Editorial Alaire

Anochece.
Después el silencio
aún tibio el tacto
de la tarde herida.
Las sombras renacen
como olas
que volvieran del mar
persiguiendo tormentas.
Impaciente, la luz
se aleja mar adentro
donde el viento es distinto,
sus espumas ardientes,
donde el cielo se abre
para unir dos orillas
y la luna deriva
hacia el fulgor del abismo.

Anochece.
Las estrellas ausentes,
a tus pies dormidas.

Qué dulce despertar con el lirismo de tus versos. Precioso poema.
Besos

Bello y sensible paisaje arropa el destilar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[quote="Ramón Castro Méndez"]

Es un precioso anochecer, amigo Ramón, delicado y sugerente momento el que compartes y yo te agradezco.
Un abrazo.

Hermoso trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

Qué buen poema Ramón.
Me ha gustado todo.
No le cambiaría ni una letra.
Un fuerte abrazo con mis mejores deseos y bendiciones.

Me encantó tu poema, amigo
un abrazo

Qué precioso y preciso "el tacto de la tarde herida" que se muestra ante la nocturna luz y los reflejos tuyos.

Un abrazo

Pilar Morte escribió:Qué dulce despertar con el lirismo de tus versos. Precioso poema.
Besos

Muchas gracias, Pilar, por tus siempre cálidas palabras.

Besos.

Lunamar Solano escribió:Bello y sensible paisaje arropa el destilar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muy agradecido, querida amiga Nancy, por tu atento y apreciado comentario.

Un afectuoso abrazo.

Marisa Peral escribió:

Ramón Castro Méndez escribió:
Es un precioso anochecer, amigo Ramón, delicado y sugerente momento el que compartes y yo te agradezco.
Un abrazo.

Muchas gracias a ti, Marisa, por leerme y dejarme tu apreciado comentario.

Abrazos.

Muy hermosa esta creación, amigo; condenado a vivir en la memoria poética, si señor.

Abrazos y felicidad.

Ramón Castro Méndez escribió:Anochece.
Después el silencio
aún tibio el tacto
de la tarde herida.
Las sombras renacen
como olas
que volvieran del mar
persiguiendo tormentas.
Impaciente, la luz
se aleja mar adentro
donde el viento es distinto,
sus espumas ardientes,
donde el cielo se abre
para unir dos orillas
y la luna deriva
hacia el fulgor del abismo.

Anochece.
Las estrellas ausentes,
a tus pies dormidas.

Aquí andamos esperando que anochezca para echar una cabezadita. Pero mientras tanto es un placer pasar por tus poemas y disfrutar de las imágenes que proponen; distancias incluidas.
Un abrazo, compañero, en esta tarde que declina.

Ramón Castro Méndez escribió:Anochece.
Después el silencio
aún tibio el tacto
de la tarde herida.
Las sombras renacen
como olas
que volvieran del mar
persiguiendo tormentas.
Impaciente, la luz
se aleja mar adentro
donde el viento es distinto,
sus espumas ardientes,
donde el cielo se abre
para unir dos orillas
y la luna deriva
hacia el fulgor del abismo.

Anochece.
Las estrellas ausentes,
a tus pies dormidas.

Delicada descripción de la naturaleza que enlaza con la exaltación a la mujer amada. Es un poema del cual he recibido gratificante emoción. Salud.

Un abrazo fuerte, compañero.
Óscar

Sugerente poema el que nos dejas Ramón. Me gustó y disfruté leyendo

saludos
rafael