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Jacques Brel - Hijos d...

Publicado: Mié, 12 Sep 2018 9:29
por F. Enrique
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Un coin de vague,
une fleur qui tremble,
un oiseau mort
qui leur ressemble.

Decir que una canción de Jacques Brel es emotiva, añadir que la interpreta en directo con la desesperación y la ternura de un profeta herido o un hombre enamorado[ii], o que recurre a la niñez como a un lugar que nunca deberíamos dejar atrás o un sueño del que no tendríamos que despertar para creer en la vida, es como no decir nada, probablemente estemos en un momento en el que descansamos de todos aquellos versos que nos mostraban su fragilidad, en el que no tenemos ningún interés en reconocer su valentía ni, por no saber de él, advertimos sus múltiples y llamativos errores, esos que brotaban por la mala costumbre de llevar el corazón muy por delante de la cabeza.

Fils d.. es una de esas canciones que se deslizan en la zona media de su repertorio, aquellos que vamos un poquito más allá de "J'arrive" hemos aprendido a quererla y a quedarnos prendados de la sensibilidad a flor de piel de algunos de sus versos[iii], y la convicción anímica de su autor mientras los desgranaba haciéndonos pensar, erróneamente, que nunca más hollaría esas cumbres, que no era posible alcanzar lo irrepetible..

Yo no sé lo que significa el título, tampoco creo que tenga mayor importancia, estudié algo de francés para poderme dar la licencia de no entender algunas canciones y actuar como si las hubiera entendido. Como, en cierta forma, dije en el párrafo anterior, la niñez, junto al amor, la muerte, la denuncia de las buenas y de las malas costumbres, y la variable identidad del hombre libre cuando ya solo puede perder unas alas quebradas, fue un tema recurrente para Brel, así de repente se me vienen a la cabeza otras dos monumentos que se levantan sobre su recuerdo; "La niñez" y "Mi niñez".

Terminaría diciendo que alguna vez me pareció entender que decía algo así; "Por mucho que hayas sido un niño tierno, si actúas como si lo hubieras olvidado has acabado convirtiéndote en un hijo de…

21 de noviembre de 2014.

Creo que es un documento único para las almas sensibles, Brel en su elemento preferido, su interpretación es bastante sofisticada, histriónica y convincente, la ensayaba con la paciencia del orfebre, con la fe del iluminado, para convertirla en natural como si fuera la inspiración de un momento, cantando en directo sin red como lo hizo siempre, de tal forma amaba las alturas que prefería morir en ellas antes que vivir en el suelo. A la altura del dramatismo inquietante de la apasionada "Amsterdam" o de la tristeza vencida de la corrosiva y sarcástica "Les bonbons 67". En esta última refleja proféticamente y con cruda ironía la avenida de la juventud que engrosaría las filas desordenadas en las protestas de Mayo del 68. Muchos de aquellos jóvenes dejaron de pedir incluso lo posible y aprendieron a negar lo necesario cuando llegaron a adultos mientras admitían la legitimidad de los privilegios de los acomodados.

6 de noviembre de 2017.

Un rincón de ola, / una flor que tiembla, / un pájaro muerto / que me los recuerda.
[ii] En la Chanson no abunda el optimismo cuando se trata de definir la alegre melancolía de estar enamorado.
[iii] Me hiciste pensar / que ni siquiera tu amor era eterno. / Ahora sufres y te preguntas / qué fue de aquella mirada, / en qué instante murió tu postrera sonrisa / qué viento se llevó las hojas del diario / donde decías que me amabas. (Brel en la Escuela de Comercio)

Re: Jacques Brel - Hijos d...

Publicado: Sab, 22 Sep 2018 9:57
por Hallie Hernández Alfaro
Muy interesantes tus notas respecto a Jacques Brel, Enrique.
A veces no podemos adivinar lo que verdaderamente se esconde en una canción o en un poema...aunque el lenguaje sea claro y comprensible.

Salud y felices horas.

Re: Jacques Brel - Hijos d...

Publicado: Lun, 24 Sep 2018 8:37
por F. Enrique
Brel llegó a Francia huyendo de una fábrica de cartones, si tenía que estrellarse contra algo debía ser contra las piedras. Casado ya, a pesar de su juventud, dejó En Bruselas a su mujer y la primera de sus hijas, pensando que si él veía las cosas tan claras cualquier persona podía hacerlo. En París vivió mucha soledad y desarrolló un sentimiento de culpa acusado por el colaboracionismo pasivo que habían practicado tantos europeos. Encadenar cigarrillos y copas no debe ser una mala forma de arreglar el mundo cuando tantas personas lo hacen, es tan eficaz al menos como gritar nunca más cuando no se cambia de costumbres; practicamos la guerra en otros territorios. Por lo demás, es fundamentalmente un poeta amoroso, los otros temas tenían calidad de testimonios colaterales. Nos queda el recuerdo de la niñez para salvaguardar un poco de ternura y para ver el amor como un prodigio y un vuelo que tienen que llegar. Apenas te has movido, ni el dolor ni los años / pudieron destrozar tu camisa o tu huella. (Brel en la Escuela de Comercio).

Muchas gracias, Hallie, un abrazo.