Así, las cosas
Publicado: Mar, 09 Oct 2018 18:41

A veces, las cosas que son ciertas, son las que más nos cuesta asumir.
En mi caso en particular, no veía más allá de mis palabras, basadas en una realidad totalmente opuesta a la que percibimos a través de los sentidos.
Imagínense lo que me cuesta, en esa tesitura, hablar de sentimientos.
¡Todas mis teorías al carajo!
Pero la verdad es que, contra todo, no se puede hacer nada.
Absolutamente nada.
Porque darle la vuelta a todo, es la misma nada.
Tengo problemas desde que era un crío, pero eso no me diferencia de nadie.
Yo decidí enfrentarme a ellos como si no existieran.
Y eso es exactamente lo mismo que nada.
He analizado mucho mis gestos y conductas, y me he percatado de que yo significaba un atentado contra mí mismo.
Mi escritura significaba un atentado contra mí mismo.
Mi vida entera significaba un atentado contra mí mismo.
No es sólo una lucha contra mi trastorno lo que me ocupa, lo que me mantiene en guardia.
¡Es una lucha contra los sentidos!
No me preocupaba nada en absoluto, más que mis letras.
Solo a ellas les daba toda la importancia del mundo.
Y ahora, qué, me digo.
Pues ahora es tiempo de aceptar la realidad.
De reinvertir todo el proceso.
¡Menudo vértigo!
Estoy convencido de que arrastro traumas que ni siquiera he podido adivinar.
¿Quién me garantiza a mí que no vaya a quedarme por el camino?
¿Qué instrucciones debo seguir?
Para eso están los profesionales que me atienden, me digo.
Preguntaré hasta quedarme sin peros.
Sé que mis sentimientos están ahí, en algún lugar, tapado y cubierto, sobre el que solo siento miedo, inquietud, incertidumbre, ansiedad.
Sé que hay algún yo en alguna parte, quizá dolido, sufriendo y lamentándose.
Y sé que he de pasar por esos estados para poder consolarlo.
Para poder ponerle nombre a mis sentimientos.
Y para compartirlos sincera y enteramente.