Editorial Alaire

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En el laberinto hipnótico de los somníferos hay espacio para la destrucción; un espacio húmedo y virulento que rastrea las emociones más profundas y se hace cargo de la consciencia.

Estás solo, a solas con todo el veneno inoculado en las muñecas, a merced de sus gritos de pseudo placer. El aire parece virgen frente a cualquier acoso que hagas a la felicidad.

Solo, más solo que nunca antes, encaras tu espejo de negaciones, tu brote mezquino de angulosas hiedras.

Despierta, amor, despierta. El parque de Santa Lucía añora la sombra de nuestro beso.
Somos la luz vencedora de esta humanidad que no puede claudicar.

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Nota al margen: se hace alusión al viejo tema musical de Miguel Ríos, Santa Lucía.

F. Enrique escribió:

Entre la poesía y la prosa hay menos diferencia de lo que la gente piensa, Hallie, has escrito de una forma muy poética y convincente, deja muy buen sabor de boca y añades una referencia musical a una canción con un tierno encanto. ¿Qué haríamos sin la música?

Un abrazo.

Valoro mucho tus notas y este reflejo que me dejas, Enrique.
Sin la música seríamos menos felices, estoy segura.

Un abrazo.

Aconsejaría a todos los que escriben poesía que escuchen toda la música que puedan, incluso cuando la escriben; Chopin tiñe el tono de melancolía, Mozart de fuerza creativa, Beethoven de pasión irrefrenable...

Vuelvo a felicitarte por tu escrito, Hallie. Un abrazo.

La hipnosis se impacienta y bien lo sabe la emoción. Nunca viene mal un soplo para que reina el amor cuando despierte.

Porque nunca claudica el beso te envío uno, cuidalo.

Un abrazo

Guillermo Cumar escribió:La hipnosis se impacienta y bien lo sabe la emoción. Nunca viene mal un soplo para que reina el amor cuando despierte.

Porque nunca claudica el beso te envío uno, cuidalo.

Un abrazo

Hermoso, muy hermoso, lo que me dejas aquí, querido amigo.

Beso grande y abrazo.