Editorial Alaire

Que no me llame Pedro/piedra
no me disculpa de pulir
las aristas más duras
que en mi piel amanecen.
De fundirme
en el volcán de tus manos
y rodar
desabrido,
pero con esperanza siempre.

Que no sea árbol/ardilla
no exime de amasar
poro a poro tus ramas.
De transformar la tierra
en proteína
y hacerme más carne
y sangre en tus venas.

Que no sea pájaro/pétalo,
a título principal,
no elude el débito
de ir levantando vuelo
sobre el bosque rutinario
de las idas y venidas.
De alegrarte la horas
piando escalofríos.

Que todavía no sea un trozo/traza
de Shiva Trimurti,
no es razón determinante
para no participar,
atómicamente quiero decir,
en la danza compulsiva.

Nada me librará
de quererte como te quiero,
de la emoción cotidiana
de ser:
pícaro fluido
entre tus piernas.

mamCardenal 2009

Al final, estimado Armilo, nada te exime del amor, no hay que buscar disculpas. Con tu estilo, que engancha, trazas, lo dicho, un hermoso poema de amor. Quién fuera pícaro fluido entre tu mirada y la suya. Quizás ahí es donde está el quid de la cuestión. He disfrutado, como otras tantas veces, de tus versos.
Mi felicitación.

Un fuerte abrazo.

Imágenes que atrapan, sugieren y se disfrutan querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Buena aportación para el libro.
Se nota que eres amante del amor.
Besos

Te encuentro lleno de sensibilidad, el pícaro aparece como la respiración suave que sigue a la caricia más sincera. Una sensación de búsqueda y encuentro, de sucumbir al final a lo que desde un principio intuía el subconsciente. Me encantó.
Abrazo bien grande

Un poema de amor pasional intenso y precioso, Armilo. Estilo trepidante el tuyo. Late la lujuria ardiente en cada una de tus palabras. El sexo es el impulso que hace latir la vida en todos los universos. Me ha encantado.

Aplausos
Besos
Ana