
y de pronto retorna envuelta en celofán
la infancia recobrada en el silencio.

Ahora entre los árboles oscuros
la luz de las farolas se confunde
con la hojarasca seca del otoño.

Nada me habla de ti
y un conjuro ancestral se hace de sueño.
Una llovizna imperceptible
inunda quietamente las aceras.

Los gatos escondidos tras los muros
salen de sus refugios
y observan sin temor
el devenir eterno de las cosas.

La soledad se viste con ropajes
de mendigo asustado.

Hay sonidos de bruma por las calles
y los focos de un coche casi onírico
esbozan los espacios de un álbum familiar.

Las estatuas dormidas
en sus columnas grises
contemplan las imágenes
del misterio encendido.

Despacio me retiro a mi guarida,
mientras me alejo suavemente
del código desnudo del vacío...


Ana Muela Sopeña

Hermosa presencia entre la bruma y la fina lluvia, Ana. Abrazos, ERA

¡Como me alegra encontrar hoy tus versos Ana! siempre envueltos en la magia de tu palabra, aunque siento que la soledad es la protagonista, me han gustado mucho
Un abrazo
Carmen

[quote="Ana Muela Sopeña"]

Es un poema grande, querida Ana, la dos miradas me han hecho volver a los parques de día, bulliciosos y alegres que ahora disfruto de vez en cuando con mis nietos, y a los parques de noche, con esa luz tenue y misteriosa que me llevan a los paseos con mi "Perrete Trasto"
Un placer que me hayas llevado a esta evocación.
Felicidades y un beso, compañera.

Estos paisajes urbanos, tan descriptivos, los bordas. Transmites al lector la sensación del paseante y sus íntimas impresiones. Enhorabuena por el poema. Un abrazo.

Gracias, Joan, por venir y brindarme tus palabras.

Un abrazo
Ana

Muchas gracias, Era, me alegra que te haya gustado.

Un beso
Ana

Agradezco, Carmen, tu paso por estos versos.

Un beso grande
Ana

Me alegra, Marisa, que te haya gustado este poema.

Un beso grande
Ana

Buenas imágenes en este hermoso, urbano y evocador poema, Ana. Excelente la estrofa final. Un placer de lectura. Mis felicitaciones y abrazo, amiga.

Un excelente paseo de interior a través de las imágenes sugerentes de ese parque. Felicitaciones, Ana.
Salud.

Me alegra, Ramón, que hayas disfrutado el poema.

Un fuerte abrazo
Ana

Muchas gracias, Luis, por tus palabras positivas sobre estos versos.

Un gran abrazo
Ana

¡Ah!! ¡Qué grande es ser poeta, como tú lo eres! Donde otros ven desolación, tú ves vida. Donde otros ven tristeza, tú ves calor. Donde otros ven ácida prosa, tú ves dulce poesía. Precioso, Ana. No cejes que tú eres grande.
Besos.
Jerónimo