Editorial Alaire

Arriba con esta nueva propuesta de Ricardo.

Ricardo López Castro escribió:

Amor, amor, el sol que se recorre
entre los soportales cuando la gente corre.
Pájaros, luz y trinos,
amanecen los pinos.
Un paisaje de ruedas y botones, el hombre tras su pista,
a través de reflejos, se integra en la autopista
de rutinarios pasos, ascensor, escalones,
calles que el ser transita para aprender lecciones
de integración, civismo y de moral,
avenidas que escupen
insectos,
órbitas que el planeta oculta tras sus hijos predilectos.

Ojos que lo ven todo,
nada se hunde en el lodo,
hasta no discernir sus propias cicatrices,
rascacielos felices,
y un Dios que no traslada sus pesares
a la jungla de eternos omóplatos y husares.

Somos testigos , protagonistas, antagonistas de las incontables realidades que nos rodean, que crecen dentro, que nos ahorcan a veces. Te felicit, Ricardo, por un poema fértil en sugerencias. Un poema que resuena en los laberintos de la experincia humana. ERA

El realismo de la vida en tus hermosos versos. Un gusto leerte
Besos
Pilar

El húsar y el omóplato con el amor en bandolera y poniendo vigor en cada verso con tu inspirada pluma.

Un abrazo

Miles de bendiciones y abrazos a vosotros, estimados compañeros.
Siempre soy de los que dan mucho y reciben poco, o al menos ahí me han estancado mis ojos.
Os agradezco vuestros fértiles y alentadores comentarios.
Y que conste que el surrealismo lo llevo grabado a fuego.
Esto no es ni mucho menos una rendición

Arriba con este interesante trabajo, amigo Ricardo.
Abrazos.

Gracias miles amigo Rafel, por refrescar mi memoria con este trabajo, al que le tengo mucho cariño.
Abrazos y felicidad, estimado.