Editorial Alaire

Estoy subiendo replegado y serio
al borde de mi mismo
pues no me atrevo a abrir la boca. Camuflado
conservo un pundonor que asusta al miedo
y evito el uso del reflejo oscuro.
Si retuviera la patente a manga ancha
¿consintiría yo otra cosa
que no desdibujara mi presencia?

No estoy hecho
con toda la firrmeza necesaria
para poder desprestigiar al enemigo.
Tampoco soy tan fuerte
como piensan los que me desconocen.
Pero ´si tengo una voluntad de hierro
para sobreponer, si hiciera falta,
algún desmenuzado indicio de ayuda
y de presencia,
que aceptando, o no, mi mala gana
consiga ser servido en el proceso
y adecentar mi posición.

Guillermo Cuesta escribió:Estoy subiendo replegado y serio
al borde de mi mismo
pues no me atrevo a abrir la boca. Camuflado
conservo un pundonor que asusta al miedo
y evito el uso del reflejo oscuro.
Si retuviera la patente a manga ancha
¿consintiría yo otra cosa
que no desdibujara mi presencia?

No estoy hecho
con toda la firrmeza necesaria
para poder desprestigiar al enemigo.
Tampoco soy tan fuerte
como piensan los que me desconocen.
Pero ´si tengo una voluntad de hierro
para sobreponer, si hiciera falta,
algún desmenuzado indicio de ayuda
y de presencia,
que aceptando, o no, mi mala gana
consiga ser servido en el proceso
y adecentar mi posición.

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¿Cómo será estar al borde de uno mismo?
Da para pensar y mucho este verso, más aún el poema entero.

Abrazos como siempre.

Hay cosas que vienen sin pensar y tienen su aquel. ay cosas que no quieren ser lo que parecen y que están sobradamente
conjugándo el parecer .

Gracias por estarr a´hi siempre siempre dando el cayo y aguantando las formas ancestrales que a mi se me antojan.

Un abrazo

Pues yo veo que pronunciaste muy bien y, aunque te desconozco, me llega una firmeza autosuficiente. Desprestigiar al enemigo no es necesario; si no son de calidad ya lo hacen ellos mismos.
Me gustó el poema y lo acentúo.
Un abrazo Guillermo.

Estoy subiendo replegado y serio
al borde de mi mismo
pues no me atrevo a abrir la boca. Camuflado
conservo un pundonor que asusta al miedo
y evito el uso del reflejo oscuro.
Si retuviera la patente a manga ancha
¿consintiría yo otra cosa
que no desdibujara mi presencia?

No estoy hecho
con toda la firrmeza necesaria
para poder desprestigiar al enemigo.
Tampoco soy tan fuerte
como piensan los que me desconocen.
Pero ´si tengo una voluntad de hierro
para sobreponer, si hiciera falta,
algún desmenuzado indicio de ayuda
y de presencia,
que aceptando, o no, mi mala gana
consiga ser servido en el proceso
y adecentar mi posición.


Lo mejor es adentrarse al interior y crear nuestros propios puentes
para ver que es lo que lleva nuestro propio río.
Da mucho de sí tu magnífico poema.
Un abrazo
Simon

Profundos y sensibles los retratos que nos compartes querido amigo... una mirada que analiza y reflexiona...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Confesional y sumamente interesante este elocuente poema que me ha encantado transitar.
Saludos, Guillermo

Un poema recio, curtido en la experiencia y en afán de no dejarse amilanar.
Me ha gustado pasar por tus letras.
Un fuerte abrazo.

Con esta interesante reflexión, amigo Guillermo, te envío mis deseos de que tengan mucha salud y felicidad en el año que se avecina.
Abrazos.

Alonso Vicent escribió:Pues yo veo que pronunciaste muy bien y, aunque te desconozco, me llega una firmeza autosuficiente. Desprestigiar al enemigo no es necesario; si no son de calidad ya lo hacen ellos mismos.
Me gustó el poema y lo acentúo.
Un abrazo Guillermo.

Muchas gracias,Alonso Vicent por tu buena inencion y buena mano y por el apoyo que me dejas por haber leído.

Un abrazo y felices fiestas