Editorial Alaire

Si la mente fuese sincera, si la inocencia fuese sincera, si la piedad fuese sincera...
¿En qué lugar quedaríamos los que no sabemos lo que queremos?
Y es que es así, la mente no es la última pieza del puzzle.
La mente es una última pieza musical, resonando, mientras alguien se corta las venas en la bañera.

¿Adónde van los pensamientos vírgenes?
¿Qué secuelas nos dejan los conceptos?
¿A qué llamamos hombre? ¿En qué contexto
se puede generalizar? ¿Dónde te fuiste,

humo de los sentidos y los límites?
¿A qué lugar me llevas, a qué encuentro,
sino al de la ignorancia con pretextos?
¿Penetras mi conciencia? ¿Hablas por mí?

No te cedo ni un ápice de fe,
no dispongo de crédito,
sin embargo te cedo toda mi trascendencia.

No me escondo de ti, te trato con desdén,
no sé cómo mirarme en el espejo,
no sé para qué coño sirve la transparencia.

Muy buen poema, Ricardo. Me han gustado estos versos, afiliados e incisivos. Si no se sabe lo que se quiere, es bueno saber lo que no se quiere, y así por contraposición se llegan a acuerdos con uno mismo.

Te felicito por este más que interesante poema.

Un fuerte abrazo.

Ronald Bonilla escribió:Buen poema, el coloquio insertado al final , quizá procaz, logra su efecto lírico, abrazos

Gracias por tu aportación a estos versos, Ronald.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.

Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, Ricardo. Me han gustado estos versos, afiliados e incisivos. Si no se sabe lo que se quiere, es bueno saber lo que no se quiere, y así por contraposición se llegan a acuerdos con uno mismo.

Te felicito por este más que interesante poema.

Un fuerte abrazo.

Gracias por tus palabras y reflexiones sobre este poema, estimado Ramón.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.

Y qué peligroso el pensamiento cuando advierte el peligro, él puede transformar la realidad. Me gustó leerte.
Besos
Pilar

Estimada compañera, es muy interesante el inciso que haces en tu comentario.
Los sentidos por sí solos no sirven para alertar, sino la experiencia.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.