Editorial Alaire

Este tiempo opaco no puede empañar
la memoria del fulgor.

Nada pediste, fue la vida
quien escogió las escenas que resplandecieron en ti
como un rayo de luz.

El primer beso en la más húmeda piel,
la aventura del amor en la palidez de la noche,
el oro de la amistad
con el abrazo y la confidencia en las tazas de un café,
el frío del relámpago entre las nubes oscuras,
irisando la lluvia de gotas infinitas.

Sé que has perdido el grito de la ilusión,
ya no eres joven ni sientes el correr de las hormigas
por los poros de tu cuerpo.

Sin embargo, contempla otra vez la gracia de la luna,
su luz azulada, serena y dócil,
oye el mar, rítmico, amante
como una mano que sacude tu perfil envejecido,
siente el aire y su olor de flores en sazón,
mira las colinas o adéntrate de nuevo
en el vientre arbolado de la fraga,
la sonoridad del río está allí
sin un llanto.

Es mucho, pues, lo que sobrevive a la temida invocación de la vejez.

Solo atiende a las señales que llegan
con la calma de una caricia,
aún es el tiempo de las amapolas en la nieve,
del esplendor en los resquicios de un corazón herido,
de la esperanza como una viga que resiste
el alud de los años y la muerte.

Es tan cierto y hermoso lo que dices, amigo.

Amapolas en la nieve

o adéntrate de nuevo
en el vientre arbolado de la fraga,
la sonoridad del río está allí
sin un llanto.

de la esperanza como una viga que resiste
el alud de los años y la muerte.

Estos pilares son hombros eruditos que sostienen tu poema.

Un abrazo.

El tiempo nos cambia y renueva la vida. Un poema menos crípgico, tiene versos geniales. Me gustó mucho.
Abrazos

Si por saber supiera lo que sobre vive a la vejez, otro gallo me cantara y me adornara los decires.

Qué bien piesa tu cabeza, compañero.

Un abrazo

Bellísimo ese impulso de vida que transmite en su vuelo lírico de reconocimiento.
Saludos, Ramón

Precioso, amigo Ramón, y de un hondo lirismo que nunca pierde intensidad a lo largo de todo el poema.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Unha aperta.

Inmensidad que confluye en tus lumínicos versos querido amigo... siempre bello leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hallie Hernández Alfaro escribió:Es tan cierto y hermoso lo que dices, amigo.

Amapolas en la nieve

o adéntrate de nuevo
en el vientre arbolado de la fraga,
la sonoridad del río está allí
sin un llanto.

de la esperanza como una viga que resiste
el alud de los años y la muerte.

Estos pilares son hombros eruditos que sostienen tu poema.

Un abrazo.

Gracias, Hallie, por tu amabilidad. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:El tiempo nos cambia y renueva la vida. Un poema menos crípgico, tiene versos geniales. Me gustó mucho.
Abrazos

Gracias,Pilar, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Este tiempo opaco no puede empañar
la memoria del fulgor.

Nada pediste, fue la vida
quien escogió las escenas que resplandecieron en ti
como un rayo de luz.

El primer beso en la más húmeda piel,
la aventura del amor en la palidez de la noche,
el oro de la amistad
con el abrazo y la confidencia en las tazas de un café,
el frío del relámpago entre las nubes oscuras,
irisando la lluvia de gotas infinitas.

Sé que has perdido el grito de la ilusión,
ya no eres joven ni sientes el correr de las hormigas
por los poros de tu cuerpo.

Sin embargo, contempla otra vez la gracia de la luna,
su luz azulada, serena y dócil,
oye el mar, rítmico, amante
como una mano que sacude tu perfil envejecido,
siente el aire y su olor de flores en sazón,
mira las colinas o adéntrate de nuevo
en el vientre arbolado de la fraga,
la sonoridad del río está allí
sin un llanto.

Es mucho, pues, lo que sobrevive a la temida invocación de la vejez.

Solo atiende a las señales que llegan
con la calma de una caricia,
aún es el tiempo de las amapolas en la nieve,
del esplendor en los resquicios de un corazón herido,
de la esperanza como una viga que resiste
el alud de los años y la muerte.

¡Qué bello! Muchas gracias, estimado amigo, Ramón, por compartir.
Un abrazo.
BEGOÑA.

La vida y la muerte son la encrucijada, y este poema es un reflejo de vivir y morir, un placer pasar por tu poema, javier.

Guillermo Cuesta escribió:Si por saber supiera lo que sobre vive a la vejez, otro gallo me cantara y me adornara los decires.

Qué bien piesa tu cabeza, compañero.

Un abrazo

Gracias, Guillermo, por leerme y comentar. Un abrazo.

Marimar González escribió:Bellísimo ese impulso de vida que transmite en su vuelo lírico de reconocimiento.
Saludos, Ramón

Gracias, Marimar, por tu amable comentario. Un abrazo.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Precioso, amigo Ramón, y de un hondo lirismo que nunca pierde intensidad a lo largo de todo el poema.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Unha aperta.

Gracias por tu amabilidad, J.J. Unha aperta.

Lunamar Solano escribió:Inmensidad que confluye en tus lumínicos versos querido amigo... siempre bello leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Agradezco tus palabras, Nancy. Un abrazo.