Editorial Alaire

Si te acercases al manantial del poema
podrías comprender...

Recogerías la brisa de este mágico día,
olerías el fresco musgo,
y te envolverían las hojas que hizo abrigo el viento.
Te sentarías a escuchar
los murmullos del bosque y la sonata que lleva el aire,
te impregnaría la fragancia de la tierra
que el rocío humectó en la noche.

A través de tus sentidos sabrías lo que el cielo esconde.
Ese espectro ocre, verde y naranja
deslizaría por tus venas lentamente,
oirías el agua en cascabeles, descendiendo laderas
y acariciando piedras en frío cauce,
te abrazarías a las hayas fundida tu piel en ellas.

Si rozases
el nacimiento de este poema...
hallarías perfecta armonía al acercar
tu aliento a esta honda vibración.
No encontrarías fuego ni nieve,
pero sí, sendas doradas del sol entre los árboles.
No gritarías,
musitarías quedo... hasta hacerte silencio.

Qué maravilla Pilar.
Muy hermoso compañera.
Un abrazo fuerte.

Un precioso poema, Pilar, con esas imágenes de delicada belleza que se clavan en las pupilas del lector.
Todo un placer de lectura.

Abrazos.

Extraordinario poema Pilar, lo h tocado, sentido y te doy las gracias por la sensibilidad que dejas en ellos
Un abrazo amiga mía
Carmen

Hermoso poema, Pilar
un abrazo grande

Pilar Morte escribió:Si te acercases al manantial del poema
podrías comprender...

Recogerías la brisa de este mágico día,
olerías el fresco musgo,
y te envolverían las hojas que hizo abrigo el viento.
Te sentarías a escuchar
los murmullos del bosque y la sonata que lleva el aire,
te impregnaría la fragancia de la tierra
que el rocío humectó en la noche.

A través de tus sentidos sabrías lo que el cielo esconde.
Ese espectro ocre, verde y naranja
deslizaría por tus venas lentamente,
oirías el agua en cascabeles, descendiendo laderas
y acariciando piedras en frío cauce,
te abrazarías a las hayas fundida tu piel en ellas.

Si rozases
el nacimiento de este poema...
hallarías perfecta armonía al acercar
tu aliento a esta honda vibración.
No encontrarías fuego ni nieve,
pero sí, sendas doradas del sol entre los árboles.
No gritarías,
musitarías quedo... hasta hacerte silencio.

No he leído los comentarios para no dejarme influencias.
Veo en tu poema una descripción sana del otoño en su abundancia
y hace feliz mi despertar. Abrazos.-

Es muy bello el instante esencial de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Me he acercado y lo he contemplado y sentido en toda su cautivante belleza.
Precioso, Pilar

Delicados versos. Bellos
Salud

Silvia Savall escribió:Qué maravilla Pilar.
Muy hermoso compañera.
Un abrazo fuerte.

Gracias, Silvia, por tus gratas palabras.
Besos
Pilar

Pilar Morte escribió:Si te acercases al manantial del poema
podrías comprender...

Recogerías la brisa de este mágico día,
olerías el fresco musgo,
y te envolverían las hojas que hizo abrigo el viento.
Te sentarías a escuchar
los murmullos del bosque y la sonata que lleva el aire,
te impregnaría la fragancia de la tierra
que el rocío humectó en la noche.

A través de tus sentidos sabrías lo que el cielo esconde.
Ese espectro ocre, verde y naranja
deslizaría por tus venas lentamente,
oirías el agua en cascabeles, descendiendo laderas
y acariciando piedras en frío cauce,
te abrazarías a las hayas fundida tu piel en ellas.

Si rozases
el nacimiento de este poema...
hallarías perfecta armonía al acercar
tu aliento a esta honda vibración.
No encontrarías fuego ni nieve,
pero sí, sendas doradas del sol entre los árboles.
No gritarías,
musitarías quedo... hasta hacerte silencio.

Una maravilla de escenas y emociones interlazadas entre el ramaje esplendoroso de tu Otoño, Pilar. Te felicito por la gran belleza de tu poema. ERA