Editorial Alaire

Si el agua roja de tu cuerpo,
y la marea oscura de tu cabello
tiemblan entre las sábanas,
es la lluvia que nos cae por dentro amor,
la vertiente que nace
entre las rocas suaves de la piel,
nos habita la primavera y el sur,
cada pájaro salvaje, cada raíz,
porque también marchitamos
dentro de nuestro propio jardín.

Nos caemos hasta el fondo
del aroma de las flores,
casi puedo oler las amapolas
y su lágrima encendida,
casi puedo caer en tu boca
como una gota de néctar
que desangra su brillo.

Amor, no te has dado cuenta,
alrededor solo se recuesta el silencio,
solamente cae el viento
como una ola de hierro,
no gimen los sauces bajo el río,
el verdor quedó colgado hace siglos
en los alambres del vacío,
todo lo que nacía
solo nace en nosotros,
no te has dado cuenta amor,
afuera solo hay desierto,
nada en kilómetros,
una pampa de polvo reluciente,
porque solo en nuestro interior
habita lo más salvaje de los ríos.

Un intenso e interesante poema has escrito A. Satir que me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Tremendo texto, muy buen trabajo, digno de este sitio un placer pasar por tu magna obra.

Dulcemente apasionados versos querido amigo...
Un gusto leer su belleza... te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

A. Satír escribió:
porque solo en nuestro interior
habita lo más salvaje de los ríos.

Precioso e intenso poema de amor, amigo Satir, y los dos versos de cierre me gustan mucho.
Abrazos.

Todo el poema un texto precioso de amor que se olvida del exterior para adentrarse en el interior del abrazo.
Un gusto leerte.
Besos
Pilar

Rafael Valdemar escribió:Un intenso e interesante poema has escrito A. Satir que me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Muchas gracias Rafael!
Te dejo un gran abrazo!!.

Satír.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Antonio.
Abrazos.

Muy bien escrito, compañero.
Siempre un placer recorrer tus poemas.
Tu estilo y tu voz son muy ingeniosos, y logras trabajos, como éste, sólidos y muy atractivos para el lector.
Felicitaciones.
Abrazos y felicidad.

A. Satír escribió:Si el agua roja de tu cuerpo,
y la marea oscura de tu cabello
tiemblan entre las sábanas,
es la lluvia que nos cae por dentro amor,
la vertiente que nace
entre las rocas suaves de la piel,
nos habita la primavera y el sur,
cada pájaro salvaje, cada raíz,
porque también marchitamos
dentro de nuestro propio jardín.

Nos caemos hasta el fondo
del aroma de las flores,
casi puedo oler las amapolas
y su lágrima encendida,
casi puedo caer en tu boca
como una gota de néctar
que desangra su brillo.

Amor, no te has dado cuenta,
alrededor solo se recuesta el silencio,
solamente cae el viento
como una ola de hierro,
no gimen los sauces bajo el río,
el verdor quedó colgado hace siglos
en los alambres del vacío,
todo lo que nacía
solo nace en nosotros,
no te has dado cuenta amor,
afuera solo hay desierto,
nada en kilómetros,
una pampa de polvo reluciente,
porque solo en nuestro interior
habita lo más salvaje de los ríos.

Hermoso poema de un delicado erotismo. Aplaudo tu lirismo y buen hacer, Satir. Abrazos, ERA

Muy bueno.

Perfecto su rescate, no se puede perder.

Un abrazo.