Editorial Alaire

Como quien regresa de un naufragio -sediento-
vuelvo a odiar el puerto, las luces;
los remolinos de viento que jugaron entre sus cabellos.
Vuelvo al desamor sin cuerpo y con asfixia,
pero no pido, pese a los ardores del deseo,
que me regresen el mar.
¿Acaso no es esto el olvido?
Una prehistórica noche de juntar
ramas y piedras,
mientras el alma recuerda
cómo era la soledad
antes de la llegada de los barcos:
prender fuego en medio de la oscuridad
sin la cerilla de unos labios.

Me alegra volver a leerte aunque el poema sea triste como esos momentos que, a veces, la vida nos da.
Me gustaron tus versos.
Abrazos
Pilar

Doliente y hermoso poema, en el que la ausencia reclama su sitio.
Un gusto pasar por estos versos, que aplaudo.

Un abrazo.

Bello poema, como una acuarela sonora.

Es una de tus joyas, amigo; un poema gestado en la profunda sensibilidad de tu genio lírico.
Logro inmenso los versos finales.

Felicitaciones y un abrazo.

Tienes un pacto con la palabra, Just, siempre se hace precisa y rezuma poesía como esos barcos que atraviesan mares de tristeza y acaban encontrando la luz.

Un abrazo.

Tus versos sienten el placer del resplandor de 14 estrellas que han podido renacer de la oscuridad de la más cercana.

Bien por el poema y por la evocación.

Un abrazo

Sensible suspiro deja su estela en la vibración de tus versos amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Una maravilla de intensidad liríca y evocación poética.

Siempre surfeando los luminosos rayos de la brillantez.

Todo un placer de lectura, amigo Just. Para enmarcar.

Un fuerte abrazo.

Muchas gracias Pilar, por venir, por tu tiempo, y por tus palabras en mi ventana; que siempre traen regocijo.

Un abrazo fraterno.

Muchas gracias por venir Ramón.

Va mi abrazo de miércoles soleado a tu nombre.

En ese fuego prendido nos encontramos Just.

Un placer la lectura. Un cordial saludo.

Hermoso trabajo, amigo Just.
Abrazos.

Just Gafar escribió:Como quien regresa de un naufragio -sediento-
vuelvo a odiar el puerto, las luces;
los remolinos de viento que jugaron entre sus cabellos.
Vuelvo al desamor sin cuerpo y con asfixia,
pero no pido, pese a los ardores del deseo,
que me regresen el mar.
¿Acaso no es esto el olvido?
Una prehistórica noche de juntar
ramas y piedras,
mientras el alma recuerda
cómo era la soledad
antes de la llegada de los barcos:
prender fuego en medio de la oscuridad
sin la cerilla de unos labios.

Bello lirismo, Just. ERA

Un poema envuelto en la bruma de la nostalgia que rezuma belleza y lirismo.

Me ha encantado, Just.

Un placer leerte, como siempre.

Abrazos.