Editorial Alaire

Blanca niebla en un cuadro dormido,
tazas de gravilla y desayunos de fotos,
en un marco de arcilla esplendorosamente acristalado.

No hay duchas de fuego, es el agua el que quema.
Pequeña, lo que quiero decir con todo esto, es que no se me da bien hacer fácil lo fácil.

Resulta que echo en falta un cuerpo de mujer, desnuda, dispuesta,
que agrande mis cuencas para tragarme los ojos, y gritar, dentro de mi suicidio.

-Cintas rebobinando lo que el ojo humano no ve. -

Eres un poeta magnífico. Has excito un poema extraordinario. El final del mismo es impactante
Mi felicitación, compañero.

Desde la soledad de mi isla, un gran abrazo.

José Manuel F. Febles

Inexpresivamente expresivo está tu ambiente, amigo y yo he de aplaudir tu gesto y tu poema.

Un abrazo

Será otra cosa, pero la mente no está inexpresiva. Me gustó leerte.
Besos