Editorial Alaire

Ayer nevó en la ciudad.

Mi vida cierra muros y abre archipiélagos.

¿Hacia dónde la mirada
que quiero limpia,
resplandeciente, pura?

El tren, animal de óxido y bielas,
rezonga su fiebre,
su cabriola bravía.

Mi sitio en el vagón es el más oscuro,
en un trozo del ventanal aún resiste el temblor de la noche,
tímida fiera que agoniza.

¿Qué sé de la isla?

Su perfil de ánade gris,
el vocablo dulce que demora el tiempo,
la altivez del volcán,
sus flores cárdenas…

Así medito bajo la luz intermitente de un neón
que duda si entregarse a mí
o apagar su aliento.

Comienza la marcha,
un impulso que reconozco,
aire sin latitud
que hiende los suburbios con su canto de metal herido.

No sé qué pájaros revolotean en la negrura
del paisaje.

Ayer nevó en la ciudad,
la playa dormía, aterida,
ausente de sí.

Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez.

Mañana será un abrazo el tibio azul del mar
en mi anhelo de futuro.

Ya se han ido los pájaros.

Ramón Carballal escribió:Ayer nevó en la ciudad.

Mi vida cierra muros y abre archipiélagos.

¿Hacia dónde la mirada
que quiero limpia,
resplandeciente, pura?

El tren, animal de óxido y bielas,
rezonga su fiebre,
su cabriola bravía.

Mi sitio en el vagón es el más oscuro,
en un trozo del ventanal aún resiste el temblor de la noche,
tímida fiera que agoniza.

¿Qué sé de la isla?

Su perfil de ánade gris,
el vocablo dulce que demora el tiempo,
la altivez del volcán,
sus flores cárdenas…

Así medito bajo la luz intermitente de un neón
que duda si entregarse a mí
o apagar su aliento.

Comienza la marcha,
un impulso que reconozco,
aire sin latitud
que hiende los suburbios con su canto de metal herido.

No sé qué pájaros revolotean en la negrura
del paisaje.

Ayer nevó en la ciudad,
la playa dormía, aterida,
ausente de sí.

Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez.

Mañana será un abrazo el tibio azul del mar
en mi anhelo de futuro.

Ya se han ido los pájaros.

"Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez."
Con luz , aroma de café y buenos versos
he recibido yo la mañana...
Muy bueno, Ramón,un placer de lectura.
Un abrazo

Rosario Martín escribió:

Ramón Carballal escribió:Ayer nevó en la ciudad.

Mi vida cierra muros y abre archipiélagos.

¿Hacia dónde la mirada
que quiero limpia,
resplandeciente, pura?

El tren, animal de óxido y bielas,
rezonga su fiebre,
su cabriola bravía.

Mi sitio en el vagón es el más oscuro,
en un trozo del ventanal aún resiste el temblor de la noche,
tímida fiera que agoniza.

¿Qué sé de la isla?

Su perfil de ánade gris,
el vocablo dulce que demora el tiempo,
la altivez del volcán,
sus flores cárdenas…

Así medito bajo la luz intermitente de un neón
que duda si entregarse a mí
o apagar su aliento.

Comienza la marcha,
un impulso que reconozco,
aire sin latitud
que hiende los suburbios con su canto de metal herido.

No sé qué pájaros revolotean en la negrura
del paisaje.

Ayer nevó en la ciudad,
la playa dormía, aterida,
ausente de sí.

Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez.

Mañana será un abrazo el tibio azul del mar
en mi anhelo de futuro.

Ya se han ido los pájaros.

"Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez."
Con luz , aroma de café y buenos versos
he recibido yo la mañana...
Muy bueno, Ramón,un placer de lectura.
Un abrazo

Gracias, Rosario, por leerme y comentar. Un abrazo.

Muy conmovedor querido amigo... la sensibilidad estalla en cada verso...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Lunamar Solano escribió:Muy conmovedor querido amigo... la sensibilidad estalla en cada verso...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, Lunamar. Un abrazo.

Buen poema, amigo. Nostalgia. Exhumación de recuerdos. Ese final juanramoniano le ha calzado perfecto.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Hermoso y muy sugerente trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

Óscar Distéfano escribió:Buen poema, amigo. Nostalgia. Exhumación de recuerdos. Ese final juanramoniano le ha calzado perfecto.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Gracias por tus palabras. Un abrazo, Óscar.

Rafel Calle escribió:Hermoso y muy sugerente trabajo, amigo Ramón.
Abrazos.

Gracias, Rafel. Un abrazo.

Muy buen poema, Ramón. El invierno es nostalgia y otros rigores. Un placer de lectura.

Un abrazo.

Te he descubierto a través de vidrio y me he trepado a ese tren en movimiento en ese viaje alucinante para seguir tus visiones de alto impacto, no me veías ensimismado en tu búsqueda y yo en decodificar su atrapante misterio.
Magnífico, Ramón.

Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, Ramón. El invierno es nostalgia y otros rigores. Un placer de lectura.

Un abrazo.

Gracias,Ramón, por tu amabilidad. Un abrazo.

Los pájaros se han ido pero las musas permanecen.

Un lujo para los sentidos.

Abrazos.

Ramón Carballal escribió:Ayer nevó en la ciudad.

Mi vida cierra muros y abre archipiélagos.

¿Hacia dónde la mirada
que quiero limpia,
resplandeciente, pura?

El tren, animal de óxido y bielas,
rezonga su fiebre,
su cabriola bravía.

Mi sitio en el vagón es el más oscuro,
en un trozo del ventanal aún resiste el temblor de la noche,
tímida fiera que agoniza.

¿Qué sé de la isla?

Su perfil de ánade gris,
el vocablo dulce que demora el tiempo,
la altivez del volcán,
sus flores cárdenas…

Así medito bajo la luz intermitente de un neón
que duda si entregarse a mí
o apagar su aliento.

Comienza la marcha,
un impulso que reconozco,
aire sin latitud
que hiende los suburbios con su canto de metal herido.

No sé qué pájaros revolotean en la negrura
del paisaje.

Ayer nevó en la ciudad,
la playa dormía, aterida,
ausente de sí.

Mañana recibiré la luz sobre este rostro
que huye de la niñez.

Mañana será un abrazo el tibio azul del mar
en mi anhelo de futuro.

Ya se han ido los pájaros.

Se han ido, pero volverán esos pájaros y sus gazas de versos como el aire mismo. Me gusta mucho cuando el poeta se vuelve uno con la naturaleza. Lo haces muy bien. La apertura de tu poema,

"Ayer nevó en la ciudad.

Mi vida cierra muros y abre archipiélagos." y el cierre,

"Mañana será un abrazo el tibio azul del mar
en mi anhelo de futuro.

Ya se han ido los pájaros"

a mi parecer, marca una trayectoria emocional. Paisajes del viaje en ésta dimensión donde vamos dejando los rostros que fuimos. La mirada es circular y vuela como un platillo sobre el tiempo. Un placer leerte, Ramón. ERA

Me ha gustado mucho el poema. Casi dan ganas de meditar en la penumbra de ese tren.
Besos
Pilar