Marisa Peral escribió:Holocausto sin paisaje
Imposible olvidar
la sangre derramada,
ni el colérico grito de los cielos rojizos,
ni el humeante ojo del relámpago,
ni el infecto latido del trueno,
ni su ponzoña ignota,
ni la vida de los muertos en los labios del otro,
ni la muerte de los muertos en los huesos del otro.
Imposible olvidar
porque el volcán sigue vivo,
el rugir de la tierra,
el gemido en las zanjas,
la daga en las bocas justificando culpas,
el aire irrespirable color ala de mosca,
las aguas teñidas de sangre de inocentes,
los sepulcros perplejos de ruinas imperiales.
Imposible olvidar
niños que juegan a ser soldados
mientras crece entre ellos la semilla del odio
que les acompaña como una lóbrega muchedumbre
en la fría memoria,
en el bramido en llamas de su piel de tragedia,
en sus cuerpos, tan viejos, por el hambre y la sed.
Imposible olvidar
que en la catarata de espejismos
aparecen los alucinados
y el gran animal que somos
lanzando sus proclamas con su voz bárbara.
Imposible olvidar
que en el inhóspito litoral del miedo
crecen las arrugas,
crecen las hogueras,
crecen las grietas de su deforme legado,
crecen las cavidades del destino que devora,
que estrangula las arterias
con las uñas aferradas,
con el eco de trenes desbocados,
con las noches de espinas de cadáver andante.
Porque difícilmente podremos olvidar,
difícilmente,
la anatomía del fuego y las ruinas recientes,
difícilmente,
el aullido de un débil corazón con remaches de hojalata,
difícilmente
con el clamor de explosivo en el cráneo,
difícilmente
con la saliva en fuga
de los soldados que quieren ser niños
y no ser
ni estar
en este terrible holocausto sin paisaje.
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©MAR - Octubre 2018
Majestuoso e impresionante.
Versos a saltos con la denuncia, la realidad y la belleza.
Una maravilla de principio a fin, de los que da gusto leer, releer y aprender.
Enhorabuena Marisa.
Exquisito.
Un beso.