Editorial Alaire

El porvenir del aire que viene de muy lejos
arguciará tormenta al desaparecer
y volverá de nuevo.
No sé si su soplar sería suficiente
ni sé si suficiente es bastante
vedado el laberinto y puesto a punto.
El ánimo resbala por los ojos
si la gota de sangre prendada del resuello
reclama el veredicto y se desmarca a solas.
De la tormenta sale el viento. Cruza
el campo puntiagudo de amapolas voraces
y tumba en la distancia su rebosante color rojo.
Respiro por lo bajo y me entretengo apenas
pues el ambiente se enternece y resucita
al sentir el sabor que la ternura expande
cuando el rocío aprende a darse por vencido
tras el humilladero del revoltoso mosco,
itinerante al vuelo de su perpetuo ruido.

Guillermo Cuesta escribió:El porvenir del aire que viene de muy lejos
arguciará tormenta al desaparecer
y volverá de nuevo.
No sé si su soplar sería suficiente
ni sé si suficiente es bastante
vedado el laberinto y puesto a punto.
El ánimo resbala por los ojos
si la gota de sangre prendada del resuello
reclama el veredicto y se desmarca a solas.
De la tormenta sale el viento. Cruza
el campo puntiagudo de amapolas voraces
y tumba en la distancia su rebosante color rojo.
Respiro por lo bajo y me entretengo apenas
pues el ambiente se enternece y resucita
al sentir el sabor que la ternura expande
cuando el rocío aprende a darse por vencido
tras el humilladero del revoltoso mosco,
itinerante al vuelo de su perpetuo ruido.

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El vuelo del moscardón, el rocío por la mañana, el a´nimo resbalando y la tormenta.
Guillermo.. ¡ no te reconozco en este poema¡ todo es sin preguntas afirmativas y negativas, no hay ni un sí pero..., todo es afirmativo y me encanta.
Abrazos mediterráneos.

Qué maravilla, Guillermo,todo un señor poema.
Un abrazo
Ya volveré...

Hermoso e interesante trabajo, amigo Guillermo.
Abrazos.